¿Nueva era fiscal?

Las décadas que transcurrieron a partir de 1950 fueron de “mimos” recurrentes hacia el sector empresarial nacional en materia de préstamos, subsidios en  agua, luz y energéticos para la producción; facilidades para la importación de insumos, proteccionismo respecto de productos importados; y la concesión de una serie de privilegios fiscales que, a unos años de llegar al 2020, continúan reinando en un México cuyo mosaico socioeconómico y productivo dista mucho de ser lo que fue el siglo pasado.
Hubo incluso un presidente, José López Portillo y Pacheco (1976-1982) que mantuvo un abierto enfrentamiento con los banqueros para espetarles que no prestaban todo el crédito suficiente que demandaba el proceso de expansión de la empresa y la industria en el país.
Muchas décadas después los reclamos son contra el propio sector empresarial por no participar todo lo que debiera ser en el fomento del empleo,  producción con calidad y reducción de  los precios  como resultado lógico de la competencia.
Aunque existe otro handicap más fuerte: la laxitud de la gran empresa para pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) como lo hace el resto de empresas pequeñas y medianas, personas morales y físicas en el país.
Hay un doble rasero en materia fiscal denunciado desde años atrás por expertos como Mario Di Constanzo, economista curtido en todo cuanto refiere con la Hacienda Pública del país.
Para el ex legislador del Partido del Trabajo, la devolución de impuestos y la consolidación fiscal son dos coladeras para que los grandes empresarios salgan siempre beneficiados  por tributar lo  menos posible.
El meollo es que llevan décadas y hasta el momento nadie ha hecho nada por frenar o modificar el esquema perverso que ha convertido el pago de impuestos en México en una ratonera: sólo caen los pequeños, los grandes pasan desapercibidos.
A COLACIÓN
En tiempos en los que los mexicanos aspiran y suspiran por un verdadero cambio tras doce años de inercia y que el presidente Enrique Peña Nieto muestra voluntad -junto con su equipo-, de sentar las bases para la transformación,  en el ambiente hay un rumor de lo qué podría pasar en el próximo Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014: aumento del IVA, aplicación a alimentos y medicinas, extinción del IETU y reducción del ISR.
Al mes de abril es tan solo una moneda en el aire, aunque, lo cierto es que prevalecen dos criterios equidistantes de qué hacer: 1) Incremento del IVA del 16% ya sea al  19% o 22%. Gravar con IVA  alimentos y medicinas por que la meta es recaudar anualmente 159 mil millones de pesos gracias a ambos.  Reducir un punto porcentual el ISR de forma escalonada durante tres años y eliminar el IETU.  2) Bajar el IVA un punto porcentual. Revisar el esquema de devolución de impuestos para empresas y personas morales. Eliminar la consolidación fiscal que tanto sirve a las 500 grandes empresas que en promedio no pagan al año entre 132 mil millones de pesos y 170 mil millones de pesos a Hacienda. No tocar alimentos ni medicinas. Mantener el ISR en 30% y desaparecer el IETU definitivamente.
En uno de estos bandos, Di Constanzo recientemente nombrado presidente de la CONDUSEF, es firme ideólogo de la supresión de todos los privilegios fiscales desde la consolidación fiscal, depreciación de activos fijos,  operaciones en la Bolsa de Valores y por donativos y campañas de redondeo.

Para él no hay nada más claro como el agua porque los propios números que mantiene en su poder la Auditoria Superior de la Federación (ASF) son bastante sintomáticos de la situación.
Para el ex legislador debe aprovecharse la voluntad de cambio del Gobierno Federal “mientras las grandes empresas en México aportan entre el 55% y 60% del ingreso nacional, su contribución al pago del ISR como porcentaje del  PIB es del 2.6% en promedio en los últimos siete años”.
Fundamentalmente son en  pesos constantes y sonantes, miles de millones,  que durante décadas bien pudieron  ingresar a las arcas de la Nación para contribuir a la modernización del país en infraestructura básica.
PD. Mi twitter @claudialunapale. Mi blog es http://claudialunapalencia.blogspot.com

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