Socialismo de mercado

Lo que es siempre incierto es la temporalidad de esos altibajos, su duración. En los últimos veinte años las grandes turbinas del capitalismo tanto en Estados Unidos como en Japón han padecido cada vez más seguido por crisis de crecimiento.
Como les acontece a los infantes que justo cuando van a dar el estirón o les saldrán los dientes se enferman y hasta sufren por fiebres inusitadas. El ciclo estadounidense es el mejor de los ejemplos, y para los agoreros del fin del capitalismo cualquier atisbo de debilidad es interpretado como la inmediata sentencia de muerte de la propiedad privada, el comercio global, la liberalización económica y la sepultura del  dólar.
Pero el capitalismo no va a morir por sí mismo, porque insisto, está en su ADN  la naturaleza acumulativa y destructiva que además le dinamiza para seguir formando la espiral. ¿Qué lo podría matar? La estatización, la apropiación del Estado por un grupo en el poder que llegue a abolir el derecho a la propiedad privada. Si le quitas todo valor a la esencia de la acumulación entonces pierde su razón de ser y con eso además minas la competitividad, la competencia, la avaricia, la ambición, etc.
Yo creo que el capitalismo seguirá en su proceso de transformación muy de la mano ahora de la @economía, la era digital y la robótica de lleno en los procesos productivos por eso es que creer que la más reciente caída de la Bolsa de Shanghái debe ser interpretada como el fin del capitalismo chino me parece en suma osado.
Esta economía adolescente ha tenido una de esas crisis de crecimiento que explicaba parráfos más arriba, la púber China ha venido reajustando su tasa anual de PIB a un menor ritmo lo que es propio del capitalismo porque aunque sea una plutocracia  y tenga restringidas muchas libertades  ha logrado, con su socialismo de mercado, convertirse en esencial artífice del mapamundi internacional.
Es decir, lo inusitado sería exigirle a China que creciera de forma permanente y estable a tasas anuales del 10% como lo hizo en 2003 y  2004; o inclusive del 14.2% como en 2007. Creer que permanecerá ceteris paribus  no haría más que levantar sospechas de que algo está trucado.
Y me parece un absurdo imaginar siquiera que además China se encerrase en su “muralla” para impedir que los  acontecimientos globales  derivados de la recesión de 2008 padecida en la Unión Europea (UE) y en Estados Unidos aunada a la de Japón no le impactara en lo más mínimo.
El más reciente descalabro bursátil con un batacazo del 8.5% en el Shanghái Composite afectó a miles de pequeños ahorradores que perdieron su dinero allá donde otros ganaron. La naturaleza del capitalismo.
¿Hay que llamar a los bomberos para apagar el fuego porque llegó la hora del colapso chino? Me parece que no. China su devenir y proceso inmediato  no debe analizarse exclusivamente bajo el cartabón ni de Estados Unidos, Alemania o Japón.
El meollo es que su peso preponderante en el comercio mundial y su interrelación vital con economías claves es lo que hace temer los efectos que provocará cuando le llegué la hora de la otra cara de la moneda.
Recordemos  que los clientes principales de China, países a los que exporta son: Estados Unidos (17%); Hong Kong (15.5%); Japón (6.4%); Corea del Sur (4.3%);  Alemania (3.1%); Países Bajos (2.8%); Vietnam (2.7%); Reino Unido (2.4%); India (2.3%), y Rusia  (2.3%); entre otros.
Entonces si en los últimos siete años cinco de sus principales socios que le compran manufacturas, bienes, productos, insumos made in China entraron en recesión o ralentizó su PIB y en consecuencia aminoraron sus importaciones obviamente es negativo para la economía asiática. El comercio significa cerca de la mitad del PIB chino.
A COLACIÓN
China rompe todos los cánones de la teoría económica sobre todo los que vienen de Oxford y de Harvard, mientras Estados Unidos y Reino Unido enarbolan el binomio democracia y capitalismo, China tiene el suyo propio:  un Estado comunista y centralizado administrado por el Partido Comunista que ha venido liberalizando ciertos sectores de la economía aunque no de forma generalizada en la propiedad privada.
En los últimos años después de que el PIB rozó el 14.2%  en 2007 inició desde entonces un descenso en la expansión de su producto: 2008 con 9.6%; 2009, 9.2%; 2010 un 10.4%; 2011 9.3%; 2012  y 2013 en ambos bajó hasta 7.8%; y en 2014 se ubicó en 7.4%. Este año el pronóstico repite el 7 por ciento.
¿Es el Armageddon? No, es simplemente resultado de la recesión experimentada por parte de sus socios combinada además con el bucle propio del capitalismo (acumulación, destrucción, expansión) y las reformas implementadas por el  Ejecutivo del dragón asiático hasta 2020 con la finalidad de hacer más competitivo tanto su mercado bursátil, cambiario y financiero en su socialismo de mercado.

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