Conmemoran el aniversario luctuoso del poeta, novelista, ensayista y diplomático sinaloense Gilberto Owen con la entrega del galardón que lleva su nombre

El galardón, cuya edición cerró ayer, está dotado de 120 mil pesos para cada género y la publicación de las obras. En mayo próximo se darán a conocer el nombre de los triunfadores, de acuerdo con el Conaculta.

El Gobierno del Estado de Sinaloa, a través del Instituto Sinaloense de Cultura, con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), convoca a escritores mexicanos residentes en el país, Estados Unidos y Canadá, con cuentos o poemas inéditos de tema libre, escritos en español.

Considerado un referente artístico innegable del siglo XX e integrante del grupo de “Contemporáneos”, Gilberto Owen nació el 4 de febrero de 1905 en El Rosario, Sinaloa, siendo hijo de Guillermo Owen y Margarita Estrada, reseñan sus biógrafos en el portal “autoremexicanos.galeon.com”.

Su infancia la vivió en Toluca, Estado de México, donde realizó sus primeros estudios en el Instituto Científico y Literario. Al presentar su discurso de bienvenida impresionó al entonces presidente Álvaro Obregón (1880-1928).

Tras obtener el título de lector de prensa, comenzó a realizar síntesis para la Secretaría de la Presidencia en los diarios capitalinos.

Desde muy joven surgió su gusto por escribir versos y en 1923 se trasladó a la capital, donde continuó sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria; ahí conoció al poeta, ensayista y editor mexicano Jorge Cuesta (1903-1942).

Frecuentó los círculos literarios de los años 20 y entró en contacto con destacados autores, entre ellos Xavier Villaurrutia (1903-1950), Salvador Novo (1904-1974) y Jaime Torres Bodet (1902-1974).

Influido por la poesía simbolista de Enrique González Martínez (1871-1952) y Juan Ramón Jiménez (1881-1959), Owen escribió los versos que conformarían “Desvelo” y colaboró con la revista “La Falange”, entonces dirigida por Torres Bodet.

Tiempo después, fundó junto a Cuesta, Novo y Villaurrutia la revista “Ulises”, en la que se desempeñó como uno de los más entusiastas colaboradores.

En 1928 ejerció como autor en la revista “Contemporáneos”, al igual que como traductor y miembro del grupo. También fue miembro del servicio consular en Nueva York, Lima y Quito.

Posteriormente, se afilió al servicio exterior y radicó en distintas sitios de países como Estados Unidos, Perú, Ecuador y Colombia.

En ese cargo se desempeñó por cinco años, lo que provocó su lejanía con la poesía.

En 1935 se casó con la hija de un ex presidente de Colombia, sin embargo, más tarde fracasó en su relación y regresó a México.

En 1942 se incorporó a la redacción de “El hijo prodigo” y trabajó en la Secretaría de Economía. Además, realizó traducciones para solventar su difícil situación económica y adquirió el vicio del alcohol. Volvió a Colombia en 1944.

A inicios de 1947 partió a Filadelfia, Estados Unidos, con un cargo en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En 1948 publicó “Sindbad el varado”, una de sus obras más ambiciosas; en ella, narró su viaje interior a través de la soledad y destierro, aunado al esoterismo y la mítica que caracterizó a la mayoría de sus obras posteriores, según el sitio web “biografiasyvidas.com”.

Otras de sus publicaciones son: “Desvelo” (1925), “Línea” (1930), “El libro de Ruth” (1944) y “Perseo Vencido” (1948), así como la recopilación de relatos “La llama fría” (1925) y una prosa extensa titulada “Novela como nube” (1928).

La poesía de Owen se conoció en el país con la publicación “Poesía y prosa” (1953), edición preparada por Josefina Procopio y revisada por el propio autor, asegura su perfil publicado por el Conaculta.

A pesar de que Owen fue uno de los “Contemporáneos” menos leídos, se distinguió por su original forma de escribir y por su ambición al explorar el vanguardismo y el surrealismo.

En 1950 su salud comenzó a decaer y murió en Filadelfia, Estados Unidos, el 9 de marzo de 1952.

Fuente: (Notimex)

 

Leave a Reply