José Revueltas, el escritor y disidente duranguense que vivía como pensaba

Como un festejo al centenario del natalicio del escritor y disidente duranguense, la Feria Internacional del Libro (FIL) 2014 le realizará un homenaje este 4 de diciembre en el Salón 1 de la Expo Guadalajara, el cual estará a cargo de los escritores Elena Poniatowska, Jaime Labastida y Eduardo Lizalde.

El filólogo Philippe Cherón, quien junto con Andrea Revueltas realizó hace más de tres décadas la primera compilación de sus obras, ha destacado que en los textos de Revueltas había mucha rebeldía y un pensamiento de indignación por las condiciones de inseguridad y miseria de los seres humanos.

Autodidacta y primeros encarcelamientos

José Revueltas  nació en Santiago Papasquiaro, Durango, el 20 de noviembre de 1914. A los seis años se muda con su familia a la Ciudad de México, en donde estudia en el Colegio Alemán y en una primaria pública. Tras el fallecimiento de su padre, la familia padece una crisis económica, por lo que debe abandonar la escuela antes de concluir el primer año de secundaria, sin embargo siguió adquiriendo conocimientos de manera autodidacta en la Biblioteca Nacional.

Tenía 14 años la primera vez que pisó la cárcel, un reclusorio juvenil, por participar en una manifestación en el Zócalo. A los 18 lo mandan a las Islas Marías, y aunque sale, vuelve de nuevo a los 21 años tras organizar una huelga de peones agrícolas en Camarón, Nuevo León. Desde entonces soñaba con la justicia social y fue perseguido por ello, sin embargo no cedió nunca, pese a la presión que recibía o a su propio sufrimiento en el que caía por su filosofía marxista.

De la novela a la poesía

“Los muros de agua” (1941), “El luto humano” (1943) y “Los días terrenales” (1949) fueron sus tres primeras novelas. También se desempeñó como periodista. En “Visión del Paricutín”,un reportaje que hizo en 1943 para el diario nacional El popular, logra retratar la explosión del volcán con su característico estilo narrativo:

“Dionisio Pulido, la única persona en el mundo que puede jactarse de ser propietario de un volcán, no es dueño de nada. Tiene, para vivir, sus pies duros, sarmentosos, negros y descalzos, con los cuales caminará en busca de la tierra; tiene sus manos, totalmente sucias, pobres hoy, para labrar, ahí donde encuentre abrigo. Sólo eso tiene: su cuerpo desmedrado, su alma llena de polvo, cubierta de negra ceniza”.

En 1956 publicó “En algún valle de lágrimas”,“Los motivos de Caín” en 1958 y “Los errores” en 1964. Sobre la primera novela señaló: “Nosotros, los seres humanos, estamos aquí para sufrir y sólo la toma de conciencia nos revela que nuestro sufrimiento no es semejante al de los animales: sufrimos como seres humanos”.

“El apando” (1969), una de sus obras más reconocidas, la escribió tras su encarcelamiento en la cárcel de Lecumberri a raíz de su participación en el movimiento estudiantil de 1968. Sobre ese acontecimiento Octavio Paz llegó a escribir: “Todavía están en la cárcel 200 estudiantes, varios profesores universitarios y José Revueltas, uno de los mejores escritores de mi generación y uno de los hombres más puros de México”.

También escribió los cuentos “Dios en la tierra” (1944), “Dormir en tierra” (1961) y “Material de los sueños” (1974), que fue su último texto literario. Asimismo hizo obras de teatro como “El cuadrante de la soledad” y su guion cinematográfico “Tierra y libertad”.

La poesía la practicaba en privado y sus poemas han sido publicados por editoriales como el Fondo de Cultura Económica (FCE). Sobre su labor como poeta, José Manuel Mateo, expone en el prólogo de “El propósito ciego”, que cada línea escrita por Revueltas “manifiesta su necesidad, su exigencia de entrar al mundo con la potencia entera de la luz. Sus poemas, hay que decirlo, viven ya entre nosotros”.

El autor murió en la Ciudad de México el 14 de abril de 1976. Sus restos se encuentran en el Panteón Francés de la Piedad.

Fuente: (informador.com.mx)

 

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