Libro “Indios en la ciudad. Identidad, vida cotidiana de la población indígena en la metrópoli queretana”, estudia los núcleos de población que ahí conviven

Resultado de ello fue el libro Indios en la ciudad. Identidad, vida cotidiana e inclusión de la población indígena en la metrópoli queretana, editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el que participan diversos autores que describen los esquemas de movilidad y asentamiento, las estrategias de sobrevivencia, los vínculos comunitarios y redes de reciprocidad, la experiencia cultural en el medio urbano y su articulación con las instituciones del Estado.

Durante su reciente presentación en el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún del Museo Nacional de Antropología, la especialista María Regina Martínez comentó que los escenarios urbanos multiculturales son territorialmente inasibles y difícilmente delimitables.

“En estos contextos han empezado a surgir mecanismos de resistencia cultural, debido a que las ciudades no cuentan con estructuras que permitan relaciones interétnicas, fluidas, armónicas, constructivas; la relación que se puede establecer con diferentes actores, no sólo con los diseñadores de políticas públicas sino con las poblaciones urbanas en general, se complejiza mucho.

“Desde estos espacios culturales y socialmente periféricos, han surgido entre los jóvenes nuevas formas extraordinariamente creativas de imaginar su ser indígena y de provocarnos al resto de los urbanitas a sumarnos a sus experiencias”.

Expresó que estas manifestaciones novedosas que incluyen la música, la fotografía, el video, el grafiti y otras distintas maneras de presentarse en el contexto urbano, obliga a redefinir el perfil de algunas de las grandes ciudades del país, como Querétaro, Guadalajara o Puebla, “si se trata sólo de escenarios coloniales que publicita el turismo o son metrópolis vivas, vibrantes, actuales, gracias a su condición diversa e imaginativa”.

La antropóloga expresó que luego de una lectura detallada del libro, se descubre a un Querétaro distinto al imaginado, una urbe que en el arranque del siglo XXI nadie pensaba multicultural. “Estas nuevas investigaciones nos permiten hacer un mejor mapa de cómo se conforma la diversidad cultural del país. No se trata de esos territorios colgados de las sierras o de regiones de refugio, sino de los corazones mismos de las grandes ciudades mexicanas”.

El etnólogo y antropólogo Andrés Medina Hernández, quien desarrolla el proyecto Los pueblos originarios de la Ciudad de México, refirió que el libro es sustancioso y redondo, con información muy rica y entrecruzada sobre temas que ayudan a mirar a la capital de Querétaro como una totalidad y reflexionar sobre las redes que crecen en diferentes direcciones.

El volumen aborda la cultura de los habitantes de la ciudad de Querétaro, “indios y no indios”, y subraya que en el siglo XX los nativos empezaron a reivindicar su derecho a ese espacio y ocuparon las zonas centrales urbanas.

Indicó que el concepto de grupo étnico o grupo etnolingüístico tiene un fondo racista. “Tenemos que reflexionar sobre cómo calificar a la organización de los pueblos indios en diferentes instancias, desde la comunidad o los barrios hasta entidades mayores que dan cuenta del lugar en que viven y de las redes que han construido”.

Al respecto, los coordinadores del volumen, Diego Prieto y Alejandro Vázquez, señalaron que uno de sus intereses fue deconstruir términos como “indio”, y recuperar su significado como parte de un discurso de reivindicación de estos pueblos. De ahí que el título sea Indios en la ciudad.

Apuntaron que más de 80 mil personas de la urbe queretana, de millón y medio de habitantes, se declaran indígenas (la mayoría otomíes o hñähñus, pero también purépechas, nahuas, triquis, entre otros), lo que reafirma su condición multicultural y subraya la importancia de la presencia indígena en la conformación de la sociedad.

El antropólogo e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Eduardo Nivón Bolán, aseveró que los autores proponen elementos para entender el panorama social, demográfico e histórico de la población indígena en Santiago de Querétaro; realizan un acercamiento a la etnicidad en la ciudad, y hacen una reconstrucción histórica de este proceso.

Recordó que en Querétaro, en 2009, el Congreso del Estado aprobó la Ley de Derechos de Cultura Indígena. Si bien señaló que no hay en México una definición legal de indígena, sí existe una tradición social y académica que se ha basado en el criterio lingüístico.

“Los infantes, debido a que se les aplica el criterio etimológico de ‘el que no habla’, no son considerados en las estadísticas. Así, los censos miden la población hablante de lengua indígena a partir de tres años, pero si no se hiciera caso de este dato, la población indígena del estado ascendería a 60 mil, es decir, el doble de población hablante de lengua indígena arrojada por el censo de 2010”.

En este sentido, indicó que la condición étnica es una cuestión social, organizativa y de clase, y por ello, los criterios censales siempre serán insuficientes para el acotamiento de esos grupos.

 

Fuente: (INAH)

Libro “Indios en la ciudad. Identidad, vida cotidiana de la población indígena en la metrópoli queretana”, estudia los núcleos de población que ahí conviven

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