“Vacas”, reflexión escenográfica original de Adriana Pelusi, aborda la forma en que la sociedad califica a los individuos que la conforman

A partir del próximo 15 de abril, en el foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, la obra Vacas, que ganó el premio Nacional de Dramaturga UANL Emilio Carballido en el 2011, iniciará temporada bajo la dirección de Carlos Quintanilla Sakar, y con las actuaciones de Marimar Vega, Patricia Garza y Francisco Cardoso.

Esta propuesta narra la vida de dos hermanas gemelas, aunque no idénticas, quienes viven juntas, que son diametralmente opuestas y deben aprender a convivir con sus diferencias, una es profundamente católica y la otra lleva una vida disipada, con gran libertad, en particular de su vida sexual; desde luego, aparece en escena un amigo de ambas, que es el detonante de varios cuestionamientos.

Para Quintanilla Sakar, el reto principal de este montaje fue representar con muy pocos elementos escénicos todos los temas planteados en el texto, “que en principio parecen estar relacionados con ciertos prejuicios contra las mujeres, podríamos pensar por ello que se trata de una propuesta feminista, pero no es así.

“Detrás de la anécdota principal la autora plantea varios cuestionamientos que me parecen profundos y muy actuales, pues resaltan cómo la sociedad se empeña en colocarle etiquetas a las personas que generalmente no corresponden a la realidad, pero que sí nos afectan e incluso definen nuestra vida adulta, además de hacerlo de forma ágil y divertida.

“Estar en un escenario como la Gruta del Helénico es para nosotros un gran honor, porque la cercanía con el público impone un esfuerzo extra para todos, en particular para los actores, porque deben echar mano de sus capacidades expresivas, lo cual también explica el que tengamos muy pocos elementos en el escenario”.

Para la autora de Vacas, Adriana Pelusi, el planteamiento de la obra se relaciona con esa experiencia que tuvo en su juventud, pero que considera “es algo que está presente en nuestra sociedad, tal vez en la de todo el mundo, en el sentido de que todos hemos sido calificados o descalificados de algún modo; el tono de la historia es el de una comedia que busca conmover porque considero que de esa manera es posible desarrollar de mejor manera este tipo de planteamientos y que el público se sienta identificado”.

Mientras que los intérpretes de la obra coincidieron en señalar que el planteamiento del montaje les supone un reto y un aprendizaje profundo. Francisco Cardoso comentó que “a todos nos ha pasado eso de ser etiquetados de tal o cual forma, pero hablar de eso, reflexionar sobre el impacto que tuvo en nuestras vidas, es algo que hacemos poco. De ahí que considero que la obra está llena de posibles lecturas y afinidades con el público”.

Para Marimar Vega lo más atractivo de la obra es el reto de esta a poca distancia del público, “porque cualquier cosa que hagas debe tener un propósito y una intención, pero por eso estoy aquí, porque el teatro es siempre un reto, un ejercicio muy complejo de actuación y más con una obra que trata sobre temas tan cercanos a todos”.

Fuente: (CONACULTA)

Vacas, reflexión escenográfica sobre la forma en que la sociedad califica a los individuos que la conforman

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