El libro pretende relatar la educación política de los mexicanos que vivieron la “década perdida” con el único consuelo de insultar a los funcionarios públicos que aparecían cada noche en su televisor, a la hora de las noticias.
“Los mexicanos aprendimos política a base de mentadas de madre”, confiesa Villalobos, mientras explica como surgió la idea para su más reciente libro. A decir de su compañero escritor, Yuri Herrera, en la novela no hay nada sagrado. Nadie sale limpio, ni los políticos, las iglesia o la familia. Otra gran muestra de la irreverencia del texto se deduce en cuanto las vacas guerreras y los extraterrestres hacen su aparición.
“México no es un lugar normal”, explica el autor, “pero yo soy un existencialista y creo que en el mundo no existe ningún sitio normal. Eso es porque nadie es nada en esencia y el cambio es posible” remata Villalobos.
Según el escritor, una de las trampas más grandes en las que ha caído la sociedad mexicana es definir al país. Creer que nuestra nación es surrealista sólo implica que la gente acepte como normales cosas atroces. Por ejemplo, la violencia desatada por el narcotráfico. Es precisamente por ello que Villalobos pretende relatar los sentimientos de una sociedad arrinconada con una buena dosis de humor absurdo donde las instituciones con a la vez criticables y atemorizantes.
Con su nueva novela, Juan Pablo Villalobos espera repetir la cálida recepción que tuvo su obra “Fiesta en la madriguera”, la cual ya ha sido traducida a 15 idiomas. “Si viviéramos en un lugar normal” muestra un “rito de paso” para el autor, que habla de política desde las atribuladas experiencias de un adolescente. Su próximo libro, adelanta, será narrado desde le vejez. En esta suerte de trilogía inconexa, Villalobos plasma la educación sentimental del mexicano desde una óptica muy jalisciense.
Fuente: (informador.com.mx)
