La historia está basada en el libro de cuentos para niños Zoóngoro Bailongo, escrito por el poeta veracruzano Zenén Zeferino, e incorpora algunos elementos de la narración Las ciudades invisibles de Italo Calvino y algunos textos de Pascal Quignard.
“Yo hice la adaptación del cuento. El tema principal es la relación que tenemos con la basura, pues es muy difícil desatendernos de ella. Todo lo que consumimos, utilizamos o nos rodea viene en paquete, plástico, de la industria y se vuelve desperdicio”, comenta el director Carlos López Tavera.
“Quise resaltar la esencia jarocha del cuento, por eso es muy importante la música en vivo y el verso cantado, aunque el libro no está escrito en verso, me pareció importante resaltarlo y presentar así a los personajes. La música es un gusto porque yo toco música tradicional y tuve oportunidad de conocer al escritor quien me propuso el proyecto. Experimentamos con muchos instrumentos tradicionales y hasta con piezas de tango. Hicimos mucho material musical que se quedó guardado”.
TRAMA. En esta fábula los animales cantan y dialogan acerca de cómo se ha ido transformando la naturaleza, de lo mucho que extrañan las lagunas y a las aves que volvían con el cambio de estación. También el miedo hacia los incendios forestales y la supervivencia en la selva, a los grandes edificios y el concreto por todos lados, pero además cómo pueden entablar amistad animales de distintas especies como zancudos y leones con respeto y comunicación.
“Utilicé imágenes y figuras de origami para representar a los animales y también materiales crudos. La intención fue crear un universo donde cohabitaran los animales con los desperdicios y desde ahí contaran su historia. También tengo viejas televisiones, mesas gastadas que saque de las bodegas de la UNAM, pizarrones y además puse dibujos infantiles de pájaros y árboles en el espacio”.
En las televisiones viejas se proyectan testimonios de niños acerca de su visión del futuro. “Son positivos a pesar de las cosas que actualmente estamos viviendo, como el problema reciente de no tener donde depositar la basura o los problemas de movilidad. Esto es consecuencia del discurso escolar donde les enseñan a reflexionar acerca del medio ambiente. Los niños en los videos hablan de cuidar el agua, pero por otro lado, también vienen respuestas de su imaginario infantil que tienen que ver con extraterrestres, superhéroes, tercera dimensión y video juegos”.
Comenta que es la primera vez que realiza una obra dirigida al público infantil y que la UNAM también está reactivando este público en los grandes teatros. “Siento mucha responsabilidad por aquello de la formación de nuevos públicos. Mi intención es que los niños no vean que un adulto se disfraza y se hace pasar por niño, quiero que vean chavos comunes vestidos con ropa de colores con los cuales se identifiquen. Es muy importante apostar a este público”.
Zoóngoro Bailongo se presenta en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario-UNAM hasta el 1 de julio.ã Sábados y domingos 13:30 hrs.
Fuente: (Notimex)
