En el montaje de corte multidisciplinario, el trompo, los soldaditos de madera, la matatena, las tablitas mágicas, los títeres y las muñecas de trapo cobraron vida gracias a la participación de 80 niños oaxaqueños, coordinados por el maestro de artes plásticas de la Unidad de Iniciación Artística (UIA), José Luis González, informó en un comunicado el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).
La producción, que duró 50 minutos, integra danza, teatro, música y artes plásticas, que introducen al espectador a la historia de los juguetes representativos de la cultura mexicana, a través de la actuación de los pequeños que forman parte de los talleres de la UIA, explicó González.
La música es un aspecto importante en la representación, por lo que el director seleccionó rondas infantiles como “Naranja dulce”, “La Cucaracha” y “Muñeca pintada de azul”, entre otras, que hacen la mancuerna perfecta para dar vida a todos los personajes.
También se incluyó música moderna que no tiene que ver con las rondas, pero que dan un toque especial a las escenas.
La historia se desarrolla en la casa de dos niños, quienes antes de ir a dormir descubren un armario habitado de un mundo mágico, lleno de juguetes cargados de historia, colorido, baile y música.
Posteriormente en el lapso de un intermedio, se proyectan imágenes de juguetes tradicionales alternados con dibujos que los alumnos realizaron durante el taller de pintura.
González explicó que para poder organizar a tantos niños, se repartieron diferentes horarios para cada grupo y se dividieron las participaciones a través de la coordinación de un maestro por cada 15 alumnos.
Añadió que para los ensayos fue necesario un trabajo de cooperación y disciplina, pues se trata de niños de entre cinco y ocho años de edad.
El guión es el resultado de las propuestas basadas en las experiencias de los maestros de teatro, danza, música y artes plásticas de la UIA, quienes plantearon su idea para dar forma a un texto que integrase la identidad cultural, para promover el uso y descubrimiento de nuevos lenguajes a través del arte.
La puesta en escena busca generar en los niños un sentido de acercamiento hacia una identidad mexicana, como parte de una contribución en la sensibilidad e interés por la cultura del país.
La dinámica del montaje ayudó a enriquecer a los pequeños participantes, pues se les presentó un juguete distinto cada semana, junto con la explicación de sus orígenes.
Fuente: (Notimex)
