“Monsiváis, Jilemón Metralla y Bomba. Homenaje especial a Jacques Tardi” reúne obra poco conocida de Gabriel Vargas, el famoso historietista mexicano

En el Patio del Cine de la Biblioteca de México, el visitante se encuentra con portadas de las historietas publicadas en revistas como Pepín, y puede leer fragmentos de algunas de las aventuras protagonizadas por Jilemón Metralla y Bomba.

Este personaje se convirtió en el principal del cómic Los Superlocos, creado por Gabriel Vargas por encargo del coronel José García Valseca, dueño de Editorial Panamericana, para que fuera competencia de otra publicación de la época de finales de los años treinta del siglo XX: Los Supersabios.

Los materiales expuestos provienen de la colección de la Biblioteca personal Carlos Monsiváis, cronista del que se sabe tenía un respeto y fascinación por la historieta mexicana, así como una admiración por la obra de Gabriel Vargas.

En el texto introductorio a la muestra, el curador Carlos G. Hernández, indica que al personaje de Jilemón Metralla y Bomba es un hito por muchas razones, una de ellas la trascendencia que tuvo y tiene para que la narrativa gráfica mexicana alcanzara un nivel no visto en ninguna otra parte, y la contribución a que el mexicano, por medio del humor, descubriera y enfrentara una realidad brutal, a través de la circulación de historietas.

La exposición abre con una portada de la revista Paquito, publicación mexicana de historietas, editada por Editorial Panamericana, en la que se ve a Metralla y Bomba recostado en una cama, cargado por dos damas, quienes además soportan el peso de dos perros.

Le sigue un fragmento de la historieta Don Jilemón, publicada el 1 de marzo de 1953, en la que el personaje, identificado por ser machista, racista, transa, corrupto, explotador, malvado, golpeador de mujeres, abusador de niños y ancianos, envenenador, ladrón, embaucador, mujeriego e impostor, le comparte a su hijo que pondrá un taller de costura, con el que piensa hacerse rico a costa de mujeres que por dos pesos diarios pasarán horas pegadas a una máquina.

Las publicaciones, difíciles de conseguir hoy día, es una oportunidad única del visitante de acercarse al material. En vitrinas rectangulares se pueden leer fragmentos de las historias creadas por Gabriel Vargas, caracterizadas por ser un reflejo de la sociedad de aquellos años.

Se pueden ver varias de las historias de Los Superlocos, en la que el lector descubre a la Ciudad de México de los años cuarenta, de la era del llamado Milagro mexicano y tránsito a la industrialización.

Además, a través de los trazos de Gabriel Vargas se aprecia la arquitectura de la Ciudad de México y sus edificaciones emblemáticas que realizó el artista en lo que fue la última época de Jilemón Metralla, publicada en la revista Pepín.

En una de las vitrinas se destaca que Carlos Monsiváis solía hacer notas sobre los ejemplares, y que fue tal el éxito de Jilemón Metralla que un actor lo personificó en funciones del circo Atayde Hermanos, de las cuales se pueden ver algunas fotografías publicadas en las mismas revistas mexicanas de historietas.

La exposición incluye un anexo con obra de Jaques Tardi, considerado uno de los padres de la novela gráfica francesa, perteneciente a la Colección Monsiváis y a la Casa de Francia.

Jilemón Metralla y Bomba, explicó en vida su creador, Gabriel Vargas, es “el cábula más grande que ha dado la humanidad”. El término cábula, decía Carlos Monsiváis, define al que molesta para reírse, y se gana espacios sociales a través del choteo y de la carga arrabalera del relajo.

La exposición Monsiváis, Jilemón Metralla y Bomba. Homenaje especial a Jacques Tardi, estará hasta el 28 de junio en el Patio del Cine de la Biblioteca de México, ubicado en Plaza de la Ciudadela 4, Centro Histórico, de lunes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.

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