El hit de la Marca España

De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), este año cerrará con un incremento del 5% en el flujo de turistas internacionales  respecto del observado en 2013.
El organismo anticipa en el Barómetro del Turismo Mundial que más de mil 100 millones de viajeros internacionales se desplazarán por diferentes latitudes del globo terráqueo, una cantidad de personas que para el año 2030 ascenderá a casi dos mil millones de viajeros internacionales. La OMT prevé inicialmente un mil 800 millones de turistas.
Si bien es cierto que, desde que inició el nuevo siglo y milenio, se presentó un cambio en los gustos, modas y tendencias de las personas con disposición a viajar fuera de sus fronteras naturales a tal punto que China pasó a figurar entre los cinco países de una lista de imprescindibles, hay cuatro países que de “cajón” permanecen (hasta el momento) inalterables: Francia, Estados Unidos, España e Italia.
Tres países europeos en la primera línea, cada uno bastante diferente entre sí, pero que anualmente duplican el tamaño de su población debido a la “otra población flotante”:  la de los visitantes foráneos que demandan agua, luz, servicios, comida, transporte y hospedaje.
Francia y España son dos países que han debido expandir y modernizar su red ferroviaria apostando cada vez más por la alta velocidad. Los trenes de alta velocidad son el medio de transporte más seguro, inclusive superando a la aviación.
Precisamente los franceses fueron pioneros en la materia. El Train à Grande Vitesse, el famoso TGV vertebra una red de 1 mil 200 kilómetros de líneas ferroviarias de alta velocidad.
La de España, es aún más extensa, casi duplica a la francesa:  desde 1992 que fue inaugurado el AVE (Alta Velocidad Española) de Madrid a Sevilla precisamente para la Expo, y a partir de entonces se han añadido 2 mil 230 kilómetros de líneas ferroviarias de alta velocidad en territorio ibérico y recientemente la alta velocidad traspasó fronteras entre España y Francia.
Todo ello se traduce en facilidades para la movilidad de las personas y en este caso, para los visitantes internacionales que buscan aprovechar el tiempo y rentabilizar sus opciones para conocer distintos sitios primando la razón precio-calidad.
El avión entre Madrid y Sevilla ha dejado de ser operativo al tal punto que  el primer medio de transporte entre una y otra ciudad es el AVE que sale de la estación de Atocha.
Renfe Operadora documenta que, de 1992 a 2012,  en veinte años, el AVE Madrid-Sevilla ha transportado a 53.6 millones de pasajeros y muchos son precisamente turistas que aprovechan la facilidad de llegar desde la capital hasta la ciudad hispalense en dos horas y 35 minutos; además, en el trayecto, el AVE para en Ciudad Real y Córdoba, esta última con una de las maravillas del califato como es la Mezquita de Córdoba.
No puede pasarse por alto, que la UNESCO ubica a España como  el segundo país del mundo con más declaraciones de Patrimonio de la Humanidad, un total de cuarenta y dos.
A COLACIÓN
En su conjunto, todas las actividades que forman parte de la llamada “industria sin chimeneas”, aportan el 15.2% del PIB español. El Consejo Mundial de Viajes y Turismo puntualiza que de manera “directa, indirecta e inducida”, en promedio el sector turístico aporta de media anual: 160 mil millones de euros a la economía ibérica.
El Ministerio de Economía defiende que la llamada “Marca España” incentiva el 12% del empleo, es decir,  dos millones de puestos de trabajo; asimismo, beneficia a la balanza de pagos con un superávit  que en 2013 aumentó a 33 mil 256 millones de euros.
Y cada vez van a más, sabedores de que la hostelería y los servicios ligados al turismo tienen su potencial; muy frecuentemente se añaden nuevas opciones y alternativas para hacer turismo desde el ecoturismo, el turismo  gay o las rutas gastronómicas.
Todo es cuestión del buen hacer y también del buen comer. Los españoles elevan a otro nivel el arte del turismo con esa capacidad que tienen para el disfrute. Si un pueblo sabe del buen yantar, son los españoles.
El mejor restaurante del mundo en 2013 es español, tres restaurantes  están situados entre los diez mejores del mundo y cinco entre los cincuenta primeros. El año pasado, siete restaurantes lucían la calificación de tres estrellas Michelín, 17 restaurantes la de dos estrellas, y 123 establecimientos la de una estrella.
Sin duda,   los españoles han aprendido de los franceses a vender su propia tierra, son los mejores promotores de su cielo, sus arenas, los platos de cuchara, sus castillos y toda su historia.
Razones de más siempre sobran para ir a España e inclusive, como las golondrinas volver y volver. El Ministerio de Economía señala que: “El 40.3% de nuestros turistas han visitado España diez o más veces en su vida, y el 82% son repetidores. Su grado de satisfacción es de 8.5 puntos sobre 10.”

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