“Chacho”, la popular mascota de los Tigres de Quintana Roo seguirá animando las tribunas del Estadio “Beto” Ávila

La mascota oficial de los Tigres de Quintana Roo reveló que cuando está entre el aficionado le gusta bailar, convivir, animar, alentar a la gente con porras y aplausos, hacer rutinas para que se diviertan. Ayudar al equipo para que desde las tribunas se deje escuchar el rugido de apoyo.

Chacho, quien desde hace varios días recorre con frecuencia el diamante del equipo de casa, es un tigre juvenil, travieso, irreverente, inquieto, y le gusta entregarse al cien por ciento y más, logrando una comunión muy especial entre la afición y jugadores.

La mascota ya se encuentra en Cancún y durante esta entrevista tuvo que ser tranquilizado por Gabriel Jiménez Rivas, quien durante los últimos 22 años da vida a este personaje, para hablar de la parte seria.

Mientras acariciaba la piel de la mascota, manteniendo relajado a Chacho, Gabriel Jiménez recordó que permanecen juntos desde hace 20 años.

“Yo trabajaba como actor callejero en la Ciudad de México, alguien de la organización de Tigres vio mis rutinas, les gustó, me invitaron a hacer un casting, la aprobé y desde entonces me convertí en Chacho”, revela.

Indica que hace 22 años los Tigres estaban en la capital del país, y le tocó vivir la mudanza a Puebla y luego a Quintana Roo.

A lo largo de estos años “con Chacho me ha tocado vivir grandes momentos, como el estar con el equipo en sus últimos ocho campeonatos, de los cuales cuatro fueron en la Ciudad de México, uno en Puebla y tres en Quintana Roo.

“Además de vivir 3 campeonatos en la Liga del Pacífico con Yaquis y 2 campeonatos de la Serie del Caribe”, prosigue.

Indica que también ha estado presente en el fútbol, ya que siendo mascota de Pumas y de Atlante en Cancún, fueron campeones del balompié profesional.

“Como mascota hemos ganado todos los títulos posibles en el béisbol profesional de México, además de que Chacho ha sido considerada la mejor mascota del país”, rememoró.

“Entre nosotros no existen los celos, tenemos una buena comunión, yo tengo los pies en la tierra; sé que Chacho es el famoso, y yo el que le da vida. Aunque trato de no exhibirme, mucha gente me conoce sin la botarga y eso es fabuloso”, agregó Gabriel Jiménez.

Gabriel Jiménez Rivas, de 42 años de edad, casado y con 2 hijos, reconoce ser muy diferente a Chacho. Mientras el tigre es inquieto, osado y atrevido, él es serio y tranquilo, prefiere ir a la playa, ver una buena película y pasar tiempo con su familia.

“Pero cuando me pongo la botarga me transformo. No me escudo, sino que me convierto en el niño, en el travieso e inquieto chiquillo que todos llevamos adentro y que dejo salir”, revela mientras sonríe y la mirada se pierde entre las butacas del estadio Beto Ávila.

Chacho está listo, la fiesta está por empezar. ¡Agárrenseee!

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