La vida es una elección
Externaron con una alta incidencia destacando cinco puntos principales después de ellos mismos aceptar para esperar el final de sus días activos.
Dos frases encajan muy bien en esta descripción: “La vida es para vivirla y ganarse ese derecho, hacerte cargo de ti mismo.” Facundo Cabral y “La vida es un juego en el que todos debemos participar” Madre Teresa, al final de la lectura muestran el camino estas reflexiones que les da la razón a los afectados. rcp
Empieza así la narración corregida y aumentada del original. Por muchos años trabajé en el área de cuidados paliativos. Mis pacientes eran aquellos que eran enviados a casa a esperar su fin.. Compartimos algunos momentos que fueron increíblemente especiales. Estuve con ellos los últimos días de tres a doce semanas de sus vidas. La gente crece mucho cuando se enfrentan con su propia mortalidad. Aprendí a no dejar de subestimar la capacidad de crecimiento de los demás.
Algunos cambios eran fenomenales. Cada uno de ellos experimentó negación, temor, enojo, remordimientos, más negación y finalmente aceptación. Sin embargo todos los pacientes terminales encontraban su paz interior antes de partir a casa. Todos! Cuando se les preguntaba si tenían algún sentir especial o remordimiento alguno, o si hubieran hecho algo de manera diferente o extraordinaria, así surgieron los mismos temas una y otra vez con la misma pregunta.
Los cinco remordimientos más comunes son los siguientes.
1 Desearía haber tenido el coraje de vivir una vida verdadera conmigo mismo, no la vida que otros esperaban que yo viviera. Este era el más común de los remordimientos.
Cuando la gente comprende que su vida está terminando y miran atrás con claridad, es fácil ver cuántos sueños no han sido cumplidos. La mayor parte de la gente no había honrado ni siquiera la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que ello se había debido a las elecciones que ellos hicieron y a las que no tomaron oportunamente.
Es muy importante intentar y honrar al menos algunos de los sueños que surgen en el camino. Desde el momento en que se pierde la salud gravemente, ya es demasiado tarde. La salud trae una libertad que pocos comprenden hasta que ya no la tienen y es irrecuperable.
2. Desearía no haber trabajado tanto. Esto lo dicen todos los pacientes masculinos que cuidé. Se perdieron la juventud de sus hijos y la compañía de sus parejas. Las mujeres también tienen este remordimiento. Pero la mayoría pertenecía a otra generación, muchas de las pacientes no habían sido proveedoras en sus hogares. Todos los hombres que cuidé lamentaban haber pasado tanto de sus vidas ganándose la vida. Decían si se hubiera simplificado el estilo de vida, haciendo las elecciones conscientes en la misma, podría haber sido posible no necesitar tanto ingreso como se creía necesario. De tal manera al crear más espacio en sus vidas, se podría haber sido más feliz y estar más atentos y abiertos a las nuevas oportunidades, para mejorar un nuevo estilo de vida.
3. Desearía haber tenido el coraje de expresar mis sentimientos. Muchas personas reprimieron sus sentimientos y emociones para mantener la paz con otros. Muchas enfermedades surgieron como resultado de su amargura y resentimiento. Algunos de ellos llevaron una existencia mediocre y nunca se convirtieron en aquello que eran verdaderamente capaces de ser. No se pudieron controlar las propias reacciones y mucho menos las de los otros.
No se puede controlar las reacciones de los otros. Sin embargo aunque la gente puede inicialmente reaccionar cuando uno cambie la forma en que se comporte, o viceversa si se habla honestamente para lograr un entendimiento superior, al final eso elevará la relación a un alto nivel de renovación, totalmente satisfactorio y más saludable. Identificar las relaciones insalubres es tener el poder de hacer lograr, y quitar detonadores perniciosos para ambas partes, es para sumar, ganar, aplicar y el evitar confrontar casos que no merezcan la pena para ambas partes.
4. Desearía haber estado más en contacto con mis amigos. A menudo ellos no habían comprendido verdaderamente todos los beneficios que proporciona la amistad de los viejos amigos, hasta que están en sus últimas semanas de vida ya no es posible dar marcha atrás.
Muchos se habían recortado tanto en sus propias vidas que habían dejado de lado el oro de la amistad y los viejos amigos. Hablan de muchos remordimientos muy profundos, sobre no haber dado a los viejos amigos el tiempo y esfuerzo que ellos merecían. Cuando estaban muriendo todos extrañaban a sus amigos.
Es común en todos los que llevan un estilo de vida muy ocupado, ir dejando de lado a los amigos. Pero cuando se enfrentan a una muerte que se acerca, los detalles de la vida física se van desvaneciendo. La gente desea tener sus asuntos financieros en orden antes que nada si es posible.
Pero no es el dinero o el status lo que tiene verdadera importancia para ellos. Ellos desean tener las cosas en orden más por beneficio de los que aman. Pero generalmente ya están demasiado enfermos y preocupados como para poder ocuparse de estas tarea primordiales.
Al final todo se resumen en el amor y las relaciones. Es todo lo que queda en las últimas semanas, el amor y las relaciones amigables.
5. Desearía haberme permitido a mi mismo ser más feliz. Remordimiento sorprendentemente común. Muchos no comprenden hasta el final que la felicidad en la vida es una elección. Ellos habían permanecido atrapados en los viejos patrones y hábitos. El así llamado “confort” había inundado sus emociones, así como la psicología de sus vidas. El miedo al cambio los hacía presumir ante los otros y ante sí mismos de que estaban contentos.
Cuando en lo profundo dentro de ellos, estaba el deseo de reír con ganas y poner un poco de zoncera en sus vidas nuevamente. Cuando se está en el lecho de muerte, lo que otros piensen de uno está a una larga distancia de su mente. Cuán maravilloso seria dejarse ir y sonreír nuevamente, sin pretensiones ni exigencias, antes de morir. El tema surgió de la gente que está en la ancianidad, en retiros o en hospitales o bien de regreso a su propia casa en espera de la agonía, tendremos tiempo suficiente la gente activa para enmendar errores y enderezar el rumbo?
La vida es una elección.
Es TU VIDA. Elige conscientemente, sabiamente, honestamente, elige sobre todo desde tu corazón, la felicidad que aún está a tiempo de obtenerse!