IETU que se vaya. IDE que se quede

Me refiero al Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE); el primero  grava a las personas físicas (con actividad empresarial o régimen intermedio) y las morales residentes en territorio nacional, así como los residentes en el extranjero con establecimiento permanente en el país por los ingresos que obtengan e independientemente del lugar en donde se generen.
El segundo, también afecta tanto a personas físicas como  morales, pero  por los depósitos en efectivo, en moneda nacional o extranjera,  en cualquier  tipo de cuenta que tengan a su nombre en las instituciones del sistema financiero.   
Con el tiempo el  monto del IDE ha ido cambiando: el primero de noviembre de 2009, los legisladores aprobaron  que en lugar de cobrarse un IDE del 2% a partir de los depósitos de 25 mil pesos en efectivo, la modificación fuera a favor de una tasa del 3% a partir de los depósitos de 15 mil pesos en efectivo.
De esta forma,  en el sistema financiero mexicano opera de manera obligatoria el IDE, que los bancos descuentan mensualmente al cliente que recibe depósitos en monedas y billetes.
Esto sucede hasta la fecha y de ser aprobada su eliminación -como propone el Ejecutivo-, entonces a partir del primero de enero de 2014, tanto personas físicas como morales podrán recibir depósitos en efectivo libres de gravamen aunque, de acuerdo con lo explicado por Aristóteles Núñez, presidente del Sistema de Administración Tributaria (SAT), su desaparición, una vez aprobado por el Congreso y publicado en el Diario Oficial de la Federación, no implicará que Hacienda deje de tener el registro del cliente que está recibiendo el dinero en efectivo.
Como sea, existe polémica en la discusión en torno a ambos impuestos, IETU e IDE; la primera, mayoritariamente a favor de la desaparición del IETU que ha provocado sendos trastornos sobre todo a  personas morales y empresas.
Entre los contadores se cree que, el IETU, obró en contra de la aparición de nuevas empresas en el país minando el espíritu emprendedor; y en consecuencia,  llevó  a la extinción a otras tantas empresas en funcionamiento ahogadas por un régimen fiscal desfavorable.
¿Qué ha hecho el IETU? Favorecer la recaudación directa y explica un 6% la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) debido a que hace menos rentables las planeaciones fiscales en el ISR y le pone un piso a los regímenes especiales.
Cuando en 2007 el gobierno del presidente Felipe Calderón propuso la creación del IETU, los técnicos de Hacienda encargados de elaborar los modelos econométricos, consideraron que  su  entrada en vigor aportaría a la Hacienda Pública un baremo de entre 100 mil millones de pesos a 120 mil millones de pesos.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, por cada peso  recaudado directo en el IETU, se obtuvieron 78 centavos adicionales en el ISR; en contraparte, muchas empresas con problemas de liquidez y pérdidas fiscales tuvieron que cerrar su actividad.
Y  es que este impuesto “por cada 50 centavos de ganancias les  quitan el 16.5%”, según lo expresado por especialistas del Colegio de Contadores.
A COLACIÓN
Mientras la mayoría aplaudimos la desaparición del IETU, otros  manifestamos (sin tomar las calles por supuesto) nuestra negativa a la eliminación del IDE cuyo objetivo esencial -según el documento de su  implementación-, es combatir la economía informal que moviliza sumas importantes de dinero en efectivo.
Entonces, una forma de contribuir a las arcas públicas es mediante dicho impuesto que las instituciones de crédito cobra al final del mes a sus respectivos clientes y canaliza a Hacienda.
Ahora el Ejecutivo lo quiere desaparecer argumentando que tampoco ha  aportado demasiado a Hacienda y que su extinción bien puede compensarse con alguna de las otras medidas fiscales propuestas para 2014.
En lo personal, como economista, considero que el IETU debe desaparecer pero en cambio el IDE debe permanecer; cuando una persona tiene dinero en efectivo opta por  guardarlo en su casa o en un banco.
El IDE, para evitar su pago, ha contribuido a que el efectivo se quede en casa,  empero, al desaparecerlo entrará otra vez a las instituciones de crédito.
A mí me parece que cuando intentamos combatir la corrupción,  secuestros express, robos y pagos en especie por narcomenudeo, quitar el  IDE en menos de cinco años de vigencia es un absurdo.
PD. *Economista y presidente de Consultores en Economía y Educación Financiera.    

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