Cuando el coyote aulla y merodea alguna casa, está anunciando la muerte de alguien cercano, según una leyenda cucapá

Esta tradición oral milenaria fue recogida por el investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Miguel Wilken Robertson, la cual escribió como parte del libro “Una separación artificial: Grupos yumanos de México y Estados Unidos”. 

El catedrático consideró que la tradición oral y la música narrativa es distinta en cada uno de los grupos yumanos, hualapai, yavapai, kumiai, pai pai y cucapá, sin embargo, existen coincidencias importantes. 

Describió que mientras que existen claras variaciones localizadas, una comparación de mitologías yumanas, tanto al norte como al sur de la frontera, revela patrones arquetípicos comunes en la región entera.

“Una composición de esos motivos podría verse como lo siguiente: Desde bajo el agua o bajo la tierra, los primeros creadores emergen. Ellos son usualmente dos varones emparentados y uno con frecuencia es ciego o incapacitado”, dijo, al analizar la narrativa tradicional. 

Agregó que esos dioses crean cosas e intentan poner el mundo en orden, además de que hay una jerarquía entre esos dos creadores, exhiben cualidades humanas, y el creador más viejo muere y es cremado, “pero durante la cremación, el coyote se roba el corazón y se lo come”.

La cremación mortuoria del dios creador y su ataque por el coyote es un paisaje compartido por los grupos hualapai, yavapai y kumiai, observó, pero este elemento no se encuentra en la cosmovisión cucapá. 

En la tradición oral cucapá persiste el relato compartido con la etnia pai pai, en la cual, el coyote aparece como devorador de corazones humanos, pero no de dicho órgano de alguno de los dioses creadores, citó.

“El coyote es el más astuto de los animales. Cuando ocurre algo, por más lejano que se encuentre del lugar de lo sucedido, se acerca a las casas. Aunque dicen que es un animal de mal agüero, no lo es”, expresó Wilken sobre la narración cucapá.

“Cuando se acerca a la gente es para avisar de algo que pasó. El coyote sabe quién va a morir próximamente, y por eso advierte a los parientes. Cuando el que ha de morir es un familiar lejano, aúlla lejos. 

“Pero cuando lo hace cerca y cuatro veces, dentro de unos días morirá un familiar muy cercano”, relató.

Refirió que la astucia del coyote se debe a su pasado como devorador de corazones humanos, pues hace mucho tiempo cuando se cremaba algún muerto, el coyote aprovechaba los descuidos de los encargados de la cremación, y les robaba el corazón para comérselo. 

Indicó que eso sucedía muy seguido, por eso la gente empezó a darle tareas al coyote cuando se iba a realizar una incineración mortuoria, “sin embargo, el coyote regresaba a tiempo para robar el corazón del difunto”. 

Actualmente, los indígenas cucapás de Sonora todavía realizan la cremación funeraria, pues es una práctica con la que garantizan el ingreso del fallecido al más allá.

Fuente: (Notimex)

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