Para celebrar el 90 aniversario del inicio de las exploraciones en la Zona Arqueológica de Tenayuca, entregan facsimilar de la pintura mural Altar Tzompantli

Los expertos lograron igualar colores, formas y texturas de la obra original realizada en el periodo Posclásico Tardío (1300-1521 d.C.), cuyo diseño iconográfico presenta cráneos y huesos cruzados que hacen referencia a la muerte.

Liliana Giorguli Chávez, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC), dijo que al entregar la réplica se le da un nuevo aliento a este sitio arqueológico del Estado de México.

La reproducción es el resultado de un proyecto de colaboración entre la CNCPC y la Zona Arqueológica de Tenayuca. Beatriz Zúñiga, investigadora responsable del sitio, solicitó el apoyo hace un año para crear una reproducción del mural, debido a que el original fue retirado por motivos de conservación a finales de los años sesenta del siglo pasado.

A partir de esta semana, el público podrá apreciar la réplica —de 37.5 cm de ancho por 97 cm de largo— en el Museo de Sitio de Tenayuca “Xólotl”. Para su elaboración se tomó como base una imagen digitalizada que proporcionó el Museo Nacional de Antropología (MNA), donde se conserva la pieza original.

A la ceremonia de entrega asistieron Ricardo Jaramillo, director del Centro INAH Estado de México; Beatriz Zúñiga, investigadora responsable de la Zona Arqueológica de Tenayuca; Yolanda Santaella, restauradora de la CNCPC, e Isabel Villaseñor y Marcela Mendoza, responsables de la reproducción.

Yolanda Santaella, quien se encargó de hacer el retiro y restauración de la pintura mural original hace casi 50 años, expresó su satisfacción por ver una réplica del mural en el sitio, el cual fue separado de la estructura conocida como Altar de las Calaveras, en 1968, por problemas de humedad y corría el riesgo de perderse.

 La restauradora Isabel Villaseñor, subdirectora de Investigación para la Conservación, explicó que la técnica utilizada para hacer la réplica fue creada y desarrollada por la empresa ARSUS Paper de España. Consiste en hacer impresiones de inyección de tinta sobre papel gel, que son transferidas a un soporte de piedra, madera o tela. Para el caso del mural se eligió una resina epóxica con un marco de aluminio y un acabado rugoso hecho con polvo de piedra, lo que permitió reproducir con fidelidad formas, colores y rugosidades.

El propósito de elaborar un facsímil de una de las pocas obras murales existentes de la cultura mexica, obedece a que “queríamos devolver una pieza fundamental al sitio arqueológico de Tenayuca, para que los visitantes comprendan mejor su desarrollo histórico”.

Además se buscó utilizar un nuevo método que ofrece una alternativa eficaz para restituir fragmentos de obras de gran formato, o bien para hacer reproducciones como en este caso.

En el proyecto participó el restaurador Gabriel Severino Flores, quien elaboró un soporte con una base de aluminio a la que se le aplicó resina epóxica mezclada con arenas y recubierta con pintura blanca sobre la que se efectuó la transferencia de la impresión plasmada en el papel gel. La diseñadora Marcela Mendoza se encargó de las pruebas de impresión.

En total se hicieron 15 pruebas con distintos soportes de piedra, tabique y madera, y se usaron varios adhesivos hasta que se logró una transferencia casi perfecta. Los ensayos realizados formarán parte del primer banco de muestras de la CNCPC, y servirán como parámetros para posteriores intervenciones.

La pintura mural Altar Tzompantli de las Calaveras fue localizada en Tenayuca durante los trabajos de exploración que se efectuaron entre 1925 y 1928. “Estaba en una cavidad rectangular al interior del Altar de las Calaveras, el cual tiene labradas en piedra las mismas representaciones de cráneos y huesos largos. Se ubica al pie de la escalinata sur del Templo Mayor de Tenayuca, en el lado que corresponde a Huitzilopochtli”, explicó Beatriz Zúñiga, investigadora responsable de la Zona Arqueológica de Tenayuca.

Es probable, añadió, que la pintura se extendiera por los cuatro lados de la cavidad, pero cuando se hizo la exploración solamente se encontraron dos fragmentos, uno pequeño que se perdió con el paso del tiempo, y el más grande que está en el MNA.

La obra prehispánica presenta tonalidades azules, rojas y negras sobre un soporte blanco. De acuerdo con el pintor Miguel Ángel Fernández —quien trabajó en el sitio al lado de los pioneros de la arqueología José Reygadas,  Alfonso Caso, Ignacio Marquina y Eduardo Noguera en la década de los veinte del siglo pasado—, la pintura se elaboró a mano alzada con pincel.

La obra mural corresponde a la última etapa de Tenayuca, cuando este pueblo ya estaba vinculado con los mexicas. “El diseño es semejante a las representaciones del Templo Mayor de Tenochtitlan y Tlatelolco, por lo que no hay duda de que fueron grupos nahuas los que la realizaron durante el periodo Posclásico Tardío”, sostuvo la arqueóloga.

Junto con la réplica se entregó el video Tenayuca en busca del pasado perdido, el cual narra la historia del asentamiento prehispánico y los trabajos de exploración iniciados en 1925. El documental se proyectará diariamente en la sala audiovisual del museo de sitio.

El Museo de Sitio de Tenayuca “Xóloltl” se ubica en la calle Quetzalcóatl s/n, San Bartolo Tenayuca, Estado de México.  Abierto de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. Costo: 50 pesos, incluye la visita a la Zona Arqueológica de Tenayuca. Acceso  gratuito para estudiantes, profesores y adultos mayores con credencial. El domingo la entrada es libre para público nacional y extranjeros residentes con identificación oficial.

 Fuente: (INAH)

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