“Doodle” homenaje sobre “la región más transparente” para festejar a Carlos Fuentes que hoy cumpliría 85 años

El autor de ‘La región más transparente’ es considerado uno de los máximos representantes de la literatura mexicana, además fue parte del ‘boom latinoamericano’ en la década del setenta junto al peruano Mario Vargas Llosa y al colombiano Gabriel García Márquez, ambos Premio Nobel de Literatura.

Fuentes falleció el 15 de mayo de 2012 en el Distrito Federal, siendo velado en el Palacio de Bellas Artes.

Entre los reconocimientos que recibió el escritor se encuentran el Premio Biblioteca Breve, el Premio Rómulo Gallegos, el Premio Cervantes, entre otros.

 

Carlos Fuentes nació de padres mexicanos en Panamá, el 11 de noviembre de 1928 y falleció a los 83 años en la Ciudad de México, el 15 de mayo de 2012. Su padre era diplomático, por lo que el escritor pasó su infancia en diversas capitales de América: Montevideo, Río de Janeiro, Washington D.C, Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires, ciudad a la que su padre llegó en 1934 como consejero de la embajada de México. Los veranos los pasó en la Ciudad de México, estudiando en escuelas para no perder el idioma y para aprender la historia de su país. Vivió en Santiago de Chile (1941-1943)5 y Buenos Aires en donde recibió la influencia de notables personalidades de la esfera cultural americana.

Llegó a México a los 16 años y entró al bachillerato en el Colegio México de la capital. Se inició como periodista colaborador de la revista Hoy y obtuvo el primer lugar del concurso literario del Colegio Francés Morelos (hoy Centro Universitario México).

Se graduó en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y en Economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.

En 1972 se convirtió en miembro de El Colegio Nacional: fue presentado por el poeta Octavio Paz y su discurso de ingreso se tituló “Palabras iniciales”.6

Se desempeñó como delegado de México en numerosos organismos internacionales y, desde 1972 hasta 1976, como embajador de su país en Francia. Destacó como profesor en las universidades de Princeton y Columbia y catedrático en las de Harvard y Cambridge.

Gran aficionado al cine, escribió varios guiones. Durante toda su vida colaboró en periódicos y revistas de ambos lados del Atlántico.

Política

En 1975 aceptó el nombramiento de embajador de México en Francia, como homenaje a la memoria de su padre. Durante su gestión, abrió las puertas de la embajada a los refugiados políticos latinoamericanos y a los de la resistencia española. Asimismo, actuó como delegado en la Conferencia sobre Ciencia y Desarrollo en Dubrovnik, Yugoslavia.

Dos años más tarde renunció a su puesto de embajador en protesta por el nombramiento del expresidente Díaz Ordaz, como primer embajador de México en España después de la muerte de Franco.

En diversas ocasiones habló favorablemente de Fidel Castro aunque, en algunas otras, le puso reparos importantes. Elogió también la apertura de Raúl Castro. Fue amigo personal de hombres poderosos de la política mundial, como Bill Clinton o Jacques Chirac, y de la economía empresarial, como Alberto Cortina (ACS, Banco Zaragozano, etc.), el empresario Javier Merino, el propietario de la multinacional Cámper, el mallorquín Llorenç Fluxà; Alfredo Sáenz (vicepresidente del Banco Santander), los millonarios Josep María Ollé, Leopoldo Rodés o el hotelero Simón Pedro Barceló, del Grupo Barceló.

Con respecto a la política mexicana, en las elecciones federales en México de 2006 acabó criticando duramente al candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador. Tras el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, al principio se mostró favorable a la candidatura de López Obrador para los comicios de 2012,7 pero poco antes de su muerte calificó tanto a este como a los otros candidatos, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, de “mediocres” y “poco interesantes” y aseguró que no votaría por ninguno de ellos, al tiempo que lamentó que el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, estuviera ausente de la contienda porque, en su opinión, era el “más inteligente”.8

Fuentes y el cine

Gran aficionado al cine, escribió guiones para numerosas películas, como Las dos Elenas, filme corto basado en su cuento homónimo y dirigida en 1964 por José Luis Ibáñez (director de otra cinta, Las dos cautivas, también basada en una historia de Fuentes), El gallo de oro (1964, adaptación, junto con Gabriel García Márquez y el director de la película Roberto Gavaldón, de la novela corta homónima de Juan Rulfo), Un alma pura (1965), Tiempo de morir (1966, junto con Gabriel García Márquez), Pedro Páramo (adaptación de la novela de Juan Rulfo, con Carlos Velo, director, y Manuel Barbachano Ponce, 1967), Ignacio (también adaptado de un cuento de Juan Rulfo, 1975). El mexicano Juan Ibáñez rodó en 1965 Un alma pura, Sergio Olhovich filmó Muñeca Reina en 1972 y en 1988 Orlando Merino realizó el mediometraje Vieja Moralidad. Estas tres películas se basan en relatos homónimos del libro de cuentos de Fuentes Cantar de ciegos.

Su novela La cabeza de la hidra fue llevada al cine en 1981 por el director mexicano Paul Leduc, bajo el título de Complot Petróleo y con guion del propio Fuentes. El argentino Luis Puenzo filmó en 1989 Gringo viejo. Produjo la serie televisiva El espejo enterrado, que se comenzó a difundir en 1992 y sobre cuya base se publicó el libro homónimo.

El profesor Lanin A. Gyurko, de la Universidad de Arizona, ha demostrado, en The Shattered Screen. Myth and Demythification in the Art of Carlos Fuentes and Billy Wilder (New Orleans: University Press of the South, 2009) y Magic Lens. The Transformation of the Visual Arts in the Narrative World of Carlos Fuentes (New Orleans: University Press of the South, 2010), la influencia de Carlos Fuentes en el cine norteamericano y la del séptimo arte en la obra literaria del escritor.

Leave a Reply