Fascinantes lugares de la capital mexicana son revelados por Édgar Anaya Rodríguez en su libro “Ciudad de México, ciudad desconocida”

Quizá se conocen los vestigios prehispánicos ubicados debajo de la Catedral metropolitana, los cuales se pueden observar a través de las llamadas “ventanas arqueológicas”, pero no se sabe tanto que en Chapultepec existe una especie de grabados que hiciera Moctezuma I en las laderas del cerro, y que son unos petroglifos muy valiosos.

O que en Xochimilco se lleva a cabo el desfile de trajineras alegóricas cada viernes de Dolores, cuando son adornadas con flores y tapetes de aserrín, a las que “nadie asiste porque pocos saben que se realiza una vez al año”, asegura el investigador y periodista Édgar Anaya, quien ha dedicado buena parte de su vida a rescatar y difundir la cara oculta de la Ciudad de México.

“De la ciudad conocemos lo de siempre. Las guías turísticas muestran lo mismo y la mayoría de los medios de comunicación repiten la información de los mismos lugares; uno no busca lo que no se conoce, y esta ciudad, con una historia tan larga y una extensión tan grande —mil 900 kilómetros cuadrados, la segunda más grande del mundo—, tiene riquezas enormes.

“He dicho que si pudiéramos definir con un adjetivo a la Ciudad de México la llamaría ‘la infinita Ciudad de México’. Vamos a morir sin haberla conocido completa, porque incluso los lugares conocidos, famosos y turísticos, tienen puntos y detalles asombrosos.”

RIQUEZA CULTURAL Y NATURAL

La Ciudad de México es la urbe que cuenta con más museos en el mundo, lo que constituye una de las principales riquezas de la ciudad: “Si el Centro Histórico es patrimonio cultural de la humanidad es muy importante conocer sus monumentos, sus edificios; mas decimos que conocemos el centro porque caminamos por Madero o avenida Juárez, y llegamos a la Catedral”.

Como una documentación incluso gráfica de lo que se encuentra en la capital del país, Édgar Anaya escribió el libro Ciudad de México, ciudad desconocida, el cual cuenta con un prólogo de Elena Poniatowska y presenta 200 fotografías a color.

Y es que para no ir tan lejos, explica el investigador, la parte oriente del Centro, atrás de Palacio Nacional, prácticamente nadie la conoce: entran a comprar y se salen de esa zona, sin saber más del barrio de La Merced, o de lo que hay hacia el barrio de Tepito o más al oriente, donde se encuentran verdaderas joyas desconocidas, como edificios, fenómenos sociales o comercios antiguos que nadie visita.

En esa zona se encuentra la casa-habitación más antigua de la ciudad, que está en Manzanares 15, en el Barrio de la Merced, que data del siglo XVI, la única que se conservó en la ciudad ya que todas las demás se cayeron.

“La riqueza más inverosímil son las aguas termales del Peñón. En la Ciudad de México se ignora que tenemos ríos de agua limpia, grutas —o algo parecido a ellas—, agua termal y cascadas; por su importancia natural tendrían que ser muy conocidas, y sin embargo son desconocidas. El problema es que como nadie informa dónde están y cómo llegar, es difícil que los hagan parte de sus rutas turísticas”, afirma el especialista.

A lo anterior se podrían sumar las cascadas del Distrito Federal, ubicadas en el Parque de San Nicolás Totolapan, en las laderas del Ajusco; al fondo de este famoso parque, por sus rutas de bicicleta de montaña, se encuentran dos cascadas medianas, de 18 metros una y 25 la otra.

Con su investigación, Édgar Anaya ha documentado cuando menos 100 lugares que resultan poco conocidos de la Ciudad de México, la cara oculta de una ciudad que aún guarda infinidad de secretos para quienes creían saber de ella a fondo.

ITINERARIO PARA VIAJAR POR LA URBE

Una de las características más útiles del libro Ciudad de México, ciudad desconocida es que no solo tiene la pretensión de difundir información acerca de los lugares, sino propiciar el encuentro con ellos, para lo cual cuenta con un directorio en el cual se indica con claridad cómo llegar a los sitios que se describen en el libro. “También incluye referencias bibliohemerográficas —incluso de internet— para quien quiera ahondar en esos temas, porque los trato de manera superficial ya que sería imposible tratarlos a fondo”, añade su autor, Édgar Anaya.

“El libro pretende mostrar la cara oculta de la ciudad, a través de las fotos y los textos, pero además hablan los lugareños, quienes han creado los espacios, los que administran algún museo o el área natural. Quise darles voz a fin de conocer esa ciudad poco conocida, aunque lo mejor sería echar el libro en una maleta viajera y salir a recorrerla”, explica el especialista.

La distribución del volumen no es convencional, porque se vende en casas de personas por diferentes rumbos de la ciudad. Para adquirirlo hay que ponerse en contacto con Édgar Anaya: www.mexicocorrerias.com o buenviaje2007@gmail.com.

Fuente: (milenio.com/Jesús Alejo Santiago)

 

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