Joel Huegel West es doctor en ingeniería mecánica por la Universidad Rice de Houston, Texas, y docente en el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara. Su tiempo lo divide entre la academia, la investigación y el emprendimiento, áreas en que ha desarrollado distintos proyectos a lo largo de su carrera.
Como maestro imparte clases a nivel licenciatura y maestría; en su lado investigador, es miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y cuenta con el registro de un par de patentes, mientras que como emprendedor trabaja en una asociación civil para facilitar prótesis a personas con amputación de miembro inferior.
Antes de decidirse por las aulas, Joel Huegel trabajó para empresas que generaban daño al medio ambiente, por lo que optó por buscar alternativas para aplicar sus conocimientos en beneficio de la sociedad y en un momento de su vida el doctor obtuvo la oportunidad de impartir clases en Nepal, donde nació su pasión por la docencia.
“Me encanta acompañar a alumnos en el proceso de descubrir la investigación científica y en materia de ingeniería. Me encanta enseñarles cómo hacer una investigación, encaminarlos, dirigirlos y ayudar a que ellos crezcan y vean que es una oportunidad para ellos en el futuro y creo que en México nos hace falta mucho en eso de incentivar e inspirar a las siguientes generaciones hacia la investigación”.
El doctor Joel Huegel realiza un proceso llamado estancia de investigación, en el que el alumno le dedica alrededor de 20 horas a la semana a un proyecto, posteriormente se solicita al estudiante que aterrice la investigación en una solicitud de patente o en un artículo de investigación científica, todo con el fin de facilitar su inserción en un posgrado.
El docente se dice satisfecho de realizar ese tipo de apoyo a los estudiantes y asegura que aproximadamente 40 de ellos lograron estudiar un posgrado en otros estados de México e incluso en otros países.
En sus investigaciones, el académico se centra en encontrar soluciones biomecatrónicas a problemáticas y actualmente se enfoca en el diseño y desarrollo de prótesis de piernas y pies para que sean elaboradas con materiales más económicos y resistentes, con el fin de poder ayudar a que estas tengan un precio más accesible y sean funcionales.
Facilitando pasos firmes
Además de realizar investigación en su laboratorio, el doctor Joel Huegel forma parte de una asociación civil llamada Tecnologías para la Comunidad y desde 2014 se encargan de facilitar prótesis de bajo costo y alta funcionalidad a personas que no tienen posibilidad de adquirir una.
Tecnologías para la Comunidad nació como un proyecto que busca apoyar a las personas con una amputación de miembro inferior. La asociación también considera orientar a los pacientes sobre el tratamiento de rehabilitación contemplado para su completa recuperación.
El doctor Joel Huegel señala que de cada 100 personas que tienen una amputación, solo 10 de ellas pueden acceder a una prótesis, esto debido a los altos costos y a desconocimientos en el tratamiento. Desde su integración como asociación civil, agrega el investigador, se han entregado más de 100 prótesis.
“Hay una necesidad no solo de abaratar costos y buscar la manera de poder entregar más prótesis, sino también buscar que esas prótesis sean funcionales para cada persona y le sirva, y darle la terapia o la rehabilitación que la persona necesita para que realmente pueda utilizar esa prótesis y volver a caminar”.
Invenciones desde el laboratorio
En su trayectoria, el doctor Huegel también acumula otros logros, como la obtención de una patente y un modelo de utilidad. El primero de ellos le fue otorgado por un dispositivo que modifica las funciones de una máquina tortilladora para optimizar su funcionamiento; el segundo fue por un diseño en guardafangos de vehículos para mejorar la velocidad de desplazamiento.
La patente obtenida fue el resultado del trabajo iniciado en 2009 y busca dar una oportunidad a los productores de tortilla para que su maquinaria optimice sus resultados.
“El kit que desarrollamos es para una máquina tradicional. Desmontamos componentes, montamos otros componentes modernos y modernizamos esa máquina, que cumpla la norma actual pero con una máquina tradicional”, explica el doctor.
Esta modernización implica un ahorro en el consumo de energía eléctrica, también otorga a la máquina la opción de ser semiautomática, lo que permite variar las velocidades de la tortilladora en cuanto a la demanda del momento.
En cuanto al modelo de utilidad otorgado, Huegel detalla que este fue entregado por el diseño de un guardafangos que simula la función de las hendiduras de las bolas de golf, lo que le confiere una menor resistencia a corrientes de aire que puedan ir en dirección contraria al vehículo, lo que limita la fricción, reduciendo así el consumo de combustible del vehículo.
“Al poner estas hendiduras sobre los guardafangos del camión, pudimos demostrar en pruebas en un túnel de viento un ahorro significativo, de cinco a siete por ciento, en el consumo de la gasolina utilizando este desarrollo en lugar de solo tener lisa la superficie de los guardafangos”.
El investigador asegura que si bien esta propiedad no es nueva, la aplicación de esta en un área de conocimiento diferente fue lo que le valió el modelo de utilidad. El doctor refiere que esta tecnología pertenece al Tecnológico de Monterrey, institución que se encarga del manejo de esas patentes en conjunto con el inventor.
El doctor Huegel, originario de Ciudad de México, pero con más de 15 años de vivir en Guadalajara, también ha recibido distinciones como el galardón Profesor Inspirador que otorga el Tec de Monterrey o el MacJannet Prize for Global Citizenship 2016, un premio que reconoce los proyectos más innovadores y con compromiso social entre universidades del mundo.
• Joel Huegel West
Laboratorio de Biomecatrónica
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