“Los ojos de Ana”, obra que transcurre en una preparatoria y aborda el tema del “bullying” se presenta en el Teatro Orientación

Se trata de un texto del dramaturgo francés Luc Tartar que parte de una visión poética, pero cruda, que evidencia la perdida de los valores familiares y ofrece una metáfora de una sociedad violenta e intolerante.

“Es una experiencia increíble para vivir en familia y para llevar la reflexión un poco más allá y permitir nutrirse de un hecho artístico muy real que nos propiciaráel análisis sobre lo que estamos haciendo con nuestros hijos y en nuestras escuelas. La violencia desenfrenada y el bullying han ido creciendo y Los ojos de Ana permite entender sus causas a partir del núcleo familiar”, explicó en entrevista el director de la puesta en escena, Boris Schoemann.

Los ojos de Ana aborda el bullying como resultado del conflicto generacional entre padres e hijos, y en sus ojos se refleja el dio y la incomprensión que los aqueja.  Los padres están tan inmersos en sus propios problemas que terminan por olvidar las necesidades y problemas de sus hijos, como resultado se van gestando una generación de adolescentes agresivos, intolerantes y poco capaces de relacionarse con aquellos que son distintos.

El montaje está a cargo de la compañía “Los Endebles”, con la participación de Mahalat Sánchez, Guillermina Campuzano, Alejandro Morales, José Cremayer y Christian Diez. Está dirigida a adolescentes de 12 años en adelante y forma parte de los programas de Teatro Escolar y de Teatro para Niños y Jóvenes del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

“El dramaturgo Luc Tartar ha trabajado mucho en escuelas de Francia,directamente con los estudiantes, quienes le han compartido sus conflictos. Gracias a ello cuenta con un gran material para escribir su propia dramaturgia, que es muy poética, con una forma de autor muy potente para hablar de lo que se vive en el presente, y del bullyng en particular”, afirmó Schoemann.

Señaló que, si bien la obra plantea una situación que ocurre en otro país, la similitud con México se encuentra a la vista, porque la violencia desenfrenada e incomprensible sucede en varios países. “Ana es una adolescente distinta a los demás. Como tieneojos de diferente color, la gente se le va encima, sus compañeros la violentan en la escuela y sus padres no se dan cuenta de esto porque están envueltos en sus propios problemas personales y laborales, algo que es un reflejo de nuestra sociedad. Es una obra que parte del interés de cómo hablar con nuestros adolescentes para que no reproduzcan esquemas de violencia.”

El director destacó que cuando el texto dramático es muy bueno, no es necesario realizar una adaptación, sino que hay que traducirlo muy bien, como lo hizo en esta ocasión Humberto Pérez Mortera, con un trabajo que ha permitido que fluya el lenguaje. “Un drama que ocurre en cualquier otro lado pero que te habla de tu propia realidad es característico de la dramaturgia contemporánea, y por eso ahora la que se realiza en México se traduce cada vez más y se presenta en otros países, porque son dramas que nos hablan del ser humano y de nuestra humanidad.

“Los Endebles es una compañía que dirijo desde hace 14 años y con la que he creado muchos textos de la dramaturgia contemporánea, ya sea canadiense, francesa o mexicana. Ha dedicado su trabajo a buscar nuevas maneras de comunicarse con los niños, buscando acercarlos a lo mejor de la dramaturgia internacional con la idea de que no estamos formando espectadores para mañana, sino que estamos dirigiéndonos a los espectadores de hoy que son niños y adolescentes, tratándolos con la mayor sensibilidad e inteligencia posible.”

Asimismo, resaltó que desde el inicio de la temporada, el pasado 25 de enero, la obra ha contado con una gran respuesta por parte del público. “Hemos tenido una asistencia impresionante. El público adolescente es de los más difíciles de conmover y convencer. Los niños vienen con sus papás y es más fácil, pero el juntar a padres y adolescentes, y que vengan al teatro, es una maravilla que genera dialogo entre la familia a partir de un hecho artístico que les habla de su realidad, pero de una forma poética. Este tipo de espectáculos permiten que los miembros de la familia vuelvan a unirse y busquen una solución para salir de la oscuridad.

“Hay un gran interés por esta temática, porque no se aborda de una manera obvia, sino que se trabaja muy finamente. Ana está en todos los personajes aunque no esté presente en escena, algo que es muy interesante, porque finalmente todos nos vemos a nosotros mismos en los ojos de Ana, y esa es una manera de ver nuestra propia violencia e intolerancia hacia los demás”, aseguró.

Para el director, el teatro para adolescentes apenas comienza a surgir. “Hay pocos autores que escriben para ellos. En cuanto a dramaturgia mexicana para jóvenes, apenas se empieza a generar. En otros países ya se encuentra bastante desarrollada, pero me doy cuenta de que aquí hay un gran público, y el ver a los adolescentes llegar al teatro es algo que te da optimismo.”

Consideró que el teatro puede ser un buen recurso para que los adolescentes vean reflejadossus problemas actuales, “pero no de manera didáctica o diciéndoles: ‘haz esto y no lo otro’, sino con este tipo de espectáculos en los que no hay una solución abierta a este tipo de conflictos. El resultado es que se platique de ello, y esto es lo que permite este tipo de obras.”

Fuente: (bellasartes.gob.mx)

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