Presentan libro que relata la “Invasión Mexicana” que se instaló y ha prevalecido en Chile con las “rancheras” y el espíritu charro

La obra cuenta que en el barco mexicano “venían centenares de personas, artistas, oficiales de las Fuerzas Armadas, mariachis. No uno sino dos escuadrones, uno acrobático de la caballería mexicana y otro de motoristas de la ciudad de México”.

Santiago de Chile.- 4 de Noviembre de 2013.- “Crónica y Antología de una historia sonora”, un libro del escritor chileno José Miguel Varas y el musicólogo Juan Pablo González, recoge ecos de la singular “invasión mexicana” que instaló en Chile la ranchera y el espíritu “charro”.

Varas, Premio Nacional de Literatura 2006, fallecido en 2011, señala en la obra que, en 1940, “Chile fue invadido por México”, y “todavía estamos viviendo las consecuencias musicales de esa invasión”.

Lo que ocurrió entonces “fue la llegada de un barco mexicano que traía a bordo la más numerosa delegación mexicana de nuestra historia”, agrega el extinto escritor y periodista, en el libro presentado esta semana en la Feria del Libro de Santiago.

La obra relata que en el barco mexicano “venían centenares de personas, artistas, oficiales de las Fuerzas Armadas, mariachis. No uno sino dos escuadrones, uno acrobático de la caballería mexicana y otro de motoristas de la ciudad de México”.

“Venían cantantes y charros, bailarines de bamba vestidos de blanco, preciosas mujeres multicolores que zapateaban, cantantes de ópera y una orquesta sinfónica”, recuerda el libro editado por la Comisión Nacional del Bicentenario y la Sociedad Chilena del Derecho de Autor.

Todo ello era la expresión de la solidaridad de México, su gobierno y su pueblo frente al terremoto de 1939 que asoló la ciudad de Chillán, 417 kilómetros al sur de Santiago, y que provocó 30 mil muertos.

Varas escribe que “la prensa y la radio de Chile por largo tiempo no tuvieron otro tema que México; su historia, su revolución, sus tradiciones, sus escritores y artistas, y sobre todo sus artes populares y sus colores: bailes, tejidos, alfarería”.

“Todo era deslumbrante, el descubrimiento de un gran país. Eran los tiempos de Lázaro Cárdenas en México y en Chile del Frente Popular, con Pedro Aguirre Cerda”, precisa.

Afirma, no obstante que “lo que acabó de consumar la conquista de Chile por parte de México, fue el cine de aquel país. Fue un terremoto, un descubrimiento, una revolución en nuestra imagen del mundo. Y de nosotros mismos, una especie de cataclismo mental”.

La obra destaca que éste era un “cine en castellano, (con) héroes mexicanos, superioridad latinoamericana en contraste con las películas de cowboys” que imperaban en Chile.

“Fue el descubrimiento de nuestro propio continente y de cierto modelo de comportamiento, altivo, de reafirmación de la personalidad propia, que hasta entonces no conocíamos, aunque tal vez lo añorábamos sin saberlo”, escribe Varas.

Indica que un capítulo aparte son las canciones: “Elvira Ríos, Lola Beltrán, Pedro Vargas, José Alfredo Jiménez, Miguel Aceves Mejía, Jesús Martínez Gil, Juan Arvizu, Los Panchos, Tito Guizar, Jorge Negrete, Pedro Infante, Cuco Sánchez, Javier Solís, Chavela Vargas”.

“Y para abreviar una lista que puede llegar a ser interminable, el gran Agustín Lara” en referencia a los nombres de intérpretes y autores de un cancionero que finalmente se hace “chileno”.

Y como subraya José Miguel Varas, “hoy avanzado el siglo XXI se mantiene el éxito permanente de las canciones mexicanas” y “los conjuntos mariachis, vestidos de charros, proliferan en las provincias y en los campos” de Chile.

En definitiva, concluye, “una invasión difícil de resistir”.

Fuente: (Notimex)

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