La muestra escultórica “Espejismos” conmemora cuatro décadas de trayectoria del artista plástico Leonardo Nierman

Gracias a la colaboración de ambas instituciones, el público tendrá la oportunidad de admirar  de manera gratuita el trabajo escultórico de este creador de amplio reconocimiento nacional e internacional, y quien considera que “una obra de arte no está terminada hasta que no encuentra a un despistado que le dedique un pequeño momento de su tiempo y de su vida”.

Bajo la curaduría de Luis Rius Caso, la exposición está integrada por 21 piezas de gran formato que provienen de la serie “Espejismos del tiempo”, y las cuales fueron elaboradas con acero inoxidable, el material preferido de Nierman, y representan un resumen de buena parte de sus búsquedas, relacionadas con el movimiento, la armonía, la belleza, la música y la poesía.

Concebidas a partir de un criterio diametralmente opuesto al de la escultura en bulto, las obras pertenecientes a esta muestra son invadidas por el espacio tanto al exterior como al interior, por medio de oquedades y diferentes soluciones formales estilizadas, propicias para que éste las atraviese; recuerdan en todo momento a la pintura de su autor, con la diferencia de que el color les viene de afuera, al reverberar en el espejo de su material.

Nacido en la Ciudad de México el 1 de noviembre de 1932, Leonardo Nierman es un artista plástico que goza de un amplio reconocimiento nacional e internacional. Su obra forma parte de muy diversas colecciones públicas y privadas, desde la década de los años cincuenta del siglo pasado, cuando empezó a destacar. Desde entonces ha expuesto en numerosos museos y galerías de México y el mundo, incluyendo infinidad de espacios urbanos que han presentado su trabajo mural y su obra escultórica.

Su experiencia es paralela a la de varios exponentes de la llamada Generación de la Ruptura, pero a pesar de compartir ciertos principios y búsquedas con ellos, su camino ha sido independiente. También se le puede asociar con el devenir del arte abstracto en México y allende nuestras fronteras, pero más en un sentido de afinidad que de pertenencia a determinada tendencia, generación o agrupación.

El Atrio de San Francisco fue uno de los primeros espacios recuperados del Centro Histórico de la Ciudad de México; es una plaza de reunión donde se ofrece a todo público la posibilidad de admirar exposiciones de grandes creadores nacionales e internacionales, así como montajes y programas de actividades en apoyo a las tradiciones populares. Por su situación estratégica sobre la vía de acceso peatonal más importante del Centro Histórico, el Atrio de San Francisco es un punto de referencia que acoge a miles de visitantes cada año, a quienes brinda la oportunidad de convivir en un ambiente amable y propicio para la interacción social, este último uno de los objetivos de la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Fuente: (bellasartes.gob.mx)

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