Mexicanos en España, al grito de compra

Si la década de los noventa fue la del esplendor ibérico tanto en México como en otros países de América Latina, lo que diversos analistas calificaron como el “desembarco español” o “la reconquista”; en la actualidad, sucede el fenómeno al revés: diversas translatinas intentan aprovechar la crisis económica española para participar en el mercado español.
La desaceleración en el flujo de capitales ibéricos en América Latina está registrada en las propias estadísticas del CESLA, así por ejemplo observamos que: en 2009 los flujos brutos de la Inversión Extranjera Directa española en Latinoamérica fue de 4 mil 712 millones de euros; en 2010, aumentó a 5 mil 585 millones de euros y un año después creció todavía más hasta los 8 mil 276 millones de euros.
Empero, a partir de ese máximo en 2011, empezó el declive en la IED española en la región, para 2012 bajó hasta 5 mil 960 millones de euros y en 2013 cayó hasta la incipiente cifra de 613 millones de euros.
Dentro de este periplo, México recibió en 2013, un flujo bruto de IED española de 203 millones de euros cuando tres años antes ingresó  3 mil 974 millones de euros.
La situación es fiel reflejo de la propia vorágine de las empresas españolas que no han logrado sortear los efectos negativos de una crisis que ha golpeado el consumo, la demanda interna e incrementado la morosidad de  las instituciones de crédito.
Algunas empresas españolas, sobre todo aquellas con mayor experiencia transnacional y además en sectores muy puntuales como la tecnología y comunicación son los que han decidido apostar por su expansión en la región.
Pero otras empresas ubicadas en diversos sectores de la producción no han logrado en sus balances financieros sortear  tantos años de crisis. De allí que en  relación España-Latinoamérica esté sucediendo el fenómeno al revés.
Mientras capitales españoles salen de la región por diversas razones (en el caso de Venezuela son políticas y el flujo de inversión ibérico se ha retraído un 72%), España se ha convertido en un centro de oportunidades debido a que cada vez más empresas caen en concurso de acreedores y en Expedientes Reguladores de Empleo (ERE).
De hecho provoca estupor constatar que empresas otrora consolidadas en un escenario menos adverso, económicamente hablando, salgan a la luz pública con pérdidas de miedo y despidos masivos.
Los mexicanos ya estamos curtidos en el tema de las crisis, nos las sabemos de todas a todas, desde las causas hasta las consecuencias pasando por sus efectos.
En la España reciente, ninguna de las generaciones que ha vivido tan acomodadamente recuerda una magna crisis como la que ha dejado sin trabajo a más de 6 millones de personas.
A COLACIÓN
Hablando de empresas mexicanas interesadas en comprar en España. Esta semana se dio a conocer oficialmente que Sigma (forma parte de Alfa) junto con la china Shuanghui, se han puesto de acuerdo, para adquirir totalmente a Campofrío.
No se trata de cualquier empresa, sino de una líder en charcutería española y que desde noviembre de 2013 obtuvo una oferta de adquisición por parte de Sigma del 55.5% del capital a un precio de 6.8 euros por título.
Pues ahora, en alianza con Shuanghui, la empresa mexicana se ha decidido a tomar totalmente el control de Campofrío y lo hace además anunciando que ni este año, ni el próximo, serán pagados dividendos a  los accionistas de Campofrío.
También ayer fue anunciada la entrada de capital mexicano para comprar Liberbank, un banco español formado por el Grupo Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria.
De la operación lo que se sabe es que Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria vendieron el 16.8% para permitir que dos fondos mexicanos, junto con la familia Masaveu, de origen asturiano compraran  más del 12% del banco. Es una transacción  valorada en 315 millones de euros.
Los inversores mexicanos utilizaron los  fondos Davinci Capital e Inmosan para adquirir la parte referida del Liberbank. Cabe mencionar que  Gustavo Tomé preside Davinci Capital, él es un empresario dedicado a la fabricación de placas solares y de plásticos para la industria refresquera mexicana.
En tanto que Inmosan  está encabezada por Ernesto Tinajero, quien era dueño de Cablecom empresa que fue vendida a Televisa.

POR LA ESPIRAL

Claudia Luna Palencia

@claudialunapale

-Mexicanos en España, al grito de compra

Mientras el Centro de Estudios Latinoamericanos (CESLA) afirma que América Latina ha perdido atractivo para el capital español, en sentido contrario, para las empresas mexicanas aumenta cada vez más el interés de invertir, asociarse y comprar en España.

Si la década de los noventa fue la del esplendor ibérico tanto en México como en otros países de América Latina, lo que diversos analistas calificaron como el “desembarco español” o “la reconquista”; en la actualidad, sucede el fenómeno al revés: diversas translatinas intentan aprovechar la crisis económica española para participar en el mercado español.

La desaceleración en el flujo de capitales ibéricos en América Latina está registrada en las propias estadísticas del CESLA, así por ejemplo observamos que: en 2009 los flujos brutos de la Inversión Extranjera Directa española en Latinoamérica fue de 4 mil 712 millones de euros; en 2010, aumentó a 5 mil 585 millones de euros y un año después creció todavía más hasta los 8 mil 276 millones de euros.

Empero, a partir de ese máximo en 2011, empezó el declive en la IED española en la región, para 2012 bajó hasta 5 mil 960 millones de euros y en 2013 cayó hasta la incipiente cifra de 613 millones de euros.

Dentro de este periplo, México recibió en 2013, un flujo bruto de IED española de 203 millones de euros cuando tres años antes ingresó 3 mil 974 millones de euros.

La situación es fiel reflejo de la propia vorágine de las empresas españolas que no han logrado sortear los efectos negativos de una crisis que ha golpeado el consumo, la demanda interna e incrementado la morosidad de las instituciones de crédito.

Algunas empresas españolas, sobre todo aquellas con mayor experiencia transnacional y además en sectores muy puntuales como la tecnología y comunicación son los que han decidido apostar por su expansión en la región.

Pero otras empresas ubicadas en diversos sectores de la producción no han logrado en sus balances financieros sortear tantos años de crisis. De allí que en relación España-Latinoamérica esté sucediendo el fenómeno al revés.

Mientras capitales españoles salen de la región por diversas razones (en el caso de Venezuela son políticas y el flujo de inversión ibérico se ha retraído un 72%), España se ha convertido en un centro de oportunidades debido a que cada vez más empresas caen en concurso de acreedores y en Expedientes Reguladores de Empleo (ERE).

De hecho provoca estupor constatar que empresas otrora consolidadas en un escenario menos adverso, económicamente hablando, salgan a la luz pública con pérdidas de miedo y despidos masivos.

Los mexicanos ya estamos curtidos en el tema de las crisis, nos las sabemos de todas a todas, desde las causas hasta las consecuencias pasando por sus efectos.

En la España reciente, ninguna de las generaciones que ha vivido tan acomodadamente recuerda una magna crisis como la que ha dejado sin trabajo a más de 6 millones de personas.

A COLACIÓN

Hablando de empresas mexicanas interesadas en comprar en España. Esta semana se dio a conocer oficialmente que Sigma (forma parte de Alfa) junto con la china Shuanghui, se han puesto de acuerdo, para adquirir totalmente a Campofrío.

No se trata de cualquier empresa, sino de una líder en charcutería española y que desde noviembre de 2013 obtuvo una oferta de adquisición por parte de Sigma del 55.5% del capital a un precio de 6.8 euros por título.

Pues ahora, en alianza con Shuanghui, la empresa mexicana se ha decidido a tomar totalmente el control de Campofrío y lo hace además anunciando que ni este año, ni el próximo, serán pagados dividendos a los accionistas de Campofrío.

También ayer fue anunciada la entrada de capital mexicano para comprar Liberbank, un banco español formado por el Grupo Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria.

De la operación lo que se sabe es que Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria vendieron el 16.8% para permitir que dos fondos mexicanos, junto con la familia Masaveu, de origen asturiano compraran más del 12% del banco. Es una transacción valorada en 315 millones de euros.

Los inversores mexicanos utilizaron los fondos Davinci Capital e Inmosan para adquirir la parte referida del Liberbank. Cabe mencionar que Gustavo Tomé preside Davinci Capital, él es un empresario dedicado a la fabricación de placas solares y de plásticos para la industria refresquera mexicana.

En tanto que Inmosan está encabezada por Ernesto Tinajero, quien era dueño de Cablecom empresa que fue vendida a Televisa.

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