Nuevo libro analiza propaganda del miedo contra la vida nocturna capitalina de mediados del siglo XX

Editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la nueva publicación escrita por la historiadora Gabriela Pulido Llano, es una mirada a la propaganda del miedo que hizo la prensa mexicana de los espacios y sujetos que fueron —acorde con la autoridad de esa época— objeto de las medidas de “higiene social”, necesarias para llevar la modernidad a la gran metrópoli.

La autora e investigadora en la Dirección de Estudios Históricos, del INAH, señaló que el texto es el resultado de más de 10 años de indagación en soportes fílmicos, recopilación de testimonios y, esencialmente, búsqueda documental e iconográfica en publicaciones como la revista Vea o Magazine de policía.

En estos y otros medios, dijo, se promovió un sensacionalismo que exageraba o a menudo falseaba el comportamiento de los hombres y las mujeres (obreros, secretarias, funcionarios públicos, estudiantes y otros miembros de la población) que acudían a los salones de baile o frecuentaban los centros nocturnos y de esparcimiento en la urbe.

Dichos contenidos periodísticos tenían como soporte a la fotografía o a las “historietas criminales”, relatos gráficos que los medios producían en estudios y cuyos contenidos eran moralejas sociales para las clases media y popular, las cuales tenían en los impresos su única fuente de información y conocimiento.

“La cabaretera, que siempre tenía un destino sinuoso e inevitable al provenir de un contexto de prostitución, era una imagen idónea para decirle a las mujeres: no vayas a los antros y no vivas la vida nocturna; mantente en casa y apégate a tu marido y tus hijos para evitar que te suceda lo mismo”.

Gabriela Pulido explicó que esta campaña de censura y propaganda tuvo dos respuestas, por una parte aleccionó a ciertos círculos, como pretendían las asociaciones cívico-religiosas y los altos funcionarios de gobierno que las apoyaban: Javier Rojo Gómez y Ernesto Peralta Uruchurtu, entre otros; aunque también ocasionó el auge de los salones y los cabarets en la capital del país.

“Para las clases populares, la vida nocturna formó todo un mapa en el actual centro de la Ciudad de México, en colonias como la Doctores y Obrera, al sur; Nonoalco y Buenavista, al norte; Morelos, al oriente; y con el actual Eje Central, al poniente. Por su parte, las clases altas y no pocas figuras políticas que promovían la higiene social, se reunían con el mismo fin en puntos de la Roma y la Condesa”.

La prohibición del comercio sexual en las calles, explicó la historiadora, llevó igualmente a que las figuras asociadas con dicha actividad migraran a espacios intramuros y asumieran nuevas identidades, como los pachucos, los “cinturitas” y las exóticas, que incluso fueron vistas entre la población como una suerte de “antihéroes y antiheroínas”.

La historiadora comentó que el libro “es una remembranza de una época que no necesariamente fue como los medios la pintaron, aunque gracias a dicha pintura es que pudo trascender a nuestros días” y crear mitos que hoy se retoman con homenajes a pachucos y cabareteras, o hasta con bailes de danzón en plazas públicas.

Concluyó que la publicación ayudará a seguir estudiando y comprender mejor cómo funciona y ha funcionado una ciudad que ha crecido desordenadamente, pero cuyas problemáticas sociales pueden identificarse en el pasado y corregirse en el presente.

El mapa “rojo” del pecado. Miedo y vida nocturna en la Ciudad de México 1940-1950 se presentará este sábado 22 de abril a las 13:00 horas en la Fiesta del Libro y la Rosa de la UNAM, con sede en la explanada del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC); contará con la participación de la autora y de las académicas Andrea Salmerón Sanginés y Beatriz Gutiérrez Müller.

Fuente: (INAH)

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