¡Rodaron lágrimas!

La cadencia, la pulcritud, la manera en que manejó José Tomás las embestidas de los astados, llegó al clímax con el tercero de su lote de Fernando de la Mora con el nombre de Rey de Sueños, José nos transportó a la época dorada del toreo en la que en lugar de montones de videos en noticieros era los comentarios y la tradición oral las que hacían faenas de leyenda. El sábado habría un poco más de 4 mil aficionados en la plaza, para dentro de unos años, la habrán visto en charlas taurinas y en su imaginación más de 40 mil aficionados, que sentirán pesar de haber vendido sus boletos o de no quererlos comprar muy caros. Ahí celebró su cumpleaños un entrañable amigo con su entrañable hermano y su esposa, vaya manera de conjugar dos fechas venturosas en el día de la Santa Cruz, al igual a mi hermano José Luis que por la generosidad de su buen amigo poblano, pudo ser testigo presencial de la revelación para los incrédulos de José Tomás.

El 6 de junio del año de 1987 se inauguró el bello albero al realizar la primera corrida con un mano a mano entre los matadores Curro Rivera y Miguel Espinosa Armillita lidiando toros de Don Javier Garfias. Dentro de lo más destacado en la Plaza de Toros Juriquilla se tienen la reapariciones de Pedro Gutiérrez Moya El Capea y David Silveti así como, el primer mano a mano de Miguel Espinosa “Armillita” Y Jorge Gutiérrez. La filosofía del querido Pollo es “presentar carteles a los cuales como aficionado me gustaría asistir” y lo cumple, en su plaza se han presentado las mejores figuras de México para dar una somera idea, como Manolo Martínez, Eloy Cavazos, Curro Rivera, David Silveti, Jorge Gutiérrez, El Zotoluco, y de España José Ortega Cano, Joselito, El Cordobés, Morante de la Puebla, Enrique Ponce, José Tomás, El Juli, así como la primera figura del rejoneo mundial Pablo Hermoso de Mendoza, que identifica a Juriquilla como su plaza favorita. Desde el sábado, le debemos los aficionados una placa al Pollo por la corrida del 3 de mayo de 2014.

Fue tarde-noche nostálgica como todas aquellas donde un torero se despide. Después de 24 años de alternativa y carrera como matador de toros, el michoacano Fernando Ochoa y se fue en grande, me dijo antes de la corrida “Ya son 24 años de torero, hay un momento en la vida en que hay que darle la vuelta a la página; un día de niño soñé con ser matador de toros, lo cumplí y ahora hay que irse”, aseveró el michoacano quién vistió por primera vez de luces el 24 de mayo de 1992, en Morelia, alternando con Arturo Manzur y con Manolo Chávez con reses del inolvidable Javier Garfias. El 7 de enero de 1996 le concedió la alternativa Miguel Espinosa en Aguascalientes, siendo testigo Javier Conde.

Una corrida no apta para cardiacos; inolvidable y emocionantísima. Hubo toros, factor primero, de preciosas hechuras, serios bueno, casi todos. No sobrados de fuerza, hicieron una desigual pelea en varas, los de Fernando de la Mora y los Encinos. En conclusión, que el festejo casi tres horas y se fue como agua, y nadie se aburrió, quedó la sensación de que se había vivido una corrida histórica. Es que cuando hay toros y toreros…

Además para aquellos que afirman que el toreo no es pasión de muchos mexicanos, la corrida a la misma hora con toros en conjunto muy buenos de Montecristo en Aguascalientes para El Zotoluco, El Juli y El Payo, ante un lleno espectacular con el público izando al Juli y al Payo en hombros, lamentando las fallas con el acero de Eulalio y deseando se recuperé de la lesión en su costillas que de tanto arrimarse sufrió el chintololo (de Atzcapotzalco para que quede claro barrio de la ciudad de México) y al que le deseamos pronta recuperación, fue para gritar ¡Viva el toreo!

Por cierto, se preguntaban en el tendido de Juriquilla, ¿si lo hemos pasado tan bien con toros de manufactura mexicana de verdad, bien presentados, con diferentes matices de comportamiento, por qué socorrer tanto a los criadores del toro light? Ay, amigo…

Por su parte José Tomás con su concepto estrujador, sustentado en el juego de finas muñecas, logró un triunfo rotundo, las pocas imágenes que circulan en Internet dan una pálida idea de lo grandioso de una tarde en la que las emociones sobrepasan a cualquier narrativa que se pueda tejer.

Dejó que una nueva generación en este caso la de los Carazo Canto, Ramón ponga remate a éstas líneas con la frescura y el conocimiento que día con día él acumula: “Confirmo lo que ya sospechaba: que José Tomás más que torear, oficia. Su evangelio es el de la verdad y la honra toreras, a través de la cual destila tiempo, deteniéndolo. En pocas palabras, creo que acabamos de presenciar un hecho histórico. Benditos nosotros” y cierro diciendo amén.                                    

Fuente: (suertematador.com)

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