Estados Unidos desperdicia el 40 por ciento de su comida

“Como nación, esencialmente estamos tirando a la basura uno de cada dos pedazos de comida que se cruzan en nuestro camino.  Esto significa dinero y recursos preciosos perdidos”, dijo Dana Gunders, científica para el Programa de Alimentos y Agricultura de NRDC.  “El precio de los alimentos van en aumento y la sequía pone en peligro a los agricultores en todo el país, asi que este es el momento de aprovechar todas las oportunidades sin explotar para sacar más provecho de nuestro sistema alimentario. Podemos hacerlo mejor.”

El informe de NRDC, Desperdiciado: Cómo Estados Unidos está perdiendo hasta un 40 por ciento de sus alimentos en la basura desde la granja hasta la mesa, analiza los más recientes estudios científicos y los datos del gobierno sobre las causas y la magnitud de las pérdidas de alimentos en todos los niveles de la cadena de suministro de alimentos de EE.UU.  Además, el informe proporciona ejemplos y recomendaciones para reducir estos residuos. Las principales conclusiones son:

•    Los estadounidenses tiran a la basura el 40 por ciento de nuestro suministro de alimentos cada año, valorado en cerca de $165 mil millones;
•    La familia estadounidense promedio de cuatro termina por tirar un equivalente de hasta 2.275 dólares al año en alimentos;
•    Los residuos de alimentos son el principal componente de los residuos sólidos en vertederos sanitarios de Estados Unidos;
•    Sólo una reducción del 15 por ciento de las pérdidas en el suministro de alimentos de los EE.UU. ahorraría suficiente comida para alimentar a 25 millones de estadounidenses cada año;
•    Se ha dado un salto de 50 por ciento en los residuos de alimentos de EE.UU. desde la década de 1970.

Las causas de las pérdidas en nuestro sistema alimentario son complejas, pero hay áreas problemáticas importantes. A nivel minorista, supermercados y otros vendedores están perdiendo tanto como $15 mil millones anuales en frutas y verduras sin vender lo resulta en casi la mitad de todos los comestibles no sean comidos.

De hecho, las frutas y verduras frescas se desperdician más que cualquier otro producto alimenticio, incluyendo mariscos, carnes, granos y lácteos, en casi todas las etapas de la cadena de suministro. Algo de esto es evitable. Por ejemplo, los minoristas pueden detener la práctica de la abundancia innecesaria en las exhibiciones de sus productos, lo que sí acelera la descomposición de los alimentos.

Pero los consumidores también son un importante contribuyente al problema ya que la mayoría de las pérdidas de alimentos se producen en los restaurantes y las cocinas de la nación. Una razón importante son las porciones grandes, así como los sobrados no consumidos. Hoy en día, los tamaños de las porciones son de dos a ocho veces más grandes que el promedio de las porciones aconsejadas por el gobierno.

Comida desperdiciada abarca el desperdicio de recursos naturales, energía, agua y terrenos agrícolas necesarios para cultivar, transportar y almacenar los alimentos. Casi la mitad de todas las tierras en EE.UU. están dedicadas a la agricultura. Mientras que un 25 por ciento de toda el agua fresca y el 4 por ciento del petróleo que se consume en este país va a producir alimentos que nunca se comen. Por otra parte, los alimentos no consumidos representan el 23 por ciento de todas las emisiones de metano en los EE.UU., un contaminante del cambio climático más potente que el dióxido de carbono.

El aumento de la eficiencia de nuestro sistema alimentario es una solución que requiere esfuerzos de colaboración de empresas, gobiernos y consumidores. En resumen:

•    El gobierno de EE.UU. debe llevar a cabo un estudio exhaustivo de las pérdidas en el sistema alimentario y establecer metas nacionales para la reducción de residuos. Esto puede requerir medidas tales como la aclaración en las etiquetas con fechas de expiración, fomentar la recuperación de los alimentos y mejorar la conciencia pública sobre las formas de reducir desperdicios. Los gobiernos estatales y locales también pueden fijar objetivos similares.
•    Las empresas deben aprovechar las oportunidades para reestructurar sus operaciones, reducir las pérdidas de alimentos y ahorrar dinero. La cadena de supermercados Stop and Shop ya lo está haciendo con éxito, ahorrando unos $100 millones anuales después de un análisis de la frescura de sus alimentos, el desperdicio y la satisfacción del cliente en su departamento de productos perecederos. Otros deberían seguir su ejemplo.
•    Los consumidores pueden desperdiciar menos alimentos haciendo sus compras con prudencia, reconociendo cual comida se echa a perder, comprando productos que es perfectamente comestible pero no sean tan atractivos estéticamente, cocinar sólo la cantidad que se necesita, y reutilizar sus sobras.

Europa está liderando el frente en la reducción de los residuos de alimentos. En enero de 2012, el Parlamento Europeo adoptó una resolución para reducir el desperdicio de alimentos por un 50 por ciento en 2020, y designó a 2014 como el “Año europeo contra el desperdicio de alimentos.” En el Reino Unido, una extensa campaña de cinco años para penetrar la conciencia pública llamada “Food Love Hate Waste” ha contribuido a una reducción del 18 por ciento de los residuos de alimentos evitables. Además, 53 de los minoristas y marcas de alimentos más importantes del Reino Unido han adoptado resoluciones de reducción de residuos.

“No importa cuán sustentablemente nuestra comida se cultive, si no se come, no es un buen uso de recursos”, dijo Gunders. “Afortunadamente, hay maneras de abordar el problema de los residuos de alimentos, y todos pueden jugar un papel.”

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