Desde su primera ejecución, Dafne de Jane Van Eyck, música holandesa del siglo XVII, el innegable virtuosismo y talento de Franco se hizo presente en cada una de las interpretaciones, la noche del viernes al pie del luminoso monumento.
“Muchas gracias a todos por estar aquí. Estoy feliz de poder darles este concierto, en este lugar que tenemos que volver emblemático y de quehacer cultural. Somos cultura en esta ciudad y en este país”, expresó al iniciar su recital.
El también promotor cultural de música de cámara continuó con la ejecución de Syrinx, una obra de siglo XX de Claude Debussy la cual interpretó con flauta transversa para después continuar con un par de improvisaciones al ritmo de música lounge, las cuales fueron reconocidas con el aplauso del público.
“Este es un concierto intencionado para la juventud, y me da gusto que haya gente joven aquí. A mí me gusta improvisar sobre cualquier tipo de música porque creo en ella, ya sea popular, electrónica, de jazz, tradicional, indígena, toda la que esté hecha y pensada con honestidad y como reflejo de las emociones”, explicó el artista que salió al escenario con ocho distintos tipos de flauta.
Precisamente con dos tipos de flautas interpretó la compleja y bella obra Comportamiento para dos flautas que el compositor mexicano Daniel Catán escribió para el intérprete, siendo reconocido por una fuerte ovación.
La velada continuó con El son del espejo, un tema alegre de los indígenas náhuatls de Puebla en el que Franco además de su talento hizo uso de ayoyotes (cascabeles aztecas) y una flauta de carrizo.
“Otra música que me gusta tocar es la tradicional, la de los indígenas mexicanos la cual defiendo como bastión de la música que tenemos, pues es de los habitantes originales de este país y a quienes debemos reconocerles sus tradiciones vivas”.
Ya para el final del concierto el músico, quien cuenta con más 25 grabaciones, con gran técnica presentó La partita BWB 1013 para flauta sola, de Johann Sebastian Bach, misma que tocó a dos movimientos y Las folias de España de Marine Marais.
La gente reunida al pie de la Estela de Luz quería un poco más del artista. Franco aprovechó para agradecer nuevamente la asistencia del público y cerró su recital, con “una de las obras más difíciles para cualquier músico”, El preludio BWV 1006 de Johann Sebastián Bach, con lo que fue fuertemente ovacionado.
Fuente: (CONACULTA)
