“Homenaje a Ignacio Bernal”, nueva publicación que recoge doce ensayos del célebre investigador de la Arqueología Mexicana

Presentado hace unos días en el Museo Nacional de Antropología (MNA), la obra Homenaje a Ignacio Bernal (INAH, 2012), deriva del Simposio Homenaje realizado el 13 de febrero de 2010, con motivo del centenario del natalicio del arqueólogo Ignacio Bernal, quien dirigió el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y también el MNA.

Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, recordó que en su juventud trató a “don Ignacio Bernal y su familia, especialmente a su hijo Carlos”, conoció además su enorme biblioteca, así como “su terrible sentido del humor, un sentido del humor vitriólico, del que uno se tenía que defender como pudiera”.

Destacó “su inteligencia, erudición y su incansable defensa de los valores de lo mexicano”, a través de la historia, la arqueología y la etnografía, pero también las tradiciones y sus artes vivas. “Pienso que en los Premios INAH, debería haber uno que llevara el nombre de Ignacio Bernal, ligado a la arqueología o la historiografía de la arqueología”.

En el libro-homenaje, De Maria y Campos señala que es “imposible agotar la vida larga y fructífera de un hombre que perteneció a la llamada ‘Generación de medio siglo’, cuyos integrantes definieron la forma en que por un largo periodo hemos entendido la identidad nacional”.

Ignacio Bernal —abunda— defendió conceptos novedosos en aquella época, como la idea de Mesoamérica, “no solo porque Kirchhoff, Caso y Covarrubias fueron sus maestros, sino porque el mismo Bernal fue uno de los principales teóricos y divulgadores de la civilización original americana (los olmecas)”.

Editado por Nelly Robles García, coordinadora nacional de Arqueología del INAH, el libro contiene artículos escritos por Carlos Bernal, hijo del notable arqueólogo, y los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma (INAH), José Arturo Oliveros Morales, Marcus Winter, Ronald Spores (Vanderbilt University), Stephen A. Kowalewsky (The University of Georgia), Luis Barba Pingarrón (UNAM), Emily McClung de Tapia (UNAM), Daniel Schávelzon (Universidad de Bueno Aires), Patricia Plunket Nagoda y Gabriela Uruñuela (Universidad de las Américas) y Mari Carmen Serra Puche (UNAM).

La doctora Nelly Robles García explicó que en 2010 se encargó de la organización del Homenaje a Ignacio Bernal, tarea que también implico: un simposio para tener las opiniones de arqueólogos, amigos y colaboradores del intelectual mexicano; la publicación del libro Ignacio Bernal, Bibliografía, 1946-1988, la develación de una placa con el nombre del arqueólogo (colocada en el acceso a la Zona Arqueológica de Monte Albán), así como la exposición Ignacio Bernal: Protagonista de la arqueología mexicana del siglo XX, que se exhibió en la capital de Oaxaca y en Guadalajara, Jalisco.

Para la edición, destacó Robles García, se tuvo el apoyo de los descendiente de Ignacio Bernal, particularmente de su hijo Carlos, “quien nos abrió las puertas a la vida de don Ignacio, a su casa de Oaxaca y a sus obras; a fotografías y objetos de memorabilia en la Ciudad de México.

“Fue interesante —abundó—  culminar el homenaje con la publicación del libro, que tiene un formato idéntico al dedicado a John Paddock, para que en los libreros de los arqueólogos estén juntos Paddock y Bernal, una dupla que no se puede disociar”.

En la presentación del volumen Homenaje a Ignacio Bernal, participaron los arqueólogos Pedro Francisco Sánchez Nava, presidente del Consejo de Arqueología del INAH, el doctor Manuel Gándara y Carlos Bernal Verea.

En su oportunidad, Sánchez Nava señaló que el libro es “entrañable porque reúne las aportaciones de personas que tuvieron el privilegio de conocer al doctor Bernal como colaboradores, discípulos o amigos. Es un libro que fluye entre la disertación anecdótica de una personalidad llena de matices y el análisis académico del profesional —de sólida formación— que fue el doctor Bernal”.

A su vez, el doctor Manuel Gándara apuntó que la publicación, más allá del correcto tono laudatorio, está organizada en tres secciones: la primera trata de la trascendencia y valores de Bernal, como profesional, diplomático, amigo y padre de familia; la segunda, aborda sus aportes como arqueólogo y su papel en la creación del Consejo de Arqueología; y en la tercera parte se revisa su labor institucional y como gestor de políticas culturales, como funcionario en prácticamente todos los niveles jerárquicos del INAH, su relevancia internacional y su paso por diversas instituciones.

Licenciado en Arqueología por la ENAH (1947), maestro en Ciencias Antropológicas (UNAM, 1949) y doctor en Letras (UNAM, 1950), Ignacio Bernal y García Pimentel investigó Monte Albán y varios sitios oaxaqueños, como Yagul, además de Teotihuacan. Como funcionario público fue secretario del INAH (1954-1955), director de Monumentos prehispánicos (1956-1958), subdirector (1958-1968), también director general (1962-1968 y 1970-1976), director del Museo Nacional de Antropología (1970-1977) y presidente de la Comisión de Monumentos (1968-1971).

Fue autor, entre otros libros, de Urnas de Oaxaca (1952), con Antonio Caso; Teotihuacan: descubrimientos, reconstrucciones (1963), La cerámica de Monte Albán (1967), obra monumental realizada junto con su maestro Alfonso Caso y Jorge Acosta, El mundo olmeca (1968), e Historia de la Arqueología en México (1979), traducida y publicada en Londres en 1980, además de cientos de artículos cortos y varios trabajos sustantivos, como “Los arqueólogos de Tenochtitlán” (1981), entre otros.

Recibió varios doctorados Honoris Causa: por la Universidad de las Américas (1967), por la Universidad de California, en Berkeley (1969) y por la St. Mary’s University, de San Antonio, Texas (1970), entre otros. En 1969 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias. Ingresó en El Colegio Nacional en 1972. Su discurso de ingreso se tituló Teotihuacan y los destinos mexicanos.

Fuente: (INAH)

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