El renacimiento de Silis

Andaba el torero muy dispuesto con un toro serio, astifinos pitones, soso y deslucido, cuando, después de en un muletazo con la mano derecha, el toro en el piso consiguió engancharlo del cuello provocando destrozos graves. Fueron unos segundos muy largos; ya se olía la cornada por el sentido del toro y la disposición del torero por no desaprovechar la oportunidad anhelada que le brindó la empresa con base en el triunfo del año anterior en la misma plaza.

Sinceramente desde que salió al ruedo Peletero que así se llamó el astado, le había avisado de sus malas intenciones. Con mucho riesgo con el capote lo toreó por gaoneras untándose de la piel del marrajo. Varios de los muletazos acabaron en impresionantes coladas por lado izquierdo y también el derecho, y por ahí lo intentó más adelante hasta que lo hizo presa. Además de las características de la manera de embestir de Peletero se le unió el viento que es para el toreo uno de los principales obstáculos ¡Qué momento más crudo se vivió en la plaza! Cuando se rezó un Padre Nuestro por todos los asistentes se nos hizo un nudo en la garganta, era para los creyentes en la plaza pedirle a Dios por el torero en su viaje en la ambulancia al a clínica del ISSSTE dónde lo mantienen estable, aunque con la gravedad del suceso.

A Juan Luis Silis le había costado mucho tiempo el poder torear con frecuencia en México y fue a partir de una brillante actuación el año pasado ante un toro de Caparica en esa misma plaza, que logró engarzar una serie de actuaciones hasta llegar el 13 de octubre de 2013 la Feria de San Francisco en Pachuca. No le fue posible conseguir el triunfo con el que sueña pensando en su ya anunciada confirmación en La México que tanto ha soñado, pero con su actitud demostró que no se arredra y que tal vez tome tiempo pero que no cejará en su esfuerzo por convertirse en figura del toreo.

A él como a otros de su cuerda les ha tocado la cuesta empinada de torear lo que salga y no lo que escoge. Por eso admiramos su voluntad de acero, su preparación diaria, su contribución a la familia trabajando por las mañanas en el negocio familiar y su bonhomía.

Y desde luego es de reconocer que la empresa encabezada por Julio Uribe Barroso por tratar de paliar lo sucedido en Pachuca preparando su cartel de reaparición con El Juli el 3 de mayo de 2014. Antes se celebró el miércoles 26 de febrero un festival en el feudo de Chucho Arroyo bajo la dirección de su hijo Pepe, del mismo la alegría fue mayúscula al presenciar la solidaridad de los toreros que integraron el cartel por antigüedad de alternativa: El Pana, Pizarro, Padilla, Jerónimo, Sergio Flores y Michel Lagravere quién al final fue el único que obtuvo un trofeo.

Ganaderos, subalternos, aficionados, en fin todos contribuyeron a que el festival en beneficio de Juan Luis fuera rentable, lució la noche del festival con una plaza llena y con aromas de gran toreo en el ruedo, a mí en lo particular me tocó presenciarlo con Alejandro Silveti, Miguel Reyes el Biafra, Gerardo Gaya y el conductor designado de Alejandro por lo cual el festejo se me fue como agua.

Esperemos la mejoría de Juan Luis Silis, estas letras surgen con la esperanza de ver las ilusiones de un torero en busca de la gloria y de lo duro que es hacerse figura del toreo con todo en contra. Aún así creemos en la capacidad física de Juan Luis para sobreponerse y regresar a la senda en la que camina en busca de convertirse en figura del toreo, caminando al lado de los Uribe. Dios lo permita, se lo rogamos y que sea el 3 de mayo día de la Santa Cruz el inicio de una nueva etapa para el capitalino y que el milagro de su recuperación se convierta en una gran historia para el toreo.

Fuente: (suertematador.com)

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