El grillete generacional

En verdad es un enorme desafío pues eso mismo pero en una magnitud mucho mayor le acontece a las arcas públicas asfixiadas por una deuda interna que crece vorazmente. 

Cada nuevo gobierno sea del signo partidista que sea sin importar la ideología que profese se confronta con el dilema de qué hacer con un nivel de endeudamiento público que va formándose como una especie de alud en aguanieve, tan frágil que cualquiera derraparía. 

            El siglo pasado vimos diversos males y distorsiones aquejando a las economías más o menos desarrolladas, más o menos industrializadas, me refiero a la crisis de la deuda externa; el shock de los petroprecios; y el crecimiento con inflación (hubo hasta hiperinflaciones).

            En el XXI la crisis de la deuda pública como proporción del PIB tiene asfixiados tanto a países emergentes como desarrollados, es el gran desafío para los economistas y la planeación de mediano y largo  plazo. 

            ¿Qué hacer con la deuda pública? El drama magnífica para aquellas economías atrapadas además en el endeudamiento externo entonces hay un doble componente obrando en contra de la viabilidad de las arcas y el grado de exposición al riesgo es cuantioso porque un cambio en la tendencia de las tasas de interés de referencia, su reajuste alcista encarecerá los pagos por los diversos adeudos contraídos. 

            Muy a colación de la deuda pública, la OCDE emitió recientemente un interesante gráfico analizando el comportamiento per cápita del endeudamiento del sector público.

            Sin proporcionar más datos acerca del tamaño poblacional, el tipo de cambio de referencia y el valor de la deuda total del sector público en dólares, el gráfico del organismo internacional  en alusión a América Latina ubica a Barbados como el país con mayor endeudamiento per cápita con 17 mil 142 dólares. 

            Le sigue Uruguay con 12 mil 879 dólares per cápita, Argentina su población debe 12 mil 744 dólares por habitante y  en la depauperada Jamaica azote de la naturaleza, cada persona debe 10 mil 956 dólares. 

            En un segundo bloque figuran Brasil con 10 mil 265 dólares per cápita,  luego están los mexicanos con una deuda pública per cápita de 8 mil 490 dólares, una que además se encarece doblemente en la medida que el dólar gana terreno respecto del peso y las tasas de interés en el mercado internacional se ajustan a la alza. 

            Al día de hoy cada mexicano debe 169 mil 800 pesos, el equivalente a un auto de alta gama, y digo a día de hoy porque tomé como base un tipo de cambio de 20 pesos por dólar.  Y con el efecto Trump, el nuevo shock muy seguramente presionará el endeudamiento por persona. 

            En América Latina son Chile, Perú y Paraguay las economías en las que sus habitantes tienen el menor endeudamiento público per cápita con 3 mil 463 dólares, 2 mil 812 y 2 mil 075 dólares respectivamente.

A COLACIÓN

            La OCDE no menciona la proporción de la deuda del sector público respecto del PIB  pero de acuerdo con el Anexo Estadístico del Segundo Informe de Gobierno, la deuda pública total incrementó 21% en menos de dos años, de la presente administración; al pasar de 5 billones 890 mil 846 millones de pesos a 7 billones 125 mil 895 millones de pesos.

Con esta última cifra, la más reciente, difundida en las estadísticas oficiales la deuda pública total representa el 42% del PIB y todo apunta a que terminará el sexenio duplicando la que se obtuvo en el sexenio del presidente Vicente Fox quien recibió la deuda pública total en 2 billones 185 mil 277 millones de pesos y la dejó en 2006, en 3 billones 135 mil 339 millones de pesos.

Al final del sexenio peñista, la deuda pública podría llegar hasta el 60% del PIB, si consideramos todos los pasivos que han ido sumándose con cargo al erario público provenientes de “rescates” de pasivos laborales de empresas que antes eran paraestatales.  Harto preocupante…

 

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