Emprender pero no perder

Cuando alguien tiene la intención de abrir un negocio,  el tiempo que demora en verlo concretado depende de una concatenación de factores: 1) Si será un negocio personal, familiar o entre amigos. 2) El número de socios. 3) Cuál es el objetivo de mercado.  4) De dónde obtendrán los insumos o los productos necesarios. 5) Cuántos de éstos se adquieren en el mercado nacional y cuántos provienen de la importación  razón para considerar el tipo de cambio. 6) Si es una idea novedosa u original protegerla mediante las patentes y el registro de marcas correspondientes. 7) Realizar un estudio relacionado con el número de empleados, el costo de nóminas más seguro social, afore etc. 8) Valoración del capital inicial cuánto aportará cada socio y el tiempo estimado  para cubrir imprevistos, nóminas y reinversión de stock hasta que el flujo de efectivo de la empresa emerja de los propios ingresos por ventas. 9) Evaluar si para arrancar el negocio es imprescindible contratar un crédito y  el banco con  las mejores condiciones. 10) Detectar si hay forma de obtener un  paraguas financiero gubernamental para emprendedores. 11) Considerar el pago de licencias, trámites, darse de alta en Hacienda hasta apoyarse con un contable.

Es decir, que la idea del papel a la práctica puede resultar más engorrosa de lo que uno imagina, quizá por ello determinadas personas deciden abortar sus proyectos o bien implementarlos en la economía informal.

Lo cierto es que México debe realizar más esfuerzo en introducir mejores prácticas para favorecer la proliferación de las empresas y que el ciudadano ahorre tiempo y dinero en trámites y no termine perdido, rendido y harto en un laberinto sin salida. 

Time is money. Precisamente, Doing Business 2015: más allá de la eficiencia, documento que elabora el Banco Mundial a manera de análisis anual acerca de 189 economías, destaca que en comparación con 2005 cada vez hay más países (127) en los que se puede abrir un negocio en  menos de 20 días.

Es Singapur  el país con mayores facilidades para echar a andar una empresa con una valoración del 88.27 (entre más cercano a 100 significa una eficiencia y prontitud total)

Le siguen: Nueva Zelanda (86.91); Hong Kong (84.97); Dinamarca (84.20); República de Corea (83.40); Noruega (82.40); Estados Unidos (81.98); Reino Unido (80.96); Finlandia (80.83) y Australia (80.66)

México figura hasta el sitio 39 mucho después de dos economías latinas como son Colombia en el renglón 34 y Perú en el 35. Al país azteca le pesan demasiado varios aspectos como la corrupción, la burocracia, el avance del crimen y los robos, las tasas impositivas y las regulaciones impositivas complejas. 

Mientras el cáncer de la corrupción no sea contrarrestado, así como el potencial empresario y tanto el incipiente emprendedor no cuenten con el marco de seguridad apropiado,  y sean fácilmente extorsionados  por la industria del crimen  no habrá forma de que la microeconomía sea un motor de empleo. 

También, lo quiero subrayar, las tasas impositivas y su complejidad que cada año sucedan cambios fiscales es una incertidumbre en contra de los negocios.

Cuando hace algunos años se gravó al sushi con un impuesto suntuario porque un grupo de legisladores lo consideró “de lujo”, varias decenas de establecimientos expendedores de sushi quebraron no soportaron el nuevo impuesto porque además el grueso de su clientela son trabajadores en busca de un menú asequible.

Fue hasta después del daño que se hizo en estos microestablecimientos y restaurantes que se eliminó el susodicho impuesto suntuario. Pero, el  galimatías reinicia cada doce meses.

A COLACIÓN

Se inicia por registrar el nombre de la empresa su razón social, su giro económico algo que generalmente olvida un emprendedor es  cubrir la idea bajo una patente o marca si es algo novedoso.

México es uno de los países con menor tendencia a proteger tanto  la propiedad intelectual como empresarial y debería ser todo lo contrario máxime en tiempos en que prolifera lo apócrifo. 

 

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