Obama y su abismo fiscal

La moción es clara: al presupuesto de 2013 habrá que quitarle 85 mil millones de dólares en comparación con lo ejercido un año antes, una dolorosa decisión en medio de la frustración del presidente Obama porque hasta el lobby político se ha visto superado por lo que es una visión encontrada acerca de lo que requiere la economía americana para el corto plazo.
Los demócratas,  quieren mantener los tipos de interés lo más bajo posible y expandir el gasto para dar margen de acción al recién reelecto presidente Obama, que lleva dentro de las mangas una larga lista de pendientes no cumplidos en su primera campaña para la Presidencia; y que al parecer, seguirá guardada en el mismo sitio para cómo irán las cosas.
De forma contraria, los republicanos, presionan para recortar el gasto, ajustar y eliminar, restringir en casi todos los rubros del presupuesto tocando lo menos posible Defensa y seguridad nacional a cambio de sacrificar otros rubros como el Medicare.
Entre unos y otros, con esta visión equidistante, nuevamente será afectado el PIB de la economía americana (perderá un 0.5% en el valor estimado), el empleo (serán destruidos al menos 750 mil puestos de trabajo), la expansión del consumo (aún sin recuperar los nivele previos a la crisis subprime en 2008); y con todos los recortes sociales que se esperan, por supuesto que, la gran perdedora seguirá siendo la clase media americana.
Estados Unidos tiene más 308 millones de habitantes, un 70% son clase media, una que pertenece a la economía nacional más grande del mundo con un PIB estimado en 14.3 billones de dólares.
También es el mayor importador global y el mayor deudor neto del planeta, un auténtico aspirador de financiamiento que provoca alteraciones colaterales en el mercado de divisas del mundo y en la política monetaria de buena parte de los países.
El mundo es geográficamente grande, la aldea económica relativamente pequeña debido a la interrelación tecnológica, de inversiones, financiera, económica y de mercados.
El recorte de Estados Unidos tendrá efectos en países vecinos y grandes aliados económicos como México; y generará incertidumbre  en los mercados a la que se añade, la situación política de Italia; la realidad de  que Grecia abandone el euro y la petición económica de Chipre a la UE.
Con tantas señales negativas, hasta valores refugio como el oro han iniciado un descenso en su precio, que veremos si éste repunta con el anuncio de restricción presupuestal en Estados Unidos y que traerá un menor crecimiento en la economía americana.
Los días por venir serán claves para el mercado en la medida en que se analice la respuesta del dólar, euro, oro y tasas de interés; porque los mercados bursátiles tienen tal nivel de incertidumbre que sus vaivenes solo son buenos para los grandes especuladores.
A COLACIÓN
Los idus de marzo: la fecha claves será el día  27 dado que podría suceder una bancarrota parcial en la administración de Estados Unidos.
Quizá todos los países emergentes deberían comenzar a una “vaquita” para terminar rescatando tanto  a la UE como a  Estados Unidos, valga subrayar la preocupación con la que observamos el hecho de que varias de las economías clave del mundo atraviesen una crisis económica más allá de un quinquenio y que el túnel negro no vea la luz de salida.
Lo cierto es que la destrucción de capital es también destrucción de empleo, millones de personas formadas en aulas universitarias son las víctimas de esta gran crisis.  
Si en los ochenta, los países emergentes vivieron su “década perdida” cuyas consecuencias alcanzaron las reformas de los noventa; rumbo al 2020, son los países industrializados los que viven su particular “década perdida” cuyas consecuencias  y transformaciones reales todavía estamos por ver.
Por lo pronto hay un nuevo flujo humano formado y tecnificado que abandona sus países desarrollados para ubicarse con empleo en países emergentes.
Pd. Mi twitter es @claudialunapale. http:://claudialunapalencia.blogspot.com

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