Joselito, el de México: de patito feo a pavo real

Por muy esperanzadores que fueron sus comienzos como novillero en España, donde recaló siendo un niño dejándolo todo en manos de la fortuna y un honesto matador mexicano como “El Quitos” que lo mimó más que a un hijo. Dejó su anonimato en la Oportunidad de Vista Alegre que le corroboraba como la gran esperanza de su generación de la Escuela de Tauromaquia.

Los retos vinieron pronto.
“Quitos”, sin cesar en su tutoría, cedió la administración taurina a los franceses Lartigue y Jalabert que vieron en el chaval un diamante, nada bruto, por pulir y lanzar, sobre todo en Francia.

En 2007 (18 años) toma la alternativa en Arles con “El Juli” y Juan Bautista. No se acompleja y es el triunfador de la tarde con 3 orejas.
El camino francés estaba expedito. Una semana después se gana una sustitución de lujo en Nimes, y otra vez triunfa, arrollando, en las barbas —en este caso— de José Tomas y Loré cortando 4 orejas.
Todo iba pautado, sin prisas pero sin pausas. Madrid (21-05-08) le esperaba con honores de gran promesa: Ponce, Castella y corrida de Alcurrucén.

Pero todo era demasiado bonito. Se cruzó la hepatitis que abortó el acontecimiento, desavenencias con Lartigue y Jalabert (“El Quitos” se sentía casi ninguneado) obligó a una sinuosa búsqueda de mentor y solucionar pleitos de contrato con los apoderados. Un lío; y Francia cerrada tras la recuperación.

Le quedaba México, su país, para reinventarse. Confirma (2009) cortando una oreja que le sirve de poco por las justas reivindicaciones de Caparrós ante Herrerías que le trata sin sensibilidad (Ahora es otra historia, ¡cómo cambia el cuento!).
Refugiado en Guadalajara (México) donde es contumaz triunfador y en su Aguascalientes, México no le pone en el valor adecuado.
Es el “patito feo” de una “hartá” de veteranos sin intención de irse y una serie de chavales con padrinazgo por diferentes causas. (Un inciso: Ahora es la empresa de Guadalajara y Aguascalientes la que se resiste a darle su mérito actual)

Sin abrirse la frontera francesa, confirma ¡por fin! En Madrid el 25 de mayo de 2011 guardándole el turno de lujo que le correspondía en una hábil gestión de Caparrós con Martínez Erice ya seducido por “lo mexicano” que le ofrece la corrida de Alcurrucén con Castella y Perera en festejo extraordinario que preside S.M. El Rey.
A punto estuvo de cortar una oreja dejando un gran ambiente (consultar hemeroteca).
Sin embargo, lo paradójico se cruza otra vez en la joven historia de este torero. Esa oreja le abre las puertas de Sevilla, al año siguiente, pero ni la de Madrid ni la de Sevilla le sirven para repetir en 2012 en Las Ventas.
Curioso: en pleno desembarco de toreros mexicanos en San Isidro.
Tampoco se le anuncia en Sevilla 2013.
Vuelta a empezar.
Hasta la Feria de Arte y Cultura de este año en que —parece— empezó a cambiar la suerte, algo al menos. Porque pudo ser de escándalo el triunfo y la espada redujo el eco.
Sí hubo sensibilidad para sortear el “Convenio” y poder tomar una sustitución días después aun habiendo otro mexicano (Juan Pablo Sánchez) en cartel.
Nuevo triunfo, mermado en explosión, otra vez, por la espada.
Pero había entrado en Madrid (España, su circuito de ferias y su “sistema” van con mucho retardo). Lo ratificó en Otoño. También con sufrimiento: rotura de peroné.

Las puertas de México, por fin, se abren. Y el torero no está decepcionando.
Cuatro encuentros con “El Juli” saldando 7 orejas por 1. Sale airoso en su duelo con Morante y el pasado día 1 revalida su condición de proyecto a “consentido” mexicano en la reválida de los tres jóvenes de mayor porvenir.
Más de 30.00 personas y 2 orejas de un toro.
Si bien, otra vez, contra viento y marea: nueva cogida y repercusión en su pierna fracturada en Madrid.
Pero el horizonte es distinto. Nada es a cambio de nada, pero como dijo Padilla tras burlar a la muerte “el sufrimiento es parte de la gloria”.

Lo demás ya está escrito y es conocido.
Importante la vuelta con Del Olmo y confiar al máximo en su leal mozo de espadas Jacinto Salazar que, maduro tras ver la parca de cerca, con “patata nueva”, es pieza clave en la estrategia de Adame.
Importante nuclear el equipo en torno a Casa de Toreros —que no rompió, de verdad, tras el primer triunfo de este año en Las ventas, donde- anécdota- unos y otros se disputaban la “paternidad” del torero y su condición de jefe de grupo respecto al apoderamiento.
Lo están moviendo ¡de lujo! En México, en la plaza y fuera.

La revista La Divisa titulaba en portada, tras los consecutivos triunfos del joven azteca (hecho en España y Francia) “De patito feo a gallo de corral”.
Un sucedáneo de lo acuñado por servidor, con perdón, antes del 1D, tras su impacto en México con la reciprocidad, ahora sí, de la afición “De patito feo a pavo real”.
Condiciones las tiene todas.
Quizá otro sastre y huir del peluquero de los futbolistas.

Este Adame va camino, en México —sobre todo- pero también en Europa y el resto de América de ser el Joselito del siglo XXI.
Quizá sea excesivo, pero en este siglo es el que hay. Joselito, un nombre que implica una responsabilidad de grande, si no como El Gallo o José Miguel Arroyo, al nivel “Pata Negra” de Joselito el de Guijuelo.
También como Pequeño Ruiseñor para cantar con capote y muleta por los más diferentes palos como un nuevo gran tenor en la versión mexicana junto con Silveti y Saldívar, remendando este mariachi a los tres tenores españoles de mediados de los 80. Donde, por cierto, en sus inicios había otro americano de historia personal en cuanto a adversidades muy parecida: César Rincón.
Y digno sucesor del Joselito mexicano, el maestro Joselito Huerta.

¡Tiempo al tiempo!

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