El coreógrafo y cineasta canadiense Allen Kaeja elogia a los participantes de “Ópera Prima @el colectivo”

“Son muy originales, tienen una exploración interna del movimiento, una curiosidad que les permite ser receptivos a diferentes formas y estilos, son bailarines muy versátiles que captaron mi trabajo rápidamente”.

Allen Kaeja participó en el primer reality show de danza contemporánea con una clase magistral impartida el jueves 18 de mayo y formará parte del jurado en la gala que se transmitirá este domingo 21 de mayo por canal 22.

Codirector artístico de Kaeja d´Dance junto con su esposa, la bailarina Karen Kaeja y acreedor de diversos reconocimientos entre los que se encuentran el Bonnie Bird Award (Reino Unido) y una mención por parte de la UNESCO y el Moving Picture Award por mejor performance, Allen Kaeja es reconocido por desarrollar desde hace 20 años una técnica de improvisación de contacto mezclada con danza, judo y lucha libre.

“Las técnicas del judo y la lucha es de mucho combate, te da herramientas para controlar a alguien, paralizarlo, anular al otro, pero cuando empecé a bailar fui de lo competitivo a lo creativo, me dije, que tal si en lugar de derribarte, me voy de lo interno a lo externo y te hago volar.

“En mi trabajo hay una igualdad de parejas y hago que las mujeres puedan ser levantadas pero que también puedan levantar a su compañero. Esto abre el mundo coreográficamente y parte de ese aprendizaje lo recibí cuando conocí a mi esposa hace 30 años y me dijo quiero hacerte volar tantas veces como tú lo haces conmigo y tuvimos que explorar los mecanismos”.

Con el fin de mostrar su propuesta dancística a los participantes de Ópera Prima @el colectivo, montó la coreografía Précis (Preciso),  que aborda  la determinación, la claridad al tomar una dirección o una decisión, y el momento en que a veces es necesario hacer una pausa, respirar y soltar.

Consideró que más allá de la técnica, una de las bellezas de la danza contemporánea es el poder del individuo, por lo que busca bailarines fuertes y poderosos, pues “entre más único es un bailarín más poderoso es su trabajo”.

Agregó que ser coreógrafo es un gran reto ya que implica un trabajo individual para crear la esencia de la pieza  en la que tiene que ser muy claro para aprovechar la fortaleza natural de los bailarines.

“Mi dinámica es muy clara y definida, tengo que trabajar de dos maneras: enseñándoles mi técnica y mis procesos, y al mismo tiempo tengo que saber quiénes son ellos”.

Con la creación de más de 100 piezas de danza desde 1982 y la realización de coreografías para 26 películas, Kaeja recibió el premio Bravo!FACT por su filme danza Oxigen, codirigido con Colin Chilvers, ganador de un premio Óscar por mejores efectos especiales en la cinta Superman.

“La diferencia entre una coreografía para un filme y una para un espectáculo es enorme, porque cuando creas una coreografía para un escenario tienes que imaginarlo y crear un mundo para la audiencia, pero al momento de que filmas no hay restricciones, puedes estar en cualquier momento, y se vuelve muy preciso y personal  que casi puedes entrar al marco.

“La ejecución del bailarín tiene que ser también totalmente diferente porque en el escenario necesitas proyectar, pero en el cine, es un trabajo más interno, tienes que ser muy sutil y eso implica proyectar más fuerte las emociones y sacar tus cualidades al máximo”.

Adelantó que actualmente acaba de concluir la filmación de su más reciente película en la que nuevamente colabora con Colin Chilvers, para crear una propuesta con efectos especiales que implicó grabaciones en pantalla verde y la utilización de sensores de movimiento. “Es un mundo diferente que resulta inimaginable, en el cine puede ser quien quieras no hay ninguna restricción”.

Fuente: (Notimex)

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