Las cuevas de Yagul y Mitla a cuatro años de haber sido inscritas en la Lista de Patrimonio Mundial por su Valor Universal Excepcional

En ese año, el Comité inscribió 21 nuevos sitios/bienes en el listado de UNESCO y México, con la inclusión de estas cuevas prehistóricas, contribuyó a los ya 85 Paisajes Culturales reconocidos actualmente. La gestión del bien para dicha inscripción fue realizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia  (INAH) y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp).

Las Cuevas prehistóricas de Yagul y Mitla en los Valles Centrales de Oaxaca se ubican sobre la ladera norte del Valle de Tlacolula, en la parte subtropical central de Oaxaca, y consisten en dos complejos arqueológicos prehispánicos y una serie de cuevas prehistóricas y abrigos rocosos.

En algunos de estos refugios se han encontrado restos arqueológicos y vestigios de arte rupestre que son testimonios de la vida de los primeros agricultores sedentarizados. En la cueva de Guilá Naquitz se han hallado semillas de cucurbitáceas de 10,000 años de antigüedad, que constituyen los restos más tempranos de plantas domesticadas descubiertas hasta la fecha en el continente americano, así como fragmentos de mazorca de maíz que son uno de los más antiguos testimonios de la domesticación de este vegetal.

Sobre la inscripción de las Cuevas como Paisaje Cultural, destacan las interacciones manifiestas entre el hombre y el medio natural, que significaron desde 1992, el reconocimiento internacional y la protección legal en dicha  categoría; de esta manera, ese mismo año, durante la decimosexta reunión del Comité del Patrimonio Mundial, en Santa Fe, Estados Unidos, se adoptaron formalmente las pautas para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

En aquel entonces, el Comité del Patrimonio Mundial reconoció que los Paisajes Culturales representan las “obras combinadas del hombre y la naturaleza” designadas en el artículo 1° de la Convención. Las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención de 1972, establecen que los Paisajes Culturales son bienes que ilustran la evolución de la sociedad humana y sus asentamientos a lo largo del tiempo, condicionados por las limitaciones y oportunidades físicas que presenta su entorno natural y por las sucesivas fuerzas sociales, económicas y culturales, tanto externas como internas.

Los Paisajes Culturales reflejan a menudo técnicas concretas de utilización viable de las tierras, habida cuenta de las características y los límites del entorno natural en el que están establecidos, así como una relación espiritual específica con la naturaleza.

Originalmente, el concepto de Paisaje Cultural en el contexto del Patrimonio Mundial, surgió de una ya extensa relación entre los paisajes rurales y los sitios de categoría mixta. Actualmente existe una gran diversidad de Paisajes Culturales que reflejan características muy particulares de las diferentes regiones del mundo donde se encuentran.

A través de la Convención del Patrimonio Mundial y de su inscripción en el listado de la UNESCO, los Paisajes Culturales han encontrado reconocimiento y protección; dicha salvaguardia garantiza la diversidad biológica, la relación espiritual de los pueblos y la diversidad de las interacciones de los hombres y sus culturas tradicionales, vivientes o desaparecidas.

El criterio (iii) de Valor Universal Excepcional, bajo el cual se inscribieron las cuevas de Yagul y Mitla, especifica que el bien debe aportar un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida. En este sentido, las Cuevas prehistóricas en los Valles Centrales de Oaxaca, ponen de manifiesto el vínculo entre el hombre y la naturaleza que dio lugar a la domesticación de las plantas en Norteamérica y abrió paso al desarrollo de las civilizaciones mesoamericanas.

Dentro de los sitios de Guilá Naquitz, Cueva Blanca y Gheo Shih están todos los elementos necesarios para demostrar su Valor Universal Excepcional. Yagul disfruta de protección por decreto presidencial. Tanto el INAH como la Conanp han establecido acuerdos con comunidades, favoreciendo prácticas tradicionales de uso del suelo. El Plan de Manejo para el Corredor Arqueológico del Valle de Oaxaca, está vinculado al de la Zona Arqueológica de Monte Albán.

 

Fuente: (INAH)

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