“Galería José María Velasco” de Tepito celebrará 62 años a ritmo de danzón a cargo de la “Asociación de Pachucos y Rumberas de México”

 

Es una de las tres galerías de tipo “popular” creadas por el Estado a mediados del siglo XX en distintos rumbos de la Ciudad de México, con el objetivo de descentralizar la cultura. Su ubicación respondía a la necesidad de difundir el arte en general, principalmente las artes plásticas, en este núcleo de población que tenía poco o nulo acceso a las actividades culturales.

Desde hace seis décadas, su tarea ha sido ofrecer a la comunidad un recinto institucional para la cultura y su educación, y para ello se realizan, además, conferencias, cursos y talleres de artes plásticas, visitas guiadas y diversas actividades para toda la familia, lo cual se ha cumplido cabalmente.

Hoy la Galería José María Velasco del INBA cumple 62 años de existencia y lo celebrará con espectáculo –ya conocido pero muy apropiado para el estilo de la zona del “Barrio Bravo” – titulado “Los ritmos que llegaron para quedarse”, a cargo de la Asociación de Pachucos y Rumberas de México, liderada por el ganador del premio Una vida en la danza del INBA, Jesús “El Gato” Uvalle, destacado bailarín, coreógrafo e investigador de los bailes finos de salón.

La celebración se llevará a cabo el domingo 8 de septiembre, a las 14:00 horas, en Peralvillo 55, colonia Morelos, sede de la Galería José María Velasco.

Con su compañía de baile, Jesús “El Gato” Uvalle interpretará una serie de coreografías que harán un recorrido por los principales géneros de la música de América y Europa: rock and roll, swing, buggy-buggy, pasodoble, tango, danzón, rumba, mambo, guaracha y cha cha chá, entre otros.

Originario del barrio de Tepito, Jesús “El Gato” Uvalle, quien el INBA le reconoció su labor con el homenaje “Una vida en la danza en 2011”, comentó que los bailes que presentarán “son los que llegaron para quedarse, los que la gente, sin importar la clase social a la que pertenezca, puede acceder”.

Antaño –dijo– estos géneros deambulaban por las calles a cargo de sonideros como “La Socia”, “La Changa”, “El Rolas”; se ubicaban en diferentes calles del barrio y después fueron a los salones de baile como La playa, El chamberil, El fénix, donde estaba el pachuco”, explicó “El Gato”.

Comentó, asimismo, que a los pachucos y rumberas de México les interesa hacer trabajo social, que la gente se divierta, conozca estos bailes, “porque hay quienes no pueden ir al teatro, al cine, y no podemos sangrar el gasto familiar”.

Dijo que hasta la actualidad, y por muchos años, Germán Valdés Tin-Tan es y será “nuestro pachuco de oro”, y subrayó que “contamos con una amplia tradición, porque, además, nosotros hacemos investigación y difusión para darnos a conocer dentro de la cultura urbana popular. Es un movimiento que se resiste a morir y por eso se presenta en esta Galería, lo cual agradecemos al INBA por darnos espacio”.

A través de programas como “Los ritmos que llegaron para quedarse”, la Galería José María Velasco establece un enlace entre generaciones del barrio de Tepito, unidos por una cultura viva que los identifica y la cual es necesario mantener y rescatar, tarea en la que se empeña el INBA.

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