González Barrera: un adiós inesperado

A sus casi 82 años de edad, aquejado por un cáncer en las vías biliares que le obligó desde hace un par de años a tomar la decisión de apartarse de sus negocios tanto en Gruma como en Grupo Financiero Banorte, finalmente murió en un hospital en Houston el pasado 25 de agosto.
La noticia trascendió a los medios de comunicación con la consecuente reacción por la pérdida de quien toda su vida debió superar diversos desafíos y llevó como emblema “ser orgullosamente mexicano”.
Para quien solo conoce que González Barrera es miembro de la lista de Forbes con una fortuna personal cercana a los 2 mil millones de dólares, quizá le sorprenda descubrir los orígenes humildes de quien nació en Cerralvo, Nuevo León.
Fue gracias al ahorro, al más básico instinto empresarial, saber rentabilizar el dinero y tener el carácter afable de hacer amigos y buenas relaciones como este hombre del norte amasó  una de las siete fortunas más grandes del país.
Lo que comenzó con un simple molino fue el paso para con el tiempo erigir un emporio de las ventas de harina de maíz,  una plataforma fundamental para el ingreso de González Barrera en el complicado sector financiero de la mano de quien con el tiempo  convertiría en un amigo cercano: Guillermo Ortiz Martínez.
Forbes reconoce el potencial económico de González Barrera haciendo una mención especial a la presencia del Grupo Financiero Banorte, bastión relevante del incremento de su fortuna.
El valor de capitalización de GFNorte en el primer semestre del año ronda los 174 mil 151 millones de pesos; en 2011, los títulos de la emisora cerraron en un precio de 42.32  pesos y a mediados del año en curso alcanzaron los 75.62 pesos.
A COLACIÓN
Corrían los años de la desincorporación –reprivatización- bancaria, entonces el presidente Carlos Salinas de Gortari encomendó directamente a Ortiz Martínez, como subsecretario de Hacienda formar un comité para  recibir propuestas de grupos y personas morales para pujar por los bancos y subsidiarias que serían subastados.
El primer paquete vendido incluyó a Banco Mercantil del Norte en la actualidad  Grupo Financiero Banorte S.A.B. de C.V, la operación fue por un millón 775 mil 779 pesos de los viejos pesos antes de que le quitaran tres ceros a la moneda.
El banco otorgado a González Barrera y socios no era ni mucho menos la joya de la corona de los bancos en manos de Hacienda, simplemente era un “banquito x”.
La operación concluyó el 15 de junio de 1992 y es increíble que así como Gruma y Maseca lideran el nombre de México en el mercado de las harinas de maíz a nivel mundial, también Banorte figura  entre los tres baluartes del sistema financiero mexicano.
Ahora bien con el deceso de tan gran empresario, al frente de Gruma queda Roberto González Alcalá, con el desafío de continuar la visión familiar y cumplir el deseo de su padre porque la empresa perviva de generación en generación.
En GFBanorte, la transición inició en vida del empresario en 2010 cuando González Barrera aquejado por el tratamiento de cáncer decidió incorporar a Ortiz Martínez, como presidente del grupo y aceptar que Alejandro Valenzuela, colaborador de toda la vida del ex secretario de Hacienda y ex gobernador del Banco de México, quedara como director del banco.  
La decisión ha sido un acto de confianza en el viejo amigo, en su conocimiento y contactos más que en su experiencia en administrar una institución con fines de lucro.  No es lo mismo una empresa privada que una pública, ni mucho menos una institución financiera.
Lo interesante es quién está en el seno del consejo del grupo financiero con el cargo de consejero propietario, lo que no creo tranquilice a ninguno de los herederos:  Everardo Elizondo, Herminio Blanco, Patricia Armendáriz, la controvertida ex funcionaria de la CNBV capataz de la venta de bancos a extranjeros y de perseguir a  algunos dueños junto con Ortiz Martínez; Juan Carlos Braniff, Alfredo Elías Ayub y Enrique Castillo Sánchez Mejorada; entre otros.
Ojalá que González Barrera haya tenido el buen tino de dejar en buenas manos a su grupo financiero y en efecto dure muchas décadas siendo el “banco de todos los mexicanos”, esperemos que sus dirigentes tengan la misma fe en el país que él tenía.  Por lo pronto, la lucha de poder entre herederos y directivos designados no será nada fácil.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com

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