La UNAM rinde homenaje al pintor zacatecano Manuel Felguerez por su destacada trayectoria y su gran influencia en el arte mexicano

Tras recibir el “Reconocimiento Universitario” en homenaje a sus trascedentes aportaciones a la experimentación, su destacada trayectoria y su gran influencia en el arte mexicano de la segunda mitad del siglo XX, el artista agradeció el rescate del “Mural de Hierro”.

En la ceremonia, realizada en el Auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), Felguerez, quien es considerado uno de los integrantes de la llamada “Generación de la Ruptura”, agradeció el homenaje.

Asimismo, recordó que su “Mural de Hierro”, que hoy se presenta en la exposición “Desafío a la estabilidad: procesos artísticos en México 1952-1967”, en el MUAC, fue la obra inaugural del cine Diana en 1962.

Rememoró que junto a su esposa Mercedes luchó por años para que esa obra fuera sacada del cine y que en alguna ocasión acudió con la entonces directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Franco, a quien le solicitó que su mural fuera rescatado y declarado monumento artística, pero la funcionaria respondió que eso sólo ocurre cuando el artista ha muerto.

Señaló que el mural hace más de 50 años, “tuvo un efecto con una sociedad, tuvo una respuesta, hubo críticas, odios, de todo y eso fue pasando y hoy a más de cinco décadas, volver a ponerlo entre el público, ver que está vigente y presenta una relación estética, es muestra clara de que está vivo”.

Acompañado de amigos, familiares, ex alumnos y por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, Felguerez disfrutó del tributo en el que la crítica de arte Teresa del Conde y Francisco Castro Leñero pugnaron porque el mural se quede en la máxima casa de estudios.

Por separado, María Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, comentó que se encuentran en proceso para adquirir esta obra que en su momento despertó gran polémica entre artistas y la crítica.

“Estamos en proceso para ello, pero se dice que en México no hay nada más definitivo que lo temporal, entonces veo muy difícil que lo muevan de aquí (MUAC), estamos haciendo todo lo necesario para que aquí se quede”, aclaró.

Teresa del Conde, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, se refirió al mural como una obra “gloriosa”, y mencionó que el propio Felguerez, propuso a su amigo Leopoldo Gut, la ejecución del mismo durante la etapa en que el cine Diana se estaba terminando de construir.

“Gut arregló las condiciones y el mural se armó en el mismo sitio con los propios trabajadores y herreros. El amigo de otro amigo, le regaló un camión de chatarra que fue a recoger a la fábrica de acero de Ecatepec; el material se descargó al pie del muro y directamente se fue haciendo solo”, explicó.

Luego de felicitar al equipo del MUAC por el montaje tanto del mural, como del resto de la exposición de Felguerez, Del Conde refirió que esta obra “causa conmoción y hacemos votos porque se quede aquí”.

Al respecto, Francisco Castro Leñero, pintor e integrante del Sistema Nacional de Creadores, dijo que en las obras de quien es considerado el artista abstracto mexicano con mayor proyección internacional, nunca es meramente formal.

“Nunca se sacia a sí misma, si lo que hace antes que nada, una manera de forzar a sus medios expresivos y obligarlos a ir más allá a trascenderse a si mismos, para ser posible el encuentro de esa forma de sentido natural”, dijo.

Afirmó que fue la generación de Felguerez, la primera que en el siglo XX mexicano, que decidió verse a sí misma, como sujetos libres y deseosos de participar en el concierto de voces que formaban el arte de su presente.

Calificó a esa generación como abierta y preparada, “como nunca antes había existido y tal vez por ello mostraron una enorme fe en sí mismos y en la seguridad de su permanencia”.

El pintor consideró que la generación de Felguerez, creo la fiesta en la que muchos artistas como Vicente Rojo, Fernando García Ponce y Lilia Carrillo, siguen participando “tal cual se da cuenta en la exposición presentada en el MUAC”.

Dijo que quienes han tenido el privilegio de estar junto a él, “sabemos que su pasión por el trabajo, así como de su inagotable curiosidad, lo han llevado a mantener una actitud siempre abierta a nuevas posibilidades tanto conceptuales como materiales.

“Como el gran árbol que es Manuel Felguerez proyecta una sombra que nos acoge y refresca, su obra es una demostración de los alcances y las posibilidades inagotables que un proyecto artístico puede tener.

“Su presencia nos refuerza en la esperanza de que es posible alcanzar grandes metas si renunciar a la generosidad y a la nobleza, su inteligencia nos invita y reta a pensar que siempre habrá una respuesta y que la oscuridad nunca será completa”, concluyó.

Por último, Ignacio Salazar, discípulo de Manuel Felguerez, tras evocar su paso por los talleres de San Carlos, donde conoció al homenajeado, expresó que verlo trabajar, representa una “lección que a quienes hemos tenido esa oportunidad nos remueve el amor por la práctica cotidiana de la pintura”.

Fuente: (Notimex)

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