El poeta chontal Domingo Alejandro Luciano narra cómo aprendió a “costurar” palabras

“Escribo porque quiero dar a conocer las tradiciones y artes de mi pueblo que estuvieron vivas y que hoy ya no existen, por ejemplo, R tejer petate”, destacó el poeta Domingo Alejandro quien acompañado de Carmen Ros, profesora de creación literaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, participó en el ciclo La Primera Raíz. Literatura en otras lenguas de México.

El evento se realizó la tarde de este miércoles 10 de julio en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes y tuvo como objetivo difundir la literatura realizada en lenguas originarias y posicionar su riqueza a través de su autores y la crítica especializada en espacios de gran relevancia para la cultura y el arte nacional como lo es el Palacio de Bellas Artes.

En una charla amena en donde Carmen Ros entrevistó de forma lúdica y divertida a Domingo Alejandro se abordaron situaciones, historias y temasdiversos; inicios del poeta en la escritura, sus influencias, primeros trabajos, talleres en los que participó, maestros que le dieron sus más enérgicas lecciones, su proceso creativo y futuros proyectos.

En la plática el poeta tabasqueño también leyó al público tres poemas destacados de su obra: Ofrenda, Tejedora de petate y Ojo de agua, que de acuerdo con el escritor, le han dado lo más importante que un poeta puede ambicionar: “viajar, conocer lugares, escritores y promotores de las lenguas indígenas, pero principalmente el poder dar a conocer mi lengua: el yokot´an a través de la poesía”.

El poema que más agradó al público asistente fue Ofrenda que dice:

[En mis manos germina el sonido del viento/sobre mi rostro se incrustan los ojos del viejo jaguar/nadie sabe lo que tengo en mi sangre/nadie sabe las letras que lleva mi nombre/nadie sabe cuándo mis abuelos comenzaron a lanzar frente al metate/nadie sabe cuándo termina la noche/nadie sabe cuando llega el cansancio/sólo el silencio se guarda con el humo del incienso/en el fondo del sahumerio/en el perfume de las flores.]

¿De dónde eres? y ¿A qué te dedicas? Fueron las primeras preguntas de Carmen Ros a Domingo Alejandro quien de forma nostálgica dijo que procedía de un pueblo de Tapotzingo en Nacajuca, Tabasco, y detalló que antes de llegar al mundo de las letras fue estudiante de preparatoria, aprendiz de mesero y actualmente promotor de la cultura y el arte.

Carmen Ros compartió con el público que otra de las actividades desarrolladas por el poeta es que ayuda a su mujer a costurar (coser), por lo que de forma directa le preguntó si por realizar dicha actividad, como dicen algunos hombres “machistas” se sentía “afeminado”, a lo que el escritor dijo que no porque en estos tiempos ya no debe de existir la palabra “machismo”.

“Ayudar a  mi mujer es parte de mi responsabilidad ya que compartimos las labores de casa. Además debo de auxiliarla porque tengo hijas pequeñas y mi hijo estaba estudiando. Sobre el tema de costurar aprendí a manejar una máquina de tejer por necesidad.

“Esto porque mi esposa estaba embarazada y como es costumbre que cuando una mujer está en ese estado no debe de hacer nada, tuve que hacerle su bata de embarazada y así fue como aprendí a costurar sin saber que gracias a esto también aprendería a costurar las palabras”.

Sobre cómo nació su gusto por la escritura, el poeta bromeó y dijo que implicó todo el proceso que se realiza como cuando una persona está en busca de una esposa, ya que para él la poesía es eso: su segunda esposa.

Describió que en un principio no se sintió atraído por las letras, ya que le gustaban otras áreas como derecho, ciencias de la salud y contabilidad. Y que sus primeros textos se remiten a la preparatoria y a la asignatura de literatura porque un profesor de esta materia le pidió realizara una antología de textos literarios que fueran escritos e inventados por él mismo.

“Entonces por este trabajo me interné en la biblioteca y buscando libros en donde pudiera encontrar cosas que me ayudarán, me encontré con un libro de Pablo Neruda titulado 20 poemas y una canción desesperada y de ese libro me gustó el poema que dice `me gustas cuando callas porque estas como ausente´ y entonces dije, ¿qué querrá decir eso?.

“Me puse a investigar sobre poesía, leí textos para entenderla, por ejemplo, Cómo acercarse a la poesía de Ethel Krauze  y me di cuenta que se trataba de obras integradas por palabras sencillas, entonces dije si los poetas pueden escribir, yo también puedo.

“Desde entonces me puse a escribir poemas que a mi maestro le gustaron tanto que incluso hizo con ellos una obra de poesía coral”.

Domingo Alejandro reveló que su primer trabajo fue un poema de amor que un compañero en la preparatoria le pidió al ver que escribía piezas muy buenas. Poema que realizó tomando como punto de partida una foto de la chica que por ese verso se convirtió en la novia de su amigo. 

“Entonces mi amigo en agradecimiento me invito unas empanadas y gracias a esto me di cuenta que escribir poemas daba algo de frutos y desde entonces empecé a escribir versos en talleres y por encargos que en un momento llegaron a ser más de 100 poemas”.

Carmen Ros cuestionó al escritor sobre la lección más importante que había recibido y que lo motivó a escribir obra ya no sólo en español, sino también en su lengua, a lo que el poeta respondió que había sucedido durante un encuentro de escritores en donde un joven de una comunidad indígena le dijo que si pertenecía a una población originaria por qué no escribía en su lengua y no en español como lo hacían muchos otros poetas.

Sobre su proceso creativo Domingo Alejandro reveló que escribir en lengua indígena tiene su propio proceso y que por lo tanto escribir en yokot´an no es nada fácil porque se utilizan diversos recursos literarios, varias formas de combinar las palabras y de utilizar la sintaxis para que los poemas se escuchen bien.

“En mi comunidad se hacen los rituales y rezos de manera tradicional, entonces un ofrendero lo hace en lengua yokot´an y de una manera cantada porque va combinando las palabras, las  va hilando.

“Entonces todos mis textos los estoy retomando de esa manera, es decir, de ir diciendo cosas de forma cantada, de tal manera que cada una de las palabras que lo integran tengan musicalidad”.

Finalmente el poeta detalló que sus metas y proyectos a futuro están enfocados a traducir la obra de los grandes poetas a su lengua, entre éstos: Carlos Pellicer, AlíChumacero, Octavio Paz y Pablo Neruda, para que todos los hablantes de esta lengua puedan conocer esta obra.

“De esta manera alegraré el corazón de los lectores interesados en esta poesía, además voy a promover, recuperar e impulsar la lengua yokot´an que en mi comunidad los hablantes de ella se han reducido y también contribuyo a fortalecer y difundir el trabajo de los poetas más importantes de las letras mexicanas”.

Para conocer más sobre la obra del poeta Domingo Alejandro se puede visitar su perfil en Facebook: Domingo Alejandro Luciano (doallu@hotmail.com).

Fuente: (CONACULTA)

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