“Museo del Estanquillo” exhibe “José Guadalupe Posada. Crónica de un cronista”, parte del homenaje por el centenario luctuoso del artista

Durante la presentación de la exposición “José Guadalupe Posada. Crónica de un cronista” en el Museo del Estanquillo en esta ciudad, el curador de la exhibición se refirió al grabador como un personaje que nunca aspiró a nada y que “funcionó como un artesano del pueblo y al final acabó siendo uno de los principales artistas de México y uno de los íconos dentro de la historia del arte mexicano”.

“Fue un tipo que trabajó al nivel bajo del pueblo de México, de lo que le llamaban la prole, de lo que llamaban el peladaje, pero su obra es de una calidad extraordinaria, tanto que lo ha hecho uno de los clásicos de México”, expresó, al tiempo de considerar que “La Catrina” es después de la Virgen de Guadalupe, el segundo icono femenino del país.

“José Guadalupe Posada. Crónica de un cronista”, exhibición que abrirá su puertas el próximo jueves, es un recorrido cronológico de trabajos del reconocido grabador, quien inició su oficio desde muy joven en los talleres de José Trinidad Pedroza.

Posteriormente, montó un taller propio, que fue destruido por un evento que lo marcaría para siempre: la gran inundación de León, en donde perdió su patrimonio y, presumiblemente, a sus familiares.

La muestra, que se inserta dentro de la conmemoración por el centenario luctuoso del prolífico artista, se conforma de 435 piezas entre revistas, dibujos, carteles, ilustraciones de diarios de la época y video.

De acuerdo con “El Fisgón”, la exposición se divide en dos núcleos temáticos; por un lado en el primer piso se presenta una crónica de lo que fue la trayectoria periodística de Posada, mientras que en la segunda planta del edificio de la Esmeralda, se muestra a un Posada cronista.

Aquí, se hace un recorrido por todas las etapas de las distintas publicaciones en las que colaboró a lo largo de su vida el artista mexicano.

“Presentamos un panorama de cómo fue evolucionando el trabajo artístico y posición política de Posada desde que se inicia en la prensa, en ´El Jicote´ a finales de la década de los setenta del siglo XIX hasta sus últimas caricaturas que publicó en la ciudad de México”, explicó.

“De tal manera que veremos cómo evoluciona como artista, comenzando como un romántico que se afilia a las lógicas de la caricatura política de combate del siglo XIX, después se mete en las lógicas positivistas cuando está en Guanajuato, arriba a la Ciudad de México para trabajar en ´La Patria Ilustrada´ y de ahí se empapa de las tradiciones de la gráfica liberal mexicana”, acotó.

El monero mencionó que luego “pasa a ilustrar hojas volantes del editor Vanegas Arroyo como historias de crímenes pasionales, de escándalos, noticias sensacionalistas, de aparecidos, etcétera”.

Destacan trabajos publicados en la revista “El Fandango”, muchos de ellos inéditos, y que en realidad son caricaturas.

Dicha sección concluye con los trabajos realizados durante el Porfiriato, así como el final de esa época que prácticamente coincide con la muerte del grabador.

En el segundo piso, se describe a un Posada dentro de la tradición del costumbrismo mexicano y en donde se muestran piezas de antecesores de Posada.

En esta sala destaca, sin lugar a dudas, sus inmortales calaveras, que se aprecian en diferentes grabados e ilustraciones de la época.

También sobresalen una serie de hojas de Vanegas Arroyo, en diversos grupos como historias de crímenes pasionales, además de otra serie de núcleos en donde Posada trataba lo que eran las historias de nota roja, asesinos famosos, hojas de sucedidos, de cancioneros, estampas religiosas, entre otros.

Además se observan objetos y piezas de artistas plásticos que han sido influenciados por el creador de “La Catrina”, convertida desde tiempo atrás en un símbolo de lo mexicano.

Fuente: (Notimex)

Leave a Reply