Artistas mexicanos intervendrán espacios emblemáticos de Cuba durante la 12ª Bienal de La Habana

Bajo el lema “Entre la idea y la experiencia”, el encuentro contará con la presencia de una delegación de artistas, como Carlos Amorales, Sandra Calvo, Gilberto Esparza, Demián Flores, Héctor Zamora y Dr. Lakra, gracias al apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).
En entrevista, Héctor Zamora indicó que su propuesta Ensayo sobre lo fluido es una intervención sonora y lumínica al edificio de la Escuela de Música de la Universidad de las Artes, el cual se encuentra desalojado, ya que nunca fue usado, pues se abandonó durante su construcción, desde la década de los años sesenta.
Lo importante, dijo, es que “se está iluminando por primera vez el inmueble; es un gesto muy grande, porque nunca fue usado y es un edificio impresionante, de una arquitectura maravillosa, del arquitecto Vittorio Garatti, un italiano famoso, y por primera vez le estoy dando luz a esta construcción”.
La parte más intensa de la intervención será la sonora, la cual estará a cargo de 70 músicos cubanos, quienes estarán dispuestos a lo largo del edificio para interpretar la obra ex-profeso de la compositora cubana Wilma Alba, por lo que “no van a tocar música que ya existe. Es especialmente creada para ser tocada en la pieza, más que música es una pieza sonora”.
Por ello, Héctor Zamora destacó que se trata de una intervención “bastante arriesgada, intensa, ambiciosa, que toca mucho de la complejidad de estar trabajando en Cuba, con las condiciones que existen aquí; crear algo de esa envergadura. Es una obra monumental en el sentido de lo que implica, el trabajo de todo el equipo que está envuelto en el proyecto, del esfuerzo físico y de llevar a 70 músicos”.
El público cubano disfrutará de esta propuesta artística el próximo jueves 21 de mayo, así como el lunes 25 a las 19:00 horas, donde el autor busca reflexionar “a partir de este edificio abandonado, que de alguna manera simboliza lo que podría haber sido todo este periodo que pasa Cuba después de la Revolución; cómo de pronto ese gran sueño, porque el edificio era maravilloso, queda estancado, en un abandono y en un deterioro por el tiempo.
De película. Performance dará vida a un cine
Por otra parte, Carlos Amorales realizará un performance en el Cine Verdún para participar en la Bienal de La Habana. “Esencialmente es una pieza musical que vamos a presentar en un cine abandonado, pues en la isla hay muchos. Era una de las ciudades que más cines tenía, por la idea del cine de barrio, pero en los últimos años muchos cines se han sido abandonado o son utilizados para otras cosas”.
Pero la propuesta va más allá, pues será “una especie de función de cine, digamos fantasma, sin utilizar algún medio de cine, va a constar de un teatro de sombras y una suite que va a ser tocada por 42 músicos con güiros”, para lo cual el creador mexicano trabaja con el compositor Luis Alberto Mariño, quien se encarga de traducir el lenguaje visual de Amorales al lenguaje musical.
Con duración de 25 minutos, este performance se presentará el próximo viernes 22 de mayo a las 20:30 horas en el Cine Verdún a fin de, según su creador, “revitalizar un espacio que se perdió, un cine abandonado; hay la idea de hacer una sesión de cine con los mínimos elementos, sin proyector, sin película, pero jugando con una pantalla, con la música, con la luz”.
Para ambos artistas esta es la segunda ocasión en que participarán en la Bienal de La Habana, ya que Héctor Zamora estuvo en la de 2006 y Carlos Amorales se presentó en la 10ª edición, para lo cual han tenido que encarar las complejas condiciones para el ámbito de la creación que se vive en la isla caribeña.
“A mí me gusta trabajar en este tipo de lugares, donde las cosas no son tan fáciles, un poco como el lado b; no estamos en el mainstream del arte contemporáneo, Nueva York o Londres; estamos en un lugar donde la vida está día a día, eso para mí es más inspirador que estar en una ciudad donde las cosas ya son más tiesas, donde ya no hay tanta frescura”, dijo Héctor Zamora.
También Carlos Amorales reconoció que es una bienal que se da en circunstancias especiales, “por la manera en que es Cuba, porque trabajas en condiciones diferentes, en una situación muy particular y eso como artista te permite pensar tu obra de otra forma, por ejemplo, trabajo con un mínimo de recursos, estoy dibujando un montón, estoy haciendo un montón de cosas que normalmente no haría. Eso lo hace atractivo, porque tengo otra manera de encarar la realidad artística”.
Señaló que además este encuentro por primera vez se abre a diferentes espacios de La Habana, a fin de que las piezas se presenten en el entramado de la ciudad y se da en un momento coyuntural.
Recordó que si bien la Bienal de La Habana tuvo un papel de suma importancia en años anteriores, pues fue la que abrió espacios a artistas de África, Latinoamérica y Asia. El llamado Tercer Mundo ahora se “vuelve interesante por Cuba misma, por la posibilidad de trabajar aquí”, sobre todo en esta época en que se comienzan a descongelar las relaciones con Estados Unidos, “es un momento en que Cuba puede cambiar, es interesante en ese sentido”.
Justamente, Héctor Zamora destacó que “estamos en un periodo importante de la historia de Cuba en que se dan estas nuevas conexiones; se abre el diálogo internacional. Hay cambios sustanciales no sé si para bien o para mal, pero están siendo los cambios, el poder reflexionar sobre esa situación se vuelve algo importante en este momento”.
La delegación de artistas mexicanos asiste a la 12ª Bienal de La Habana, la cual se llevará a cabo del 22 de mayo al 22 de junio, con apoyo del Conaculta y la Secretaría de Relaciones Exteriores, a fin de reflexionar sobre la realidad cubana e intervenir sus espacios con estas propuestas artísticas.

Fuente: (CONACULTA)

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