Por su valor patrimonial, histórico y cultural, el pueblo de Culhuacán será declarado “Barrio Mágico”

Considerado el asentamiento humano más antiguo del Valle de Anáhuac, este pueblo tiene entre otros atractivos turísticos y culturales el Ex Convento de Culhuacán y los vestigios del Molino de Papel, la primera fábrica de papel construida y operada en América Latina.

También, sus carnavales, la charrería y numerosas fiestas, de ahí que la Delegación Iztapalapa decidiera aprovechar el Programa Barrios Mágicos de la Secretaría de Turismo del gobierno capitalino para conformar un corredor turístico que incluyera a Culhuacán y al Cerro de la Estrella.

El objetivo, explica la delegación, es fortalecer la recuperación de espacios históricos, tradiciones vivas, plazas y paisajes, así como enriquecer la oferta turística en beneficio de los turistas y habitantes de esa demarcación.

Con el apoyo del Programa de Barrios Mágicos se rescatarán y consolidarán lugares como el Molino de Papel, la Escuela Gustavo A. Madero, el Mercado, el kiosko, la fuente, calles interiores y el tramo de la calle Morelos que va de la Avenida Tláhuac a Jacobo Watt, por la Cruz Parroquial.

Se dice que Culhuacán significa “Lugar de Culhuas” o “Cerro Encorvado”, esta última interpretación alude al bastón de Quetzalcoátl y, por lo tanto, a la sabiduría de los ancianos.

Visto como un lugar místico y centro depositario de muchas tradiciones prehispánicas, en su territorio se han encontrado muchas evidencias arqueológicas que pueden ser apreciadas en el Museo del Ex Convento de Culhuacán.

A la llegada de los españoles, el pueblo de Culhuacán fue seleccionado como uno de los centros con mayor trascendencia y tradición religiosa. Ahí los frailes agustinos edificaron en el siglo XVI un gran centro evangelizador, el Convento de Culhuacán.

Conformado por claustros en dos plantas construidas de piedras de basalto volcánico, con un estilo renacentista de gran sobriedad, el Ex Convento de Culhuacán posee una gran riqueza en pintura mural, que aún pude apreciarse en los frescos realizados en ambas plantas, los cuales muestran además de los temas religiosos la maestría de la mano de obra indígena.

Dicho convento funcionó como tal hasta 1756, cuando la Corona Española quitó gran parte de su poder a las órdenes religiosas, lo cual lo convirtió en una casa parroquial.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) conformó el museo de sitio que abrió sus puertas al público a partir de 1995, desde entonces cuenta con una exposición permanente y custodia un acervo que se obtuvo en sus zonas aledañas.

Fuente: (Notimex)

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