Sin embargo y por costumbre, con el paso de los años, se ha tomado la fecha del arranque de los festejos taurinos en nuestro país, la del día en que se venera a San Juan Bautista, el 24 de junio, en 1526, precisamente porque los mismos conquistadores la introdujeron en la antigua Tenochtitlan para solemnizar el regreso de Hernán Cortés de su viaje a Las Hibueras (Honduras), realizándose así la primera corrida de toros en México. Antes de esa fecha, no había ganado en la país para celebrar ese tipo de espectáculo, pero una vez subsanada esta dificultad, gracias a la fundación en 1522 de la dehesa de Atenco, la más antigua del mundo en registro, las corridas de toros se popularizaron para celebrar la entrada de los virreyes, la jura de monarcas y en todas las grandes festividades del virreinato, teniendo como escenarios plazas improvisadas ubicadas en lo que ahora es el Centro Histórico de la Ciudad de México y sus alrededores.
Precisamente hablando de Atenco, la creación de esta casa ganadera está inmersa igualmente en los sucesos de la conquista pues tan hermosa e histórica hacienda, enclavada en el Valle de Toluca, fue motivo para que el mismo Hernán Cortés diera como repartimiento a su primo, el licenciado Juan Gutiérrez Altamirano, el pueblo de Calimaya y otras estancias para que con ello formara la hacienda de la famosa divisa en azul celeste y blanco con ganado de origen navarro, es decir, del norte de España.
Sin embargo, existe otra fecha, la del 13 de agosto de 1529, en que también se corrieron toros en honor a San Hipólito y para celebrar el aniversario de la consumación de la Conquista de México, pero la que funciona de verdad es la del 24 de junio de 1526 y por ello felicitamos a nuestra amada Fiesta Brava por sus históricos 486 años de vida y los que vengan. Así sea.
Fuente: (suertematador.com)