La Orquesta Sinfónica Nacional interpreta en Bellas Artes “La pasión según San Mateo” de Johann Sebastian Bach (1685-1750)

La gala estuvo bajo la batuta del director artístico de la OSN, Carlos Miguel Prieto, y contó con la participación del Coro de Niños de la Escuela Nacional de Música (Patricia Morales, directora), Coro Bicultural (John Daly Goodwin, director), Frank Kelley (tenor), Stephen Bryant (bajo), Elizabeth Keusch (soprano), Carla Lopez-Speziale (mezzosoprano), Christopher Shepard (bajo continuo) y William Skeen (violagambista).

“La pasión según San Mateo” (“Matthäus- Passion”) es una exaltación oratoria que presenta el sufrimiento y muerte de Cristo según el evangelista Mateo. “El más rico y noble ejemplo de la historia de la música sacra”, de acuerdo a la definición del compositor británico Hubert Parry (1848-1918).

En la obra, se cuentan los capítulos 26 y 27 del texto bíblico, distribuidos en 68 apartados modulados por un evangelista y los personajes de la trama (Cristo, Judas, Pedro…). Se agrupan coros, cantos monódicos, recitativos y arias que dilucidan el contenido, resguardados por dos coros y un ensamble instrumental de dos flautas, dos oboes, cuerdas, bajo continuo y viola da gamba.

Coros y orquesta en diálogo invariable. Tenor (Evangelista), barítono (Cristo), bajo continuo (Judas Iscariote), bajo (Pedro), bajo (Pilato), soprano (sirvienta). Versículos del poeta alemán Christian Friedrich Henrici –Picandro–(1700-1764), y la traducción de Martín Lutero al evangelio de Mateo. Bach optó por una musicalización sencilla en recitativos, ariosos y arias contemplativos de fuerza intimista que reflejan la vida de Cristo.

Estructura polifónica cobijada por tensiones armónicas (cuerdas, flautas, oboes) de gran fuerza y belleza. Arias, corales intercaladas y soprano “in ripieno” (relleno) precedida por el coro de entrada (“No hay nada parecido en toda la música”: Bernstein); la OSN bordó toda esa disposición sonora con cabal sentido del tempo y cadencia rítmica sobrecogedora, sobre todo en algunas arias como la conmovedora No. 39 (Apiádate de mí, Dios mío) que puso en vilo a la sala.

Primera parte con los versos iniciales: “Vengan, hijas, lloren conmigo” en la que flauta, clarinetes y violines escoltan a las voces en un contrapunto de acusado molinete barroco: el tenor Kelley y el bajo Bryant sostienen un coloquio coral de impresionante prosodia.

Segunda parte con la entrada de viola de gamba, los subrayados de la celesta, la acentuación del primer violín, y los oboes llevando el hilo conductor de una exposición de color y energía en metáforas sonoras turbulentas y arropantes desde conjunciones de agolpada y sugestiva orquestación.

Gesta musical reconcentrada que se contrapone al Bach de la “Pasión según San Juan” (1726): más conciso, subjetivo y apremiante. Anoche, la OSN mostró los horcones de una insoslayable “Gran Pasión”: momentos imponderables y elocuentes del más virtuoso organista del barroco.

Coros que supieron transmutarse las lamentaciones en una suerte de efecto de carrillón refulgente; solos generosos del oboe (Alejandro Tello), transparencias inflexivas y entusiasmo de los solistas, director conocedor que supo dosificar la miscelánea de meditación y fábula de la retórica bachiana. Ayer, la OSN inflamó los bordes de la noche: Bach se adueñó por tres horas de Bellas Artes, la respiración de Dios abrasó los centelleos de la luz.

Al final de la función, en una entrevista, Luis Pérez Santoja señaló: “Recepción concertina deslumbrante. Coros espléndidos, solistas cabales, sobre todo la mezzosoprano mexicana Carla Lopez-Speziale; los solos del oboísta, de pujante virtuosismo. Algunas imprecisiones instrumentales y de los solistas, pero en general una gran noche de la OSN y de su conductor Carlos Miguel Prieto”, puntualizó el más informado y sensible comentarista de música de concierto en México.

La OSN tendrá un receso de dos semanas. Se anunció el próximo programa para el viernes 12 y domingo 14 de abril (Concierto 8 de la Temporada 2013) con obras de Wagner, Mendelssohn y Mahler. Yaron Traub, director huésped; Edgardo Carone, violinista invitado.

Fuente: (Notimex)

 

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