Museo de Arte Religioso Ex-Convento de Santa Mónica en Puebla, exhibe piezas que revelan origen de la devoción a la Virgen del Rosario

Enmarcada en el programa Calendario Litúrgico, que evoca las festividades religiosas más importantes de la tradición católica, se recuerda en esta ocasión a la Virgen del Rosario y continuará en el mes de noviembre con una exposición alusiva a Todos los santos. El propósito es ofrecer una reflexión sobre la función original, de carácter devocional, de las piezas del acervo del Museo de Santa Mónica, presentadas en un contexto religioso, y también resaltar sus valores artísticos.

El historiador Alejandro Andrade Campos, del Colegio de Historia de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, explicó que la Virgen del Rosario, patrona de los dominicos y de las fuerzas marítimas españolas, gozó de gran popularidad durante la época novohispana, según se aprecia en la rica ornamentación de su capilla y las joyas que adornaban la imagen.

Los registros más tempranos en torno a esta figura religiosa datan de 1538, con la existencia de una cofradía del rosario en la Ciudad de México, que mandó pintar la imagen en una tabla.

El investigador refirió que la práctica de rezar el rosario puede situarse en el Templo de Santo Domingo, Puebla, en 1648, acto encabezado por el obispo Juan de Palafox y Mendoza, quien se cree inició esta tradición.

“La devoción a la Virgen del Rosario nace al mismo tiempo que este rezo. La tradición cuenta que la Virgen se le apareció a Santo Domingo de Guzmán en Toulouse, Francia, en 1214; en ese momento María le reveló la devoción del rosario como un arma eficaz contra los herejes, y de esa aparición devino la advocación de Nuestra Señora del Rosario”.

En cuanto a las características de la Virgen del Rosario, Andrade Campos señaló que no hay una regla general, pero que la mayoría de las imágenes que se veneraron en la Nueva España portan vestidos en forma triangular montadas en peanas (base) con nubes y querubines, y una luna bajo sus pies.

“Asimismo, carga con su brazo derecho al Niño Dios, mientras su mano izquierda sostiene el rosario, probablemente éste es el único elemento que siempre se va a repetir en las imágenes de la Virgen del Rosario de cualquier época”.

El especialista se refirió a una escultura inédita que permanecía en depósito del museo, que se cree es una Virgen del Rosario por ciertos elementos que la caracterizan, como la peana y la posición de las manos. “Luego de haber pasado por un procedimiento de restauración, fue  arreglada con vestidos y atributos típicos de esta advocación para devolverle el aspecto original que debió haber tenido”.

De acuerdo con Bárbara Lara de Hoyos, restauradora adscrita a la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, para el montaje de la muestra se realizaron resanes a dos esculturas de la Virgen del Rosario, se sometieron a limpieza e integración cromática.

Otras piezas, intervenidas fueron la pintura de caballete Alegoría al santo rosario, de 2.23 m x1, 44 m a la que se le limpió el lienzo; mientras que a los rosarios hechos de madera, metal, ónix, piel y semillas, se les hizo una limpieza en seco.

La advocación de Nuestra Señora del Rosario, anteriormente llamada “Nuestra Señora de las Victorias”, es venerada el 7 de octubre, fecha en que se le adjudicó la victoria naval de Lepanto, en 1571.

Virgen del Rosario comenzó su periodo de exhibición hace 15 días y concluirá este jueves 24 de octubre en el Museo de Arte Religioso, Ex Convento de Santa Mónica, ubicado en calle 18 Poniente, No. 103, Centro Histórico de Puebla. Horario: martes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas. Costo: 35 pesos, excepto maestros y estudiantes con credencial vigente, así como adultos mayores, menores de 13 años y personas con discapacidad. Domingos, entrada gratuita a público nacional y extranjeros residentes.

Fuente: (INAH)

 

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