Intuiciones de la reforma energética

Por lo pronto, los cambios prometidos por Presidencia son: 1) Expandir el mercado  de hidrocarburos a otras regiones del mundo. 2) Apertura a la inversión privada de PEMEX. 3) Transformación  administrativa de la paraestatal. 4) No a la privatización de las reservas petroleras. 5) Introducir tecnología que México no tiene. 6) Acelerar el crecimiento de la explotación de recursos energéticos para bajar el costo de la electricidad de  familias y empresas. 7) Transparentar la actuación de PEMEX. 8) Elevar la competitividad. 9) Democratizar la productividad.  10) Garantizar abasto suficiente en gasolina y combustible.
Todavía se mantiene en sigilo hasta cuánto y dónde será permitida la inversión privada y cuánta será extranjera, lo único que se recoge en prensa es que el presidente Peña Nieto afirma que la paraestatal no será desmantelada ni privatizada en su totalidad.
¿Qué modelo podría seguirse entonces? Todo apunta que tras la fallida experiencia privatizadora y extranjerizadora del sector energético argentino, bien podría copiarse el modelo aplicado en Brasil con Petrobras.
Significaría que  en Otoño próximo, el presidente Peña Nieto incluiría en su  iniciativa la creación de una Agencia Nacional del Petróleo como órgano responsable de la regulación, fiscalización y contratación de las actividades del sector; así como  la propuesta de un Consejo Nacional de Política Energética, para  formular las políticas públicas de energía.
Aunque Petrobras tiene menos años de existencia que Pemex (fue creada en octubre de 1953) es una empresa que ha logrado mantenerse a la vanguardia.
En el mundo petrolero, la experiencia de Petrobras es vista con éxito. El año de 1997 fue el parteaguas para la petrolera con la Ley 9478. Ese año además Brasil ingresó en el grupo de los 16 países con capacidad para producir más de un millón de barriles de petróleo diarios.
La Ley 9478 asienta que Petrobras es una sociedad de economía mixta vinculada al Ministerio de Minas y Energía, cuyo objeto consiste en realizar la investigación, exploración, refinación, proceso, comercio y transporte de petróleo, de sus derivados, de gas natural y de otros hidrocarburos líquidos.
El nuevo esquema que adoptó Brasil para su industria energética fue muy inteligente y una salida eficiente. Petrobras tiene un carácter mixto con un capital social dividido en acciones ordinarias, con derecho a voto, y acciones preferenciales sin derecho a voto.
En cuanto a la exploración y la explotación de los recursos, el Estado sigue teniendo los derechos en materia de petróleo y gas natural en territorio nacional, incluyendo la parte terrestre, el mar territorial, la plataforma continental y la zona económica exclusiva, quedando su administración bajo la responsabilidad de la Agencia Nacional de Petróleo.
Así es que la agencia tiene un rol fundamental en la política energética de Brasil por qué es el órgano que toma la decisión de las licitaciones, permisos, concesiones o contratos.
La ANP autoriza la exploración de petróleo y gas en territorio brasileño con la restricción de que si la empresa que obtuvo el permiso encuentra petróleo y gas, entonces someterá ante la agencia una serie de planes y proyectos para obtener la aprobación para explotar los recursos. La Agencia Nacional de Petróleo es la que decide si el concesionario pasa o no a la segunda parte, la de la explotación de los recursos.
En actualidad, Petrobras obtiene más de 100 mil millones de dólares de ingresos.
A COLACIÓN
Hasta el momento la única duda es cómo irán a despetrolizar las finanzas públicas dependientes de los ingresos fiscales  de Petróleos Mexicanos.
De una u otra forma siempre se está dependiendo del llamado “oro negro”. En la década de los ochenta, el petróleo fue el principal atractivo de la balanza comercial del país. En ese entonces el reclamo constante de los analistas fue en el sentido de que México tenía una balanza comercial petrolizada, que descansaba en la monoexportación y monoproducción.
Sin embargo, en la actualidad, después del GATT y el TLCAN, tenemos un gran salto cualitativo y cuantitativo en la balanza comercial que derivó de acelerar la producción manufacturera.
Lo que resta es dar cauce al gran reto de despetrolizar las finanzas públicas o al menos darle una viabilidad a PEMEX para que pueda recuperar para su propia administración una parte de lo que ingresa por su actividad. ¿Lo conseguirá Peña Nieto?
PD. Mi twitter es @claudialunapale. Mi blog es http://claudialunapalencia.blogspot.com

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