“El Castillo”, pirámide principal de la antigua ciudad de Chichen Itzá, fue creado como marcador astronómico

De acuerdo con las recientes investigaciones, la construcción prehispánica apunta al ocaso del paso cenital del Sol con sólo un grado de desviación respecto a la entrada del cenote Holtún, receptáculo de ofrendas que se encuentran en proceso de estudio.

Lo anterior, lo dio a conocer el arqueólogo Ismael Arturo Montero García, quien el pasado viernes observó el trayecto cenital del Sol por esta estructura prehispánica, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El director de Posgrado de la Universidad del Tepeyac detalló que registrar sistemáticamente el paso cenital del Sol permite ajustar con eficiencia un calendario sin tener un desfase por el paso de los años.

“Los mayas lo consiguieron al articular tres sucesos para un mismo día en Chichén Itzá, el primero de ellos: la observación de la salida del astro alineada a la esquina noreste de El Castillo.

“En segundo lugar, la ausencia de sombra lateral al mediodía (que podía ser registrada con una estela) y, finalmente, valiéndose de la orientación de la escalinata oeste de la estructura, que corresponde al rumbo por donde del Sol se oculta para ese mismo día en que ocurre el paso cenital, el 23 de mayo y el 19 de julio”, refirió.

Las investigaciones de Montero García son parte del proyecto “Culto al cenote”, que está a cargo del explorador de Nacional Geographic Guillermo de Anda Alanís, quien ha conceptualizado un cosmograma para la antigua Chichén Itzá.

Es de mencionar que anteriormente el arquitecto Ignacio Marquina, experto en arquitectura prehispánica, y el astrónomo estadounidense John B. Carlson, habían manifestado la posible existencia de un cosmograma para Chihchén Itzá, pero en ese entonces faltó la referencia de los cenotes Holtún y Kanjuyum, lo que ahora ha sido posible.

Fuente: (Notimex)

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