La aportación de Gary Becker

También ha obrado una estafeta generacional con el  privilegio de estudiar con genios como Hayek o Milton Friedman, Gary Stanley Becker, Rudiger Dornbusch o Joseph H. Stiglitz.
En lo personal se podrá estar o no de acuerdo con ellos, sus trabajos, investigaciones, resultados y aportaciones, empero el privilegio de ser formado por un Nobel de Economía no lo tiene cualquiera.
En este triunvirato liberal-neoliberal que ha regido nuestros destinos bajo la égida del capitalismo, la influencia de Hayek en Friedman y de éste en Becker ha  escrito las más relevantes páginas de la teoría económica contemporánea.
Eso sí, cada uno en sus respectivos ámbitos de actuación con sendas aportaciones en diversos renglones; unos, en lo monetario y otro,  siendo Becker el más atrevido de todos al traspasar la frontera económica, su impacto y metodología en disciplinas tales como la sociología.
Claramente la ciencia económica es mucho más que modelos cuantitativos, calibrar ingresos y egresos, ajustar presupuestos, hacer que rinda el dinero público o redefinir el rol del Estado en el ámbito de la propiedad privada.
La economía está formada por seres humanos que todos los días toman decisiones cuantitativas-monetarias-económicas con impacto en su personal esfera cotidiana lo que no implica que éstas decisiones unilaterales carezcan de efectos a mayor escala.
Becker, Nobel de Economía, que falleció hace unos días, dedicó muchas décadas a estudiar el impacto de lo económico en,  por ejemplo: cambios en la tendencia de la natalidad, aumento de los divorcios o  el comportamiento de la criminalidad; entre otros.
Para el economista estadounidense impulsor del capital humano, el Estado debía limitar su actuación a una serie de renglones más bien  ligados con la seguridad y el orden público.
Él también fue un critico de la prohibición de legalizar la marihuana e intentó influir para modificar el criterio en Estados Unidos  y de igual forma propuso flexibilizar las leyes migratorias estadounidenses a través de introducir una subasta de derechos de visa migratoria con trabajo, que la persona interesada cubriría económicamente hablando.
Los trabajos de Becker desarrollados en la Universidad de Chicago a la que llegó bajo la tutela de Friedman han sido relevantes porque permitió  extender la influencia de la economía en la sociología. Entre sus principales obras destacan: Economía de la discriminación (1957), El capital humano (1964) y Tratado sobre la familia (1981).
Friedman y Becker, ambos, se erigieron en profesores investigadores de la Universidad de Chicago, por sus manos pasaron muchos jóvenes con aspiraciones políticas de todo el mundo, principalmente de América Latina.
Para todos aquellos lectores que deseen conocer un poco más de ambos personajes, les comparto la siguiente liga: http://cafehayek.com/2014/04/a-conversation-between-milton-friedman-and-gary-becker.html
Y para quienes deseen cursar un postgrado o alguna especialización, en Estados Unidos se encuentra el Becker Friedman Institute precisamente en la Universidad de Chicago.
A COLACIÓN
Cuestión de enfoques. El cambio de paradigma, en el que el Estado adquirió un rol egocentrista y en muchos países interpretado al máximo del paternalismo, recibió críticas directas de Friedrich August Von Hayek (1899-1992) economista austriaco que ejercía en el momento de la publicación de la obra de John Maynard Keynes como investigador y académico de la London School of Economics.
El espacio abrió el debate entre el pensamiento británico a favor de la intervención del Estado como corrector de los desequilibrios impulsado por Keynes y Cambridge; y del otro lado, fustigado por Hayek y la London School,  con una visión liberal.
En un primer momento Keynes ganó el debate porque sus ideas se llevaron a la práctica, este teórico falleció en 1946.
Para ese entonces, a la muerte de Keynes, Friedman tenía 34 años de edad, y un año después, él asistió a una reunión convocada por Hayek denominada “la sociedad de Mont Pelerin”, de una relevancia consustancial para aglutinar -cada dos años-, a un buen número de economistas, filósofos e ideólogos convencidos de atacar la amenaza comunista de la postguerra y el rol del Estado sobre de la economía.

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