¿Existirán las pensiones en 30 años?

En el intervalo de esa generación (los nacidos entre 1946 y 1965) se encuentran mis padres y digamos que representan el arquetipo clásico de la época: casados, profesionistas con un contrato laboral estable y cuatro hijos en promedio, adquirieron su vivienda pagándola en cómodas facilidades y a todas sus hijas les dieron educación en universidades privadas. Y ahora disfrutan de una jubilación con una paga mensual, vivienda propia y toda la familia emancipada; es decir, una dulce vejez sin tribulaciones. 

Yo estoy consciente que lo que ellos tienen –la paga de la pensión-, yo al menos creo que no lo tendré (aunque mi esperanza de vida es superior a la de ellos)  y básicamente por varias razones: 1) Dudo mucho que el sistema privado de pensiones administrado por la CONSAR exista en treinta años. 2) No creo que lo ahorrado en el sistema público de pensiones  esté en pie dentro de dichas décadas. 3) La inestabilidad demográfica y laboral será tan acuciante que impedirá seguir lubricando el abono de las pensiones futuras. 

No quiero ser ave de mal agüero pero si analizamos el presente podemos entonces prever el futuro (y yo como economista así lo avizoro a partir de la evidencia estadística actual) en México, por desgracia, no se está capitalizando el llamado bono demográfico. 

Con 120 millones de  habitantes, en estos momentos existe un amplio intervalo etario  en edad productiva,  una fuerte presencia de personas entre los 15 a los 64 años, se trata del bono demográfico que tocará su cénit en 2050. 

Desde el inicio del nuevo siglo y milenio fueron más notables los cambios en la pirámide poblacional en comparación con décadas anteriores en las que prevalecieron los niños de 0 a 14 años y la población adulta en edad de retiro a partir de los 64 años. 

Dicha tendencia ha ido modificándose en parte por cambios en la tasa de natalidad, aumentos en la longevidad de hombres y mujeres, las parejas tardan más en formar hogares con hijos, etc. 

De esta forma arribamos a 2010 con una pirámide que se adelgaza en su base debido a una menor tasa de natalidad y ensancha más en la parte de en medio que corresponde a los grupos de edad de 15 a 64 años, mientras que la punta seguirá engrosándose, inevitablemente. 

De lo que estamos hablando es de que opera un cambio de proporción entre la población no productiva (niños y personas en edad de retiro) respecto a la población en edad productiva. 

Si tenemos 68.04 millones de personas en edad productiva, 31.32 millones en el rango de 0 a 14 años de edad y 8.64 millones de personas con más de 65 años de edad, en 2010 encontramos que por cada persona en edad no productiva existen 1.7 personas en edad productiva. 

Las implicaciones van a futuro, antes de 2020 habrá dos personas productivas por cada persona no productiva, es un hecho sin precedentes en nuestro país, una ventana de oportunidades para el crecimiento, el ahorro interno, debido a tanta gente produciendo. 

De allí la urgente necesidad de erigir las bases efectivas para aprovechar ese cúmulo humano en edad productiva, que por supuesto después del año 2050 pasará a ensanchar la punta de la pirámide creando una presión sobre de las políticas públicas, ahorros para el retiro y las pensiones primordialmente las que paga el sector público. 

Deben crearse las canales de acceso a incluir a todos los excluidos del sistema formal bancario, pensiones, viviendas, seguridad social, salud, educación, de no hacerlo cuando revierta el bono tendremos graves problemas con un Estado quebrado e imposibilitado para pagar a sus pensionados, además de una incertidumbre sobre la existencia del esquema actual privado del ahorro para el retiro y una población bastante longeva y no productiva que requiere doctores, medicinas, vivienda, alimentación, servicios, etc.

A COLACIÓN

No, amigo lector, por favor no se crea que México es el único país en donde peligra el futuro de las pensiones y jubilaciones de su población; lo es en prácticamente todo el mundo desconozco si el sistema suizo es infalible pero muchos países desarrollados e industrializados están en las mismas circunstancias.

Tomemos un caso: España, el déficit de su sistema de pensiones y  su deuda pública  superó el 100% de su PIB que aunado a la parálisis en su administración pública (debido al enrocamiento ante la falta de Gobierno) tiene en vilo la hucha de las pensiones.  España sólo podrá pagar un año más a sus pensionados y después la bruma… una que tampoco despeja el futuro porque se estima que 5.4 millones de habitantes dejarán de existir en 50 años. Aquí todavía está peor el escenario,  ¿quién trabajará para garantizar las pensiones de los ya retirados? 

 

 

 

 

 

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