Muertos de hambre

¿Para qué sirve un incremento de dos pesos con 81 centavos en el salario mínimo en México? Esto es, 0.18 centavos de dólar o 0.14 centavos de euro. En el dicharachero popular es una mentada de madre y en la terminología económica ubicarlo, para el próximo año, por debajo de la inflación es continuar con su depauperación.
Se trata de una readecuación que no impacta en el bolsillo del trabajador de ninguna forma es crearle un salto al vacío para su constante degradación socioeconómica. Salario indigno, salario de hambre.
Si la inflación en 2014 cerrará por encima del 4.75% en México y los salarios se reajustaron en el año por debajo del 4% en términos nominales, en realidad su ajuste fue mucho menor y quedó erosionado por que el precio de la canasta básica reajustó por encima del 7% más los sendos ajustes al precio de la gasolina a lo largo del año.
Para 2015, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) realizó otro anuncio abyecto: a partir de enero próximo, el reajuste para los mínimos será de 67.29 a 70.10 pesos diarios en el área geográfica A; y pasará de 63.77 pesos a 66.45 pesos  diarios en la B.
Me pregunto si alguno de nuestros políticos podría  solventar mensualmente  todos los pagos correspondientes ya no digamos con un salario mínimo,  vamos ni con dos.
Estamos condenando generacionalmente a una parte de la poblacion económicamente activa a percibir un salario que no hace más que decirles que tienen un empleo que no sirve para satisfaccer sus necesidades ni personales ni familiares.
Durante años he escrito en contra de la estratificacion geográfica, en tres zonas A, B, y C del mínimo, argumentando  que competir por costos de produccion subsume a la miseria laboral a la parte menos cualificada de la poblacion  y a su vez más necesitada.
Finalmente, re-estratificaron en A y B, empero me sigo oponiendo el mínimo  tiene que unificarse en una sola línea  a fin de evitar que esas desigualdades se traduzcan en desplazamientos de mano de obra  a las entidades donde están asentadas las maquilas y que son las surtidoras de Estados Unidos. O todos coludos o todos rabones.
Y si en 2014, la inflación esperada terminará por encima del reajuste real de los microsalarios, para el próximo año la tendencia apunta cercana al 5% cuando el ajuste ha sido del 4% nominal.
Hoy en día una familia mexicana formada por cuatro miembros, padre y madre, y dos menores de edad, no alcanzaria a cubrir los satisfactores basicos de una dieta regular marcada por los nutriólogos, ni con uno, dos o tres salarios mínimos mensuales.
Ahora que si los condenamos a comer tortillas, chile  y pan puede que sí sobrevivan mensualmente por que ni para  comer frijoles tendrán.
A COLACIÓN
La presencia del salario mínimo es quizá la prueba más fehaciente de la necesidad de la intervención del gobierno en el mercado, en este caso del laboral, como  aires de un keynesianismo que cada vez cuesta más identificar en la era del neoliberalismo adusto de la escuela austriaca de Von Hayek, en pleno sol del siglo XXI.
Contar con este piso para fijar los salarios es digamos una de las primeras conquistas de los trabajadores en el incipiente capitalismo del siglo XIX, empero, también ha sido una forma de anclar las revisiones salariales con base  a la inflación y las expectativas inflacionistas inmediatas.
Y con el andar del tiempo ha persistido el debate entre aquellos apologistas de mantener el salario mínimo y los liberales a favor de la ley de  oferta y demanda, para el precio del factor trabajo.
Este año precisamente, Alemania que carecía de una regulación al respecto del salario mínimo, una de las concesiones otorgadas por el gobierno de la canciller Angela Merkel para los trabajadores en el país germano es  la instauración de un salario mínimo.
El Bundestag avaló con votos mayoritarios a favor la propuesta de la canciller y será a partir del primero de enero de 2015 que el sueldo mínimo germano aplicado consistirá en  8.5 euros brutos la hora, esto es, 153 pesos la hora a un tipo de cambio de 18 pesos por euro.
Alemania se une así a los 21 países de la Unión Europea (de un total de 28) que cuentan con un tabulador de salario mínimo.
Otro país que ha dado de qué hablar en el renglón es Suiza (no es miembro de la UE); justamente en mayo pasado, los sindicatos helvéticos  propusieron elevar el salario mínimo a 18 euros por hora, el más elevado del mundo.
Lo más interesante es que fue convocado  un referéndum y la propia población rechazó la medida, un 76.3% de los votantes,  se manifestó en contra de un mínimo de lujo.
Las campañas mediáticas y las mesas de análisis previas a la votación argumentaban que el gobierno podría equivocarse en reajustar el salario mínimo dado que los efectos en el mediano y largo plazo provocarían un desplazamiento de las curvas de oferta y demanda en el mercado laboral derivadas de que los propios industriales, empresarios y demás empleadores para reequilibrar sus costos de producción, entre fijos y variables, terminarían recurriendo a la fórmula clásica de reducir áreas y plantillas de trabajadores. Esto es, el resultado social sería desempleo.

Leave a Reply